La edelfosina abre expectativas terapéuticas en ensayos in vitro y con ratones en varios tumores

La edelfosina abre expectativas terapéuticas en ensayos in vitro y con ratones en varios tumores

José Pichel Andrés/DICYT La semana pasada el equipo que dirige Faustino Mollinedo en el Centro de Investigación del Cáncer (CIC) de Salamanca fue doblemente protagonista de la actualidad científica salmantina al anunciar la publicación de dos importantes trabajos. Uno de ellos suponía el hallazgo de una nueva diana terapéutica para el tratamiento del cáncer de páncreas, mientras que el otro hacía referencia a los resultados positivos obtenidos por un tratamiento con nanopartículas que inhibe el 100% de las metástasis linfáticas, ambos referidos a pruebas en ratones. Estos avances en dos tipos de cáncer muy distintos tienen una raíz común: la investigación en torno a un éter fosfolípido llamado edelfosina, que está dando resultados prometedores frente a distintos tipos de cáncer. 

 

El objetivo de este grupo de investigación en los últimos años ha sido la búsqueda de nuevas dianas terapéuticas en cáncer, es decir, sustancias que puedan producir una respuesta favorable a los tratamientos en las células tumorales, así como la búsqueda de nuevos agentes antitumorales para que algún día puedan ser aplicados a pacientes, explica a DiCYT Faustino Mollinedo.


Precisamente, el éter fosfolípido llamado edelfosina es un agente que está respondiendo a esas expectativas, ya que además de lograr buenos resultados en cáncer de páncreas y linfoma de manto, en estas dos últimas publicaciones, ha demostrado su eficacia anteriormente en otros tumores, tanto sólidos como hematológicos, por ejemplo, el mieloma múltiple y la leucemia linfocítica crónica, también en ensayos con roedores.

 

Además, con ensayos in vitro, "prácticamente ya hemos barrido todo tipo de tumores", asegura el científico, pero "hay mejores resultados en unos que en otros", de manera que el Centro del Cáncer pretende seguir investigando en este campo y centrarse en aquellos donde más se pueda avanzar y especialmente "en tumores para los que casi no hay tratamientos".

 

Cáncer de páncreas

 

En este sentido, el cáncer de páncreas "es en el que menos se ha avanzado en terapia y aún tiene una gran mortalidad". Por eso, la reciente publicación en la revista Oncogene que demostraba que la edelfosina ataca el retículo endoplasmático de las células cancerígenas en este tumor se enmarca dentro de un gran proyecto europeo que apuesta por reforzar la investigación sobre el cáncer de páncreas.

 

Sin embargo, el éter fosfolípido podría tener buenos resultados en otros tipos de cáncer. La virtud de este compuesto es que "afecta a estructuras subcelulares, no sólo a una molécula específica que pueda estar mutada en uno u otro tumor", indica el investigador. Por eso, el Centro del Cáncer investiga en qué tumores puede tener un mejor comportamiento.

 

"La edelfosina es un eter fosfolípido que se parece a los fosfolípidos que tenemos en todos las membranas celulares de forma abundante. Sin embargo, la edelfosina con la que trabajamos es una molécula sintética, es decir, que no se encuentra en la naturaleza, aunque tiene similitudes con las que existen", apunta el investigador.

 

Historia de una molécula sintética

 

Esta molécula fue sintetizada por primera vez en Alemania por el instituto Max Planck, pero a finales de los años 90 los científicos alemanes abandonaron esta línea de investigación y le ofrecieron al equipo de Fustino Mollinedo la molécula, antes de que este investigador se trasladase a Salamanca y se dedicase a la Oncología. Más tarde "vimos que producía una muerte celular por apoptosis muy importante y por eso comenzamos a investigar en cáncer", señala el científico.


En la actualidad, "tenemos la capacidad de sintetizar la molécula a pequeña escala en colaboración con grupos de Química de Salamanca", señala, haciendo referencia a Pilar Basabé e Isidro Sánchez Marcos, del Departamento de Química Orgánica de la Universidad de Salamanca. Además, "estamos en contacto con empresas, para que sinteticen en grandes cantidades y poder afrontar un futuro ensayo clínico", ya que el objetivo es que la investigación se pueda trasladar a los pacientes.

 

Modificar y perfeccionar

 

Por otra parte, hay empresas que intentan crear moléculas análogas con el mismo objetivo. El motivo es que la edelfosina ya no se puede patentar, de manera que las compañías privadas no obtendrían beneficios de su desarrollo. Por eso, una línea de trabajo pasa por modificar la molécula logrando una distinta que se pueda patentar, pero el equipo de Faustino Mollinedo sigue apostando por la primera versión, puesto que "es un compuesto líder, es decir, tiene unas claras propiedades que podemos mejorar y perfeccionar". En cualquier caso, "tenemos que ir paso a paso y la verdad es que el proceso es bastante lento", reconoce el científico.


En la línea de ese perfeccionamiento está la colaboración con la Universidad de Navarra, que ha logrado introducir la sustancia en nanopartículas para una mejor administración. "Lo bueno que tiene este compuesto es que es oral, lo cual presenta muchas ventajas con respecto a la mayoría de los que se utilizan en este campo, que son intravenosos. En los ratones hay que dar la dosis todos los días, pero con las nanopartículas conseguimos que se libere poco a poco, de manera que en los ratones pasó a ser cada cuatro días, una mejora muy clara que además mejoraba las propiedades de la edelfosina, sobre todo para tratar las metástasis", explica Faustino Mollinedo.

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