El secretario de Estado de la Seguridad Social, Tomás Burgos, compareció ante la Comisión de Presupuestos del Senado, para presentar las partidas destinadas a financiar pensiones y otras prestaciones para 2012.
El responsable de la Seguridad Social ha presentado unos presupuestos que garanticen pensiones adecuadas y suficientes como objetivo del Gobierno para este año, manteniendo la austeridad en los gastos de funcionamiento y de personal.
Burgos ha señalado que la prioridad de los presupuestos es atender a lo fundamental a la revalorización de todas las pensiones y corregir los desequilibrios. "Estos presupuestos reflejan el esfuerzo del Gobierno por mantener y mejorar el gasto social y en especial uno de sus principales exponentes, las pensiones", ha resaltado.
Se reducen todos los capítulos de gasto excepto las transferencias corrientes (pensiones e Incapacidad Temporal). El ajuste en personal, en gastos corrientes e inversiones no fundamentales centra el esfuerzo de austeridad, que se manifiesta como especialmente importante dado que se trata de una Administración gestora.
El capítulo de las prestaciones económicas supone el 95,2% del gasto total y suponen un aumento del 1,34% respecto al presupuesto del año anterior, en consonancia con el aumento del número de pensiones. Del total del Presupuesto de la Seguridad Social, 8,6 de cada 10 euros se destinan a pensiones contributivas y no contributivas. "Estos presupuestos garantizan más Seguridad Social cuando más se necesita" afirmó Burgos, "Favorecen los derechos sociales y a los ciudadanos más vulnerables, es una apuesta por el gasto social".
Por primera vez, el Estado financia este año en torno al 50% del gasto en complementos a mínimos, frente al 37% del año anterior. El incremento de estas trasferencias asciende a 1.000 millones de euros en 2012, un importante paso adelante en la separación de las fuentes de financiación, que debería concluir el 31 de diciembre de 2013.
Tomás Burgos ha referido el presupuesto de la Seguridad Social como recuperador de las recomendaciones básicas del Pacto de Toledo, reflejo del compromiso del Gobierno con las pensiones, manteniendo el poder adquisitivo en un entorno de máxima austeridad presupuestaria.
"Estos presupuestos devuelven al propio concepto de Seguridad Social su valor fundamental ya que responden a un principio de estabilidad y tranquilidad de nuestros pensionistas ante coyunturas adversas", ha concluido.