Con este comunicado desde la acampada de Xixón queremos aclarar ciertos puntos que se han visto reflejados en los medios de comunicación estos dos últimos días y que deforman la realidad de lo verdaderamente ocurrido. Podemos asumir cierto error en la manera que se realizó la reclamación de la documentación relativa al presupuesto del Ayuntamiento.  El encuentro no se produjo con unas siglas determinadas si no con los actuales responsables en funciones del gobierno local. 

Pedimos que sean respetuosos a la hora de tratar la información que sale de esta plaza. Intenten alejarla de una orientación política y sindical que, por lo visto, lo único que busca es ponernos en evidencia. Pecaremos de novatos en algunos aspectos pero seguimos sin casarnos con ninguna fuerza política. De todos, están invitados a pasarse por las asambleas que se celebran a las 20 en la Plaza Mayor.

Solidaridad con la Bastilla

Ayer a las 20:30 ciudadanos de Gijón mostraron su indignación con la brutal represión sufrida por ciudadanos franceses en la Plaza de la Bastilla. La concentración se produjo ante el máximo representante de Francia en la ciudad.

Carta escrita por uno de los compañerxs durante el acto reivindicativo:

 

En estos quince días este movimiento que se ha llamado entre muchos nombres ‘spanish revolution’, se ha ido extendiendo más allá de España y cientos de plazas del mundo se han llenado de indignados e indignadas, tanto españoles como no españoles, y poco a poco esto se podría convertir en una ‘Glogal Revolution’.

 

Los políticos del mundo se están dando cuenta, le están viendo las orejas la lobo. Lo que hace unos días pasó en Barcelona y Lleida sucedió ayer en la Plaza de la Bastilla (Francia), lugar simbólico, tomado por el pueblo una vez más 200 años después. Fue desalojada en un enfrentamiento entre la violencia policial y la actitud pacífica de los acampados y acampadas.
Las reivindicaciones que hacemos los españoles son las mismas que el resto del mundo puede sentir, y a pesar de la presión de la clase política, seguiremos haciéndonos oír y seguiremos gritando sin miedo, pero con toda la energía para hacernos oír. Y seguiremos haciéndolo como lo hicieron ayer nuestros compañeros y compañeras en París, al grito de ‘NO A LA VIOLENCIA! NON À LA VIOLENCE!’.