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Tras divorciarse y abandonar automáticamente el domicilio familiar, Víctor, a sus 50 años, se ha instalado en una habitación en un piso compartido en Gijón. Con la crisis ha tenido que cerrar este año la cafetería que poseía pero tiene unos gastos fijos mensuales de 200 euros de alquiler de la habitación y 300 de pensión alimenticia a su ex mujer por los tres hijos que tienen en común. “Hasta ahora les recibía los fines de semana que me tocaba en la cafetería, a veces en la calle… pero han dejado de venir a verme. No puedo tener tres hijos en una habitación. Estoy en la indigencia. Mi mujer me dejó y de mi matrimonio heredé deudas, ya que mi mujer había pedido préstamos a mi nombre y estoy endeudado ahora mismo con varias financieras a pesar de haber roto mi matrimonio. Vivo de apañármelas. Me sale algún trabajo esporádico de camarero de fin de semana. Hasta ahora he estado pagando 324 euros de la pensión pero este mes ya no la he podido pagar. La parte económica es muy importante, pero lo anímico es más. Estando juntos los problemas se afrontan de otra manera. Es muy duro llegar a esta habitación y encontrarte solo. Mi madre me está ayudando con su pensión, aunque vive en otra ciudad. Para mi ex mujer no soy su ex marido, soy su enemigo. Cada vez que puede, me denuncia. Una de las denuncias fue por no pagar los libros de los niños cuando yo no tenía dinero para hacerlo ya que la cafetería daba pérdidas. Cuando llegamos a juicio, la jueza no me dio ni opciones. Me faltaban unos papeles y ni pude decir que los llevaba al día siguiente ni nada. Sentí que estaba condenado desde que entré por la puerta”.
“Cuando el hombre se separa es siempre el malo en todo, el que estropea todo, las instituciones te condenan por defecto y cualquier cosa mala que se diga de ti es siempre verdad. Nadie lo prueba. Separarse es un fracaso vital. Habías hecho planes en tu vida, luchabas por algo, intentabas algo. De pronto todo se viene abajo y además, como hombre, siempre con las de perder. Un día, tras 25 años casados te dicen que no vuelvas a esa casa, que te marches. Y te tienes que marchar porque la ley lo dice sin preguntarte qué has hecho. Tengo tres hijos, les quiero, les vi nacer, les cuidé pero ahora los he perdido, ya no sé quiénes son y no puedo darles nada. En la separación sentí que me quitaban del medio entre todos. Mi mujer, mi abogada, el juez. Sentí que estorbaba por ser el padre. Los hombres divorciados pagamos culpas como si fuéramos salvajes, somos sospechosos de todo. Además no hay ningún sitio donde puedas acudir a buscar casa ni trabajo. Te quedas automáticamente sin familia y en la calle. Una mujer tiene decenas de instituciones donde acudir a contar sus problemas. En cuanto se presentan allí, se disparan unas medidas automáticas y tienen casas de acogida y consuelo y leyes a su favor y de todo. Y nosotros, los padres, tuvimos mientras estuvimos en familia. Después ya no nos queda nada. ¿Es justo eso sin haber hecho ningún mal a nadie?”
Jaime tiene 33 años. Lleva trabajando en Huelva desde los 18, sin conocer el paro. Casado tuvo dos hijos y vivía con su mujer. Tenían dos coches. Les iba bien. Pero el divorcio le ha obligado a volver a la casa de sus padres. Con la nómina paga la hipoteca de su antiguo hogar y algunas letras, pero no puede permitirse un piso, así que los fines de semana que le toca duerme con sus hijos en la litera de la que fue su habitación en la infancia. “Estamos cuatro personas viviendo de la pensión de mi padre, ya que también mi abuela vive con nosotros”. “A pesar de tener trabajo no sé cómo voy a salir de ésta”
Tras el inicio de la crisis, en España existe un divorcio cada cuatro minutos, no siempre amistosos. Los hijos, la vivienda y la pensión alimenticia son los principales puntos de disputa.
Carlos Herráiz, abogado de la Asociación de Padres separados de Madrid, asegura que existe, con la crisis, una fuerte tendencia del hombre a regresar a casa de los padres. “Hombres que un día fueron fundadores de un núcleo familiar se ven de la noche a la mañana sin casa, sin hijos, sin familia, sin dinero y caen en grupos de riesgo, de marginalidad, en exclusión social así que los que pueden regresan con los padres, que, a su vez, viven con una sola pensión, pero es lo que hay. Si no, tienen que buscarse un domicilio rápido, habitaciones, coches…A mí me viene gente que destina sus ingresos exclusivamente al pago de la hipoteca y la pensión y son mantenidos por sus padres, como cuando eran niños. Y sólo por el hecho de haberse divorciado”.
Las situaciones con las que los abogados de familia se encuentran día a día son las siguientes. “En cuanto a la casa, el principal problema que hay es que el artículo 96 del código civil estipula que el uso del domicilio familiar es para los menores y el cónyuge que vive en su compañía. Y aunque el padre salga de la casa, ha de seguir pagando puesto que desde una sentencia que dictó el Tribunal supremo el año pasado, la hipoteca hay que pagarla a medias. Antes de esa sentencia, pagaba más quien más ganaba. Y es un tema que no se debate. El problema no es de los jueces, es de los legisladores que tendrían que cambiar la redacción de ese artículo.
Conozco muchos casos de madres que meten en la casa a su novio o se vuelven a casar mientras su ex marido sigue pagando la hipoteca de esa casa”.
“Otro tema muy importante es que el piso se liquida cuando el menor es independiente económicamente. Cuando, por ejemplo, una mujer se separa con un hijo de meses, el padre no puede recuperar su propiedad hasta que el hijo no sea mayor de edad. Imagínate que tienes un piso y no puedes disponer de él hasta que tus hijos trabajen y que se lo quede tu ex mujer y tus hijos y además estás pagando la hipoteca cuando ella ya vive con otro hombre. En cuanto a pensiones, yo oigo cada día en los juicios expresiones como “eso es poco para un niño” por parte de la madre, cuando estamos hablando de 600 ó 700 euros al mes para comer. No existe una regla que sujete al fiscal y al juez, la cantidad queda a criterio del tribunal. No se tienen nunca en cuenta los gastos del señor, si tiene que buscar vivienda, su comida, si tiene padres… lógicamente cuanto más alta sea la pensión, más alta la posibilidad de que no pague y más ahora con la crisis. Algunos son denunciados por impago de éstas cuando se les acaba el desempleo y no tienen con qué responder. Muchas mujeres les denuncian sin importarles que ese hombre es el padre de sus hijos. Y por no poder cumplir la sentencia, muchos cumplen condena en la cárcel. Tendría que existir una norma que ciñera al fiscal y al juez a estipular una cantidad que no fuera enorme para que el hombre no cayera en los grupos de indigencia, como está ocurriendo. Mis clientes sudan cuando se empieza a hablar de cantidades… en otros países hay tablas y estudios por parte de los servicios sociales y el juez lo somete a consideración antes de dictar sentencia. Aquí en España se ponen pensiones altísimas, a veces más de un tercio del salario del padre”.
“Tampoco se tiene en cuenta el gasto que suponen los hijos los fines de semana al mes que corresponden al padre. Y en muchas ocasiones la madre los envía sin ropa con lo cual, otro gasto más. Se supone que el hombre tiene que tener una casa, que esté caliente, nevera llena, ropa… Algunos hombres divorciados tienen hijos con una nueva pareja y cuando la pensión a la ex mujer es muy alta, sometes a esa persona a que no tenga nuevos hijos y no rehaga su vida. Sobre el régimen de visitas, al padre sólo se le exigen deberes, no derechos. Es terrible que sólo pueda ver a sus hijos dos fines de semana al mes aunque ya se oyen voces de fiscales que permiten a los niños quedarse hasta el lunes. Lógicamente está relacionado con las poquísimas custodias compartidas que se dan. No llega ni a un 10%. La posibilidad de que el juez se pronuncie a favor de la mujer es de un 99%. Más del 90% de las sentencias dan la custodia a la madre. Aquí tienen mucha culpa jueces y medios de comunicación porque en sus mentes existe el tópico de que el hombre no sabe hacer nada de la casa y no puede, por tanto hacerse cargo de los hijos. Y no es así. Con la incorporación de la mujer al trabajo, muchas veces se reparten las funciones, incluso hay muchas mujeres que jamás se han encargado de cuestiones domésticas por estar trabajando o estudiando. Hay casos muy dolorosos de padres que han cuidado a los niños desde bebés para que la madre progrese en su trabajo o estudie y a la hora del divorcio, como se suele decir, los hijos con la madre. ¿por qué?”
“La custodia compartida, además, sólo se concede en el caso de que haya acuerdo mutuo, con lo cual, aunque el hombre la pida, si la madre no quiere, los niños van para la madre.”
Pero una de las cuestiones que más preocupa a abogados y padres separados son las denuncias no investigadas o denuncias falsas. “Muchas mujeres denuncian a sus ex parejas por malos tratos abusando de una ley, la de Violencia de género, que les da unas ventajas que no les da la ley del divorcio. Al denunciar por malos tratos, la mujer consigue una orden de alejamiento inmediato y quitarse de encima a su ex marido para siempre, sea por lo que sea. Se generan una serie de automatismos inmediatos que benefician a la mujer. En muchas ocasiones el hombre sale absuelto y, eso, automáticamente, se archiva, nadie investiga más allá. En mi caso, hemos conseguido la custodia de un menor después de la denuncia de la madre al padre gracias a que el hijo testificó pero luego no ha habido condena por denuncia falsa. De cada diez sentencias que salen, sólo cinco son condenatorias, pero ¿y las otras cinco?, ¿qué pasa con los casos de absoluciones?, ¿se hace algo con la mujer? No. Utilizan una ley ventajista y tienen la ayuda de jueces y fiscales que no investigan. Estoy harto de ver cómo se archivan esas denuncias. Aún no conozco a ninguna mujer condenada por utilizar mal esa ley.”
Jesús Fernández, padre separado y presidente de la asociación de Padres Separados de Cantabria asegura que “las denuncias no investigadas son muchas. Y una vez que te divorcias, la sentencia de divorcio ya incluye esa frase, quedas estigmatizado de por vida, aunque hayas salido absuelto. Y esa sentencia hay que presentarla luego en bancos y lugares oficiales si quieres pedir un crédito o cualquier cosa. Y es un papel que viene del juzgado de violencia de género aunque tú seas un santo y nadie haya podido demostrar nada. Es algo curioso, que el famoso “in dubio, pro reo” se lo salten alegremente. Si a mí ella me denuncia, a mí me encausan por violencia de género. Pero si eres lesbiana, la denuncia es por violencia doméstica, por lo que la pena es menor. “ “Si yo denuncio a mi ex mujer, yo tengo que demostrarlo todo. Sin embargo si ellas denuncian, rápidamente se supone que lo que dicen es cierto. Tenemos que demostrar que sabemos hacernos cargo de la casa. Yo tuve que demostrar al juez, cuando me separé, que sabía cocinar para mis hijos. Pero a ella no le preguntaron nada. En cuanto a la custodia, cuando te divorcias te quitan inmediatamente el derecho de cuidar de tus hijos. Lo que habría que hacer es que cada uno de los cónyuges presentara un plan de viabilidad para demostrar que sabes cuidar de los hijos y no que la custodia compartida se dé de común acuerdo, eso es una trampa porque muchas mujeres no están de acuerdo porque lo que quieren es la pensión, el dinero. Sólo el 40% de los padres divorciados piden la custodia compartida sabiendo de antemano que no se la van a dar y tenemos que luchar más y, nosotros mismos, no ir con tantos prejuicios”
A Jesús Ángel, de 34 años y con un hijo en común, su ex mujer le denunció por violencia de género un día que acudía a devolver al niño a la casa familiar. “Sus parientes me gritaron. Ella fue a la policía y dijo que la amenacé. Inmediatamente me arrestaron. Se nos puso el hijo enfermo, fui a verle al hospital, ella me denunció otra vez y otra vez me arrestaron. Sin preguntarte nada, te arrestan lo primero. Yo lo que quiero es ver a mi hijo más tiempo y pagar menos dinero. Quiero cambiar el convenio pero una vez escrito ya es muy difícil de cambiar. Quiero hacer lo que se llama “la revisión de medidas” pero me dicen que una vez que se firma el convenio, mucho tienen que cambiar las cosas para que el juez se siente a revisarlo. Nadie entiende que ese convenio que se firma recién te divorcias lo firmas en un estado de shock muy fuerte. Ahora estamos en juicios y quiero demostrar poco a poco las cosas. Los abogados me dicen que hay que ir con todo muy bien preparado porque en caso de duda siempre tiene más fuerza la madre. Estoy metido en un buen lío con lo de la violencia de género, no sé cómo demostrar que yo no he hecho nada. Denunciándote por violencia de género ellas se curan en salud para que no pidas más cosas, ella alega que soy agresivo y que el niño no puede estar bien conmigo. Y no es así pero nadie me cree. Y, sobre todo, me estoy gastando en abogados el dinero que no tengo. Yo gano 1600 euros y sólo de pensión estoy pasando 680. Me ayuda mi madre que tiene un negocio y un piso que no pudo vender y lo ocupo yo”.
La Asociación de Padres de Familia Separados de España se acaba de reunir con el nuevo Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad para hacer una serie de peticiones de sus 22.000 socios. Uno de los puntos calientes es el cambio de la palabra “mujer” por la palabra “persona” en la ley de violencia de género para que, así, tengan cobertura también niños, ancianos y hombres maltratados. Piden también la custodia compartida como norma general, el castigo a las denuncias falsas, la creación de casas de acogida en todo el territorio español para hombres separados, sin recursos, obligados a abandonar sus casas por sentencia de separación o divorcio y así hasta 14 puntos. Luis Manuel López, Presidente Nacional asegura que él mismo no llega bien a fin de mes y se pregunta ¿cómo puede ser que muchas madres vivan tan desahogadamente gracias a la pensión de ex maridos que no llegan a fin de mes?. “Yo no quiero quitar nada a ninguna mujer, sólo revivir una vez que me separe. Los hombres pasamos muchas necesidades tras el divorcio y muchos hasta hambre. Económicamente ¿cómo remonta un hombre su vida después de haberlo perdido todo? Y anímicamente ¿cómo se puede vivir sin poder ver ni convivir con tus propios hijos?. Por unos cuantos maltratadores pagamos todos. A todos nos tratan como sospechosos”.
“Cuando, por ejemplo, te mandan al niño el fin de semana sin ropa, eso nos supone un gasto tremendo. Muchas veces esa ropa que les compras, no vuelve. A veces no denunciamos porque se nos aconseja no denunciar por miedo a que la otra parte se rebele y tiene siempre las de ganar. Tampoco tenemos medios económicos para denunciar y pagarnos abogados” Luis Manuel atiende a unas diez visitas diarias. “Es terrible lo que están pasando muchos hombres… hay muchos viviendo en coches, en campings, no te imaginas cuántos se quitan la vida porque ya no ven la salida.”
José Luis Ramírez, portavoz de Jueces para la Democracia culpa a los juicios rápidos de la escasa investigación que se hace en situaciones de denuncia por malos tratos. “Habla ella, habla él y sale la sentencia. Habría que investigar más preguntando a parientes y vecinos de esa pareja. Habría que analizar el pasado, lo que ha venido ocurriendo entre ellos últimamente. Pero si no se castiga muchas veces a la mujer es por falta de pruebas no tanto porque la denuncia sea falsa. En cuanto al pago de pensiones, sería conveniente una reforma legal que clarificara cuál tendría que ser la cuantía de la pensión según los casos. Pero siempre tiene que haber una pensión mínima que está fijada ahora mismo en cien euros. También hay que pensar en la mujer y los niños. Si el marido no pasa la pensión, ¿cómo van a comer?”
Otro de los catorce puntos que piden los padres separados al Ministerio es la mediación familiar obligatoria como herramienta para la resolución de conflictos. Begoña Echezarreta es mediadora familiar. “La mediación es un sistema extrajudicial de resolución de conflictos. En los juzgados hay sentencias, no soluciones. Que un juez diga que el padre se tiene que ir de casa inmediatamente y que sólo puede visitar a sus hijos los fines de semana alternos no es ninguna solución. El diálogo ofrece un espacio para que las personas hablen cuando la comunicación se ha roto”. “Lo que más abunda ahora es el uso y disfrute de la vivienda por parte de la madre por el hecho de tener la custodia. Así, el padre abandona la casa y casi siempre paga parte de la hipoteca y la pensión. El hombre suele ser el peor parado. Esa es la situación real hoy”. Esta mediadora habla ya de “masculinización de la pobreza porque hoy en día separarse siendo hombre es un lastre para toda la vida, el que se separa ahora, tarde levanta cabeza.”
“Muchos jueces no tienen en cuenta que no sólo se separan los ejecutivos. También los cajeros de supermercado y los albañiles y muchos tienen que volver a compartir piso como si fueran estudiantes o vivir de las pensiones de 400 euros de sus padres”. Voces cercanas aseguran que las mujeres no quieren la mediación porque saben que si van a juicio, lo tienen ganado.
El juez Ramírez puntualiza esta información asegurando que “los jueces miran cada caso pormenorizadamente. No es cierto que tengamos en la mente estereotipos. Se mira quién ha tenido un trato más cercano con el menor. Cada persona que acude a un tribunal piensa que puede generalizar lo que a él le ocurre personalmente. No es así”.
Uno de los colectivos feministas que más se pronuncian al respecto de la custodia compartida son las mujeres juristas de Themis. Ángela Cerrillos, abogada y Presidenta de la Asociación de mujeres juristas Themis afirma que “La custodia compartida no es una necesidad social, responde a una demanda de determinados colectivos, que jamás han reivindicado la igualdad entre los miembros de la pareja durante la convivencia. La demanda de la custodia compartida oculta frecuentemente reivindicaciones sobre las pensiones y el domicilio familiar en caso de ruptura. La custodia compartida puede ser conveniente en algunos supuestos y no en otros, dependiendo de la corresponsabilidad que hayan ejercido durante la convivencia. Cuando la ha habido, la compartida funciona muy bien.” “No es cierto que no se mire la capacidad del padre a la hora de darla y que se presuponga que es incapaz”.
“Cuando una pareja se divorcia, se empobrecen las dos partes, no sólo el padre. Cuando están juntos los gastos son mínimos, separados se multiplican…la mujer también tiene que recortar sus gastos”. “En cuanto a las pensiones, siempre se fijan teniendo en cuenta la nueva realidad, que es que el que sale de la casa tiene que vivir en otro sitio. Yo lo tengo en cuenta. Yo soy abogada y si pido custodia para la madre y que el padre salga, tengo que prever que tiene que vivir en algún sitio. Las pensiones no son altas. Si miras las tablas orientadoras en relación a los alimentos, no son altas para nada. “
“Al hombre que está viviendo en un coche o en una pensión hay que preguntarle cómo están sus hijos porque seguro que tienen rentas bajo mínimos familiares y los hijos están en situación parecida”.
Desde Themis no comparten la visión de padres, abogados y jueces sobre denuncias falsas: “Que una mujer utilice una denuncia falsa para sacar una ventaja no es cierto porque tiene que comprobarse. Al contrario, muchas maltratadas dejan de poner denuncias porque no ven acogida en los juzgados. ¿Qué ventajas se generan? Ninguna. ¿Repercusión económica? No. ¿Alejamiento? Sólo es temporal. “
Hay quien dice que empiezan a verse padres separados en los comedores sociales. De ninguna manera les salen las cuentas.
La custodia compartida
La federación de mujeres progresistas está en contra de una custodia compartida que no sea acordada por ambos progenitores. Su presidenta, Yolanda Besteiro afirma contundente “muchos hombre sólo se acuerdan de pedir la custodia compartida cuando hay que pagar pensión. Queremos que los hijos se los quede el que los haya cuidado. Hay una realidad social que es que ahora mismo son las madres las que cuidan de los hijos, por tanto, la custodia compartida se nos da a nosotras. Esto es incuestionable. Es un papel que no nos otorgamos nosotras, nos lo otorga la sociedad. Y eso es así. Desgraciadamente no hay igualdad. Las mujeres cuidamos de los hijos y trabajamos y los hombres trabajan. El 75 por ciento de contratos a tiempo parcial, ahora mismo los tienen las mujeres. De este 75, el 96 por ciento los tienen para conciliar trabajo y familia y poder compatibilizar sus hijos con su trabajo. ¿por qué sólo conciliamos nosotras? El 97 por ciento de las excedencias en el trabajo para cuidar de los hijos lo piden las madres. A muchos sólo se les despierta el instinto paternal cuando se divorcian. ¡Que reivindiquen no sólo la custodia compartida sino permisos de paternidad iguales y obligatorios! ¿Qué hombre se ha visto que cuando el niño está malo pida el día libre para llevarle al médico? ¿Qué hombre se ha visto que cuando termina el permiso de maternidad de su mujer pida él otros cuatro meses para cuidar al bebé? Todo eso lo hacemos las madres. Pues normal que nos den a nosotros el cuidado de los hijos. A mí tambien me gustaría que hubiera igualdad y que no tuviéramos que elegir entre el trabajo o ser madres pero por desgracia ahora mismo no es así”
Preguntamos a Yolanda su opinión sobre el empobrecimiento de muchos padres que acaban, sólo por haberse separado, en la indigencia. “El empobrecimiento es para los dos. La mujer, aunque no trabaje, también tiene que pagar la hipoteca y gastos de la casa. Y también la mitad de los gastos del niño. Muchas mujeres no se han preparado para integrarse en el mercado laboral, por lo que no trabajan y con lo que se le da de pensión no les llega para nada.”
Paco Rodríguez, presidente de Padres y Madres en Acción (PAMAC) propone el modelo europeo o americano: “lo primero, liquidación inmediata de bienes gananciales y después, responsabilidad parental conjunta”. Discrepa con Yolanda Besteiro porque “no entiendo por qué en España se le da el papel de cuidadora a la madre, claramente por la actitud machista que ha habido durante años atrás, en la que el hombre suponía el sustento económico y la mujer el mantenimiento del hogar. Eso hoy en día ha cambiado. Lo que proponemos es cambiar el artículo 96 del Código Civil que es un auténtico expolio y es hasta inconstitucional. Ese artículo es el que concede que el que se quede con la custodia de los niños se queda con el uso y disfrute de la vivienda. Ese artículo es el que no se cambió cuando se reformó la ley del divorcio en 2005. Ahora mismo hay padres que siguen pagando la hipoteca de una casa cuando ya vive dentro el novio de la ex mujer”
“En Estados Unidos, cuando tú te divorcias tienes que hacer un curso de formación para padres tras el divorcio. Eso es lo correcto.”
“Ahora mismo, según datos de UNICEF, el 25 por ciento de la pobreza economica la sufren los niños. Y según datos de Cáritas, el 80 por ciento de esos niños son los que viven con madres separadas. A la madre que se queda con la casa y los hijos no le llega con las exiguas pensiones que pagan muchos hombres. Como no hay unas tablas, se hace a ojo de buen cubero. En la asociación conocemos madres que salen a tomarse un café con las amigas después de quince años por no tener con quién dejar a los niños ni para pagarlo. Así que las grandes perjudicadas siempre son las madres.”
“Los efectos psicológicos tanto en los menores que sufren, no el divorcio sino el proceso del divorcio son ansiedad, depresión, fracaso escolar, embarazos adolescentes no deseados y a partir de los 20 años incapacidad de relacionarse con una segunda persona porque repiten los mismos modelos que vieron en casa”
“En la mayoría de los casos lo que no se supera es la carga emocional que conlleva un divorcio. Por eso pasas media vida pensando en fastidiar a tu cónyuge. No te terminas de separar.”