Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-ONU suspendió el sábado su misión de vigilancia en Siria, a causa de la rápida escalada de la violencia allí, dejando al plan de paz impulsado por Kofi Annan a un paso de ser declarado un fracaso y el país deslizándose inevitablemente hacia una guerra civil. El My Gral. Robert Mood, jefe de la misión de observadores UNSMIS, dijo que el equipo de cuenta con 291 observadores militares desarmados y 89 observadores civiles reevaluará las condiciones y se reanudarán las operaciones "cuando vemos la situación apropiado para nosotros para llevar a cabo nuestras actividades de su mandato".
En un comunicado de ONU se expresó que "La falta de voluntad de las partes a buscar una transición pacífica, y la tendencia a avanzar posiciones militares está aumentando las pérdidas en ambos lados: los civiles inocentes, hombres, mujeres y niños están siendo asesinados todos los días. También se presentan importantes riesgos a nuestros observadores." Los insurgentes, mediante la implementación de tácticas de guerrilla como las emboscadas y los asesinatos a generales del ejército están tomando el control del territorio y con apoyo de los Estados del Golfo Pérsico se equipan mejor; mientras que las fuerzas leales a Al-Assad toman represalias cada vez con mayor brutalidad y masacran a civiles sunitas como en Al-Hula y en Al-Qubeir.
El senador (R) de EE.UU. John McCain, señaló ayer en el programa de la cadena NBC "Meet the Press" que la falta de ayuda estadounidense a los rebeldes sirios es "vergonzosa" y dijo que ayudar a su causa sería "el mayor golpe a Irán en el Medio Oriente en 25 años." Sus declaraciones buscaron mantenerle la presión política al presidente Barack Obama mientras la violencia en la región se intensifica también lo hace la campaña presidencial de EE.UU.; era de esperarse que los republicanos usaran este argumento ya que EE.UU. se ha negado a armar a los rebeldes sirios, en parte para evitar una lucha de poder con Irán y Rusia.
La agencia rusa de noticias, Interfax, informó hoy que dos buques de desembarco se preparaban para partir hacia Siria en caso de ser necesario, con infantes de marina a bordo; los informes de prensa indicaban que la medida rusa estaba vista como un intento de garantizar la seguridad de los ciudadanos rusos estacionados en la base naval estratégica de Tartus que Moscú opera en la costa mediterránea de Siria.
Vyacheslav Trukhachev, portavoz de la flota rusa del Mar Negro de Rusia, dijo que la misión se llevaría a cabo "en caso de necesidad" y sus comentarios parecían diseñados para aclarar las especulaciones respecto que los buques de guerra ya habían zarpado rumbo a Siria; uno de los buques de guerra, lleva un contingente de 150 infantes de marina fuertemente equipados, además de 25 tanques, pero no dio detalles sobre la otra nave. Se estima que la operación naval tiene el perfil de una misión de seguridad-evacuación de los cincuenta funcionarios rusos que trabajan en la base naval.
Rusia sostiene que utiliza la instalación para dar servicio a sus buques en la región, incluidos los de las misiones de lucha contra la piratería en el Golfo de Adén, en cooperación con la OTAN, mientras que los buques de guerra rusos llegan a Tartus sólo ocasionalmente; sin embargo en los últimos días se ha registrado un inusual aumento de la actividad naval cerca de Siria y dentro de la base misma.
En la apertura de la 20º Sesión del Consejo de Derechos Humanos, la Alto Comisionado para los Derechos Humanos Navi Pillay, señaló que la situación en Siria continúa deteriorándose mientras que el sufrimiento de los civiles ha aumentado de manera significativa. Pillay advirtió que todas las violaciones de los derechos humanos de la población siria, a manos de todas las partes, en el conflicto deben terminar e instó al gobierno sirio a cesar inmediatamente en el uso de armamento pesado y bombardeo de zonas pobladas, ya que estas acciones corresponden a los delitos de lesa humanidad y posibles crímenes de guerra.
Aunque el Gral. de División, Vladimir Gradusov, señaló que debían proteger a sus ciudadanos y hacer frente a una posible evacuación de la zona de conflicto de sus nacionales en caso de ser necesario, lo cierto es que también ONU ya ha comenzado a plantearse la posibilidad de evacuar a civiles sirios de las zonas de conflictos dentro del país; sumada a la retirada de sus observadores, la crisis humanitaria y los enfrentamientos están forzando al limite la tolerancia de las partes sobre una solución para Siria.
El conflicto en Siria se encuentra nuevamente en un callejón sin salida. Los monitores demostraron que no son una solución, ni los enviados por la Liga Árabe ni los de ONU, en parte porque la naturaleza del conflicto no admite la presencia de una misión de paz -no hay paz ni una solución que respaldar- y la sociedad civil se encuentra rehén de los enfrentamientos. El régimen sirio no se ha visto forzado a respetar los acuerdos con la ONU o la Liga Árabe, ya que Rusia se opuso a cualquier tipo de sanciones en caso de incumplimiento por parte de Damasco; pero una sanción punitoria más dura no sería aprobada por China y Rusia en el Consejo de Seguridad por lo que la situación está en una nebulosa de dudosa resolución.