El presidente del Partido Popular (PP) en el País Vasco, Antonio Basagoiti, atribuyó en Santander “cierta influencia política” a las decisiones del Tribunal Constitucional (TC) porque, en su opinión, sus magistrados “se proponen como se proponen”, y ha abogado por la independencia de este órgano judicial.
“Cuanto más influimos los partidos políticos en la justicia, en las cajas de ahorro, o en otros sitios, más fallan los procedimientos”, aseguró Basagoiti durante un encuentro con los periodistas previo a su participación en la clausura del seminario ‘Emprendedores 2020’ que se celebró esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), y en la que estuvo acompañado por el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y por el director del curso, Fernando Jáuregui.
A preguntas de la prensa sobre si comparte la idea de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, de prescindir del TC, Basagoiti defendió que este órgano “no debe estar politizado” y exigió que tome decisiones “atendiendo exclusivamente a los procedimientos judiciales y no por la influencia de los partidos políticos”.
Tras conocer la sentencia de legalización de Sortu, el líder del PP vasco recordó que “la policía ha puesto contra las cuerdas a los pistoleros” e insistió en la importancia de ganar la batalla a “su fanatismo y a su totalitarismo”. “Son legales, pero no son normales, no son demócratas, no son decentes”, subrayó.
Sobre la posible excarcelación de Arnaldo Otegui, Basagoiti opinó que muchos dirigentes socialistas y nacionalistas “se equivocan” porque, según dijo, “intentan colgarse medallas”. “Lo importante no es que Otegui salga de la cárcel, sino que salgan las armas de los zulos y se cumplan las condenas de cada uno de los atentados cometidos”, remarcó el dirigente popular.
Además, pidió al PSOE “que ayude, que arrime el hombro y que no enrede”, haciendo referencia a las declaraciones de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien opina que con la legalización de Sortu se podrá acabar más fácilmente con ETA. “Rubalcaba también pensaba que se podía acabar con ETA el año que voló la T4. Seamos prudentes y responsables”, sentenció