Oviedo.-Con relación a las declaraciones realizadas hoy a un medio de comunicación por el Sr. Christian Lambert en las que afirma ser obispo de la Iglesia Católica, y con la intención de orientar a los fieles cristianos de Asturias, el Arzobispado manifiesta:
Que la denominada “Sociedad del Papa León XIII” a la que dice pertenecer, es una
sociedad cismática no reconocida por la Iglesia, según la comunicación remitida a este
Arzobispado el pasado 30 de enero por la Congregación para la Doctrina de la Fe. En la
misma resolución se señala que la “Sociedad del Papa León XIII”, no tiene ninguna
relación con la Santa Sede.
El Sr. Lambert no es considerado como obispo de la Iglesia Católica; fue consagrado
inválidamente y no figura en el elenco de obispos de la Iglesia Católica Apostólica y
Romana. Las órdenes sagradas por ellos conferidas tampoco son reconocidas por la
Iglesia. Los supuestos sacramentos celebrados por el Sr. Lambert resultan inválidos y
fraudulentos para los católicos.
Con fecha 9 de febrero de 2012, la Nunciatura Apostólica en España declara que el
obispo brasileño Carlos Duarte, al que alude el Sr. Lambert como origen de la citada
Sociedad, fue excomulgado por el Papa Pío XII en 1945.
Para evitar cualquier confusión en el Pueblo de Dios, Mons. Jesús Sanz Montes recibió el
11 de octubre de 2011 al Sr. Christian Lambert, al que le manifestó que no podía
celebrar la Santa Misa ni impartir ningún sacramento, pues su ministerio no era
reconocido por la Iglesia Católica Romana.
No hay dos jurisdicciones en la Iglesia Católica, como afirma impropiamente el Sr.
Lambert, y un solo Pontífice. La Iglesia Católica tiene una sola jurisdicción que se
expresa en la comunión con el Papa Benedicto XVI, con sus legítimos Pastores como
Colegio Apostólico y con el Pueblo de Dios a ellos confiado en cada Iglesia particular.
Lamentamos la confusión que pueda generar la engañosa actividad del Sr. Lambert
entre los católicos de Asturias, así como la suplantación de un ministerio sagrado
católico que no ha recibido ni le corresponde. Lo que también es aplicable al supuesto
“obispo” Antonio López de Mingo. Sin duda, estamos ante el caso de dos impostores.
