Por Núria Jar.-Habla de Alcalá de Henares, Vic y Manresa como si fuera español. El profesor de la Universidad de Harvard Richard T. T. Forman conoce miles de ciudades porque su trabajo consiste en armonizar la naturaleza y la población en un mismo espacio. Ahora está en Madrid, donde escribe su próximo libro.
Richard T. T. Forman se dedica a dibujar ciudades, pero ha aterrizado en Madrid para inspirarse en el mismo lugar donde lo hicieron los grandes autores españoles, el barrio de las Letras. Los cuatro personajes principales de su próximo libro son las personas, los organismos vivos, el entorno físico y las carreteras que convergen en el ecosistema de una ciudad. “Mi ecología del paisaje urbano incluye a las personas y la naturaleza”, dice a SINC.
La mitad del censo mundial ya vive en grandes núcleos de población y la migración a la urbe no cesa. El padre de la ecología del paisaje está preocupado por “el tsunami urbano” que arrasará las ciudades en tan solo una generación.
Forman es optimista. Para él, el crecimiento de las zonas urbanas “no implica que tengamos que abandonar las áreas rurales”. Cuando imagina el futuro, ve dos escenarios. Uno, en el que nadie quiere vivir, es la ciudad caótica y contaminada, llena de coches y edificios hostiles. El otro mundo posible, la urbe sostenible por la que apuesta Forman, exige “moldear la tierra y distribuir a las personas en áreas alrededor de la gran ciudad con pocos efectos sobre el medio ambiente”.
En su último artículo, publicado a finales de 2011 junto con su colega Daniel Sperling, propone un sistema de comunicaciones sin el uso de combustibles fósiles ni emisiones de efecto invernadero. Su apuesta para mejorar la movilidad de los ciudadanos y de las mercancías es la de “reconquistar la tierra”.
“Así como entre 1900 y 1925 la sociedad civil dejó de desplazarse a caballo para viajar en motor, yo propongo convertir las autopistas actuales en sistemas de conexión elevados o parcialmente subterráneos”, explica.
En lugar de coches, el experto confía en vehículos aerodinámicos que permitan a las personas “relajarse, escribir, jugar y hasta observar los pájaros”. Nada de perder el tiempo y la paciencia en un atasco.
“Mi agente está harta de calcular la dirección y la hora de los vuelos para conseguirme el mejor asiento, nunca al lado del ala ni en el costado soleado del avión”. A él le gusta contemplar las ciudades desde el cielo, cuando viaja de una a otra por trabajo. “Tengo miles de fotografías desde las alturas y me ayuda mucho a entender los patrones, los flujos y los movimientos de las personas, algo muy útil para mi trabajo”, confiesa.
Todavía le quedan unos días en Madrid y “mucho por conocer”. Bromea cuando dice que la zona de la capital donde se puede encontrar mayor biodiversidad es en el zoológico. Y todo gracias a la planificación.
FOTO: El profesor Richard T. T. Forman durante su estancia en Madrid. Imagen: SINC