La acampada minera en Oviedo reclama un 'rescate' gubernamental
Por Carmen Peláez.-Rubén tiene 43 años y es minero. Como lo fueron su padre y también su abuelo. Los últimos 24 años ha sido minero y hoy acampa en la plaza de España de Oviedo, enfrente del despacho del Delegado del Gobierno en Asturias, con la sensación agridulce de que está presenciando la desaparición de toda una cultura pero firme en la lucha para que el horizonte de ese declive no se precipite antes del año 2018.
Una docena de personas en turnos de doce horas se encargan de recordar con su presencia que no están dispuestos a dejar la lucha. Es un mensaje silencioso al gobierno central, mientras que otros compañeros hacen barricadas en las carreteras o en el puerto de El Musel. Mañana se unirán los de la minería privada.
Para Rubén y sus compañeros, algunos de los cuales aún prefieren no decir sus nombres, la reunión de la Comisión de Seguimiento del 6 de junio será una cita clave. "Una cosa es que desaparezcan las ayudas en el 2018, que era lo que nos habían dicho y otra que este año no se dote de fondos en el presupuesto con lo que se acaba en diciembre", explican sin entender las decisiones de los políticos porque "hablamos de 100 millones para este año", mucho menos de lo que se destina "al rescate de Bankia" ó "al fichaje de un futbolista de primera" y aquí lo que se ventila son "1.600 puestos de trabajo en Hunosa, 8.000 en España, y 33.000 puestos de trabajo indirectos".
Los números no les salen a los mineros asturianos. Entre un millar de banderas del sindicato, con sus tiendas de campaña apenas instaladas en el escaso jardín de la plaza, semi tapados por los coches aparcados, hablan de los fondos mineros. Esos dineros que debían garantizar el futuro de las cuencas creando industrias alternativas y que comenzaron a llegar a las zonas mineras en 1998. Si se utilizaron para eso o crearon polideportivos, fuentes y museos sólo se comenta en voz baja, "se podría haber hecho mejor, desde los sindicatos se peleó por los fondos pero nunca llevaron la gestión, fueron el Principado y los ayuntamientos los que decidieron a que se destinaban en cada caso".
Cuando Rubén empezó a trabajar en la mina, en el 89, ya se hablaba del cierre de Hunosa, "pero siempre esperas llegar a jubilarte en la empresa", rememora. Su padre y su abuelo ya se enfrentaron a lo mismo pero entonces eran 17.000 trabajadores y eso era mucha fuerza reivindicativa junta. "¿Cómo lo ven ellos ahora? Difícil y mas con la reforma laboral", explica.
El mismísimo Delegado del Gobierno, Gabino de Lorenzo, se acercó esta mañana a las tiendas para llevarles una empanada con la que distraer el hambre del mediodía. "Nos dijo que de Madrid no podía decirnos nada nuevo", apunta uno de los presentes, con todo un mundo gris en sus ojos tristes. Lleva doce años trabajando en el pozo Nicolasa, después de que la crisis del metal le llevara a la minería. "Tenemos que oir muchas tonterías sobre los mineros de gente que no sabe de lo que está hablando"- se indigna- "hay muchos ayudantes de minero que no llegan a 1.200 euros después de pasarse el mes entero en el interior". Todos están de acuerdo, "sé que mi hijo de cuatro años no será minero"- afirma Rubén- "pero esto no es una desgracia". Ellos sí que saben que un prejubilado de la mina "llega a esa situación después de estar 20 años a diario allí delante, dónde se pica el carbón y dónde no sabes si te va a estallar el grisú o la dinamita, allí delante, un día detrás de otro...".
"Alemania está hablando de volver a abrir minas", dice alguien y muchas pupilas se dilatan llenas de esperanza. Los profesionales del sector, los mineros, tienen alternativas que quieren trasladar a los responsables políticos, "en La Pereda se está investigando sobre la captura de CO2 para que la quema sea limpia y la contaminación ya no sea un argumento", señalan. "Que se convierta al carbón nacional en reserva estratégica y la única energía autóctona sería la solución", apuntan, "es que es la única que tenemos si cierran el grifo del gas en Argelia o Rusia, como puede pasar".
Tienen ganas de lucha. La solidaridad también se hereda y los mas jóvenes de la empresa están en primera linea. "En los últimos seis años se incorporaron a la empresa 1.000 jóvenes", recuerda Rubén, "el trabajo con un salario digno también hace que no desaparezcan las comarcas en las que estamos asentados, como el suroccidente o Cangas para las que sería la ruina total".
Mientras las bebidas se calientan al sol en un sencillo caldero con agua junto a las diminutas tiendas rojas clavadas en el jardín urbano en el que pasarán la noche, siguen sin cuadrarles las cuentas, "100 millones para este año y mantienen 8.000 empleos... ¿cuanto cuesta fichar a Messi? ¿Y rescatar bancos?"...".
2 comentarios
# RamonPG Responder
06/06/2012 09:16El carbón ya nun tien tiru. Como ya no lu tuvo en su día el propano o la plancha de calecer nel llar. Va siendo hora de dase cuenta d'ello. Per otru llau, ¿quieren decime que paisanos de dos metros duermen n'eses tiendines llaveru?.
# tribuno Responder
06/06/2012 16:48Nada k los alemanes quieren volver a abrir sus minas y quieren a los mineros de aqui, por eso kieren cerrar estas...Fuga de Mineros