Sendos goles de Pedro, Messi y el asturiano Villa –“dinamita asturiana para el Barça”, gritaba algún locutor en la cabina de radio”—auparon al club catalán a su cuarta victoria europea en Wembly culminando la catarsis de miles de aficionados españoles que durante toda la jornada derrocharon ímpetu futbolístico tanto en las calles de la ciudad, como posteriormente en el estadio. El vestuario del equipo azulgrana. Que hoy vestía su camiseta por haberle correspondido ser local en el sorteo, era una eclosión festiva poco después de finalizar el encuentro. El equipo viajará hoy domingo hacia Barcelona donde todo está preparado para el gran festejo con que los acogerá la ciudad. Fue, según Busquets, “un partido muy bueno, quitando los primeros minutos”, con una victoria que “nos merecíamos”. También Pedro expresaba su “alegría por poder conseguir este título, tan importante para la afición” y por “haber tenido la suerte de poder marcar este gol, de ayudar al equipo”. “Sabemos que es difícil seguir en esta línea, pero habrá que trabajar para intentarlo también el año que viene”, dijo el jugador antes de dirigirse al encuentro con su familia, que siguió el partido en directo.
El güaje, Villa, por su parte, habló de “alegría, felicidad y orgullo por pertenecer a esta plantilla”. “Cuando ya chuté noté que le había pegado bien”. El “juego ha sido impresionante durante todo el partido”, añadió y agradeció “el señorío de Ferguson y todos jugadores del equipo rival que nos han felicitado”.
Mientras, en Canaletas, más de 30.000 personas celebraban poco después de la media noche el triunfo con una explosión de alegría incontenible.