CICR.-La violencia continúa en las dos provincias de Kivu y se extiende a zonas más remotas e inaccesibles, lo que ocasiona graves consecuencias humanitarias. El CICR ve con preocupación el aumento del número de víctimas civiles y recuerda a todas las partes en los conflictos su obligación de preservar a la población civil. Vea más abajo la entrevista en vídeo a Frédéric Boyer, jefe de la subdelegación del CICR en Kivu Norte.
Mientras los enfrentamientos prosiguen en la zona fronteriza del este de Kivu Norte, los combates arrecian en los territorios de Walungu, Shabunda y Kalehe (Kivu Sur) y, más recientemente, en los territorio de Walikale y Masisi (Kivu Norte), provocando numerosos muertos, heridos y desplazados.
"La mayoría de las víctimas son civiles, incluidos niños de muy corta edad, ancianos y mujeres. Los combates obligaron a los habitantes de pueblos enteros a desplazarse, lo que agrava una situación humanitaria ya precaria. Es esencial preservar a las personas que no participan en las hostilidades", dijo Laetitia Courtois, jefa de la subdelegación del CICR en Bukavu (Kivu Sur). "Los combates se libran a menudo en zonas muy remotas, por lo que nos es muy difícil acceder a las víctimas. Proseguimos el diálogo con todas las partes en el conflicto, a fin de prestar asistencia a las personas necesitadas".
Los equipos del CICR mantienen o promueven un diálogo bilateral y confidencial con las fuerzas y grupos armados presentes en esos territorios, a fin de que los civiles sean respetados y protegidos, y la evacuación y la atención de los heridos y los enfermos puedan llevarse a cabo sin trabas.
Asistencia de salud en peligro
Los combates tienen lugar a veces en zonas rurales donde hay una infraestructura vial deteriorada o inexistente, lo que complica el acceso a una asistencia de salud adecuada. "Los lugareños tuvieron que trasladar a los heridos a pie y caminaron durante horas para poder llegar hasta los centros de salud, sin contar que muchos de estos establecimientos ya habían agotado sus reservas debido al aumento repentino de las necesidades", precisó Laetitia Courtois. Para subsanar esta situación, el CICR proporciona medicamentos, equipos y apósitos a los centros de salud rurales. Evacúa a los heridos más graves a los hospitales de Bukavu y Goma, sufraga sus gastos, y hace un seguimiento cotidiano de su situación.
A pesar de los esfuerzos desplegados, las necesidades siguen siendo importantes, sobre todo en lo que respecta al apoyo a las víctimas en el largo plazo. "A principios de enero, una mujer fue testigo del asesinato de sus cinco hijos, antes de ser, a su vez, atacada con arma blanca", explicó Laetitia Courtois. Primero fue trasladada al centro de salud más cercano, antes de que el CICR la evacuara a una estructura más adecuada. Tras dos meses de cuidados intensivos y después de haber sido seguida por los equipos médicos del CICR y acompañada por los voluntarios de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo (RDC), la mujer se recuperó de sus heridas más graves. Hoy, camina de nuevo y pronto se reunirá con familiares encontrados gracias a los esfuerzos de los servicios de búsqueda de la Sociedad Nacional y del CICR.
Niños víctimas de la guerra
Como consecuencia de los enfrentamientos, muchos niños, algunos muy jóvenes, quedaron separados de sus familias. A menudo sus padres han sido asesinados y, en general, los vecinos se han hecho cargo de ellos de manera espontánea. Las personas buscadas, en su mayoría familiares, se encontraban en las zonas afectadas por los combates. Muchos de estos niños han quedado profundamente traumatizados. Algunos han sido testigos de la violencia en sus aldeas, otros han visto cómo han ejecutado a miembros de su familia y otros han sufrido en carne propia la violencia.
Además de la búsqueda puerta a puerta, los equipos del CICR y de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo han utilizado fotografías y las emisoras de radio locales. Los niños separados de sus familias han sido fotografiados sistemáticamente en el momento de registrarse sus datos y se han colocado sus retratos en los centros de alojamiento temporal en Kivu Sur. Gracias a este sistema y a los boletines emitidos periódicamente por las emisoras de radio locales, más de 15 niños han podido reunirse rápidamente con algún familiar.
Para ayudar a las familias a sobrellevar la pérdida de un ser querido, las secciones de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo respondieron muy rápidamente, cuando les fue posible, para ayudar a las comunidades a inhumar los restos mortales y buscar a las personas desaparecidas. El equipo de apoyo psicosocial del CICR intervino de inmediato para brindar apoyo a los voluntarios que efectúan esa difícil labor, organizando sesiones de "primeros auxilios" psicológicos. El equipo llevó a cabo actividades de sensibilización similares destinadas a las comunidades afectadas a través de los servicios de una emisora de radio local, que difundió, en especial, entrevistas con asistentes psicosociales locales sobre las consecuencias que produce la violencia en las personas. El programa se difundirá todos los días durante dos semanas en las zonas de Kamananga y Bunyakiri.
Situación en el este de Kivu Norte, en Uganda y Ruanda
Desde principios de mayo, el CICR y la Cruz Roja de la República Democrática del Congo pudieron evacuar a más de 60 personas heridas como consecuencia de los combates en los territorios de Masisi y Rutshuru. En Masisi, los equipos del CICR realizan actualmente en Kaanja una distribución de socorros para 19.500 personas afectadas por la reciente violencia.
Al otro lado de la frontera, en Uganda y Ruanda, el CICR y las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja de esos dos países colaboran para satisfacer las necesidades de los refugiados congoleños.
En Rwanda, adonde han llegado más de 8.700 refugiados congoleños desde el 28 de abril de 2012, principalmente mujeres y niños, la Cruz Roja Rwandesa y el CICR han permitido que 132 personas hablaran con un familiar que se encontraba en la República Democrática del Congo gracias a los teléfonos puestos a su disposición. Este servicio, utilizado por primera vez en el país, ayuda a compensar la falta de acceso a las regiones de donde provienen estos refugiados. En efecto, esta situación impide al CICR y a la Cruz Roja de la República Democrática del Congo efectuar las actividades de distribución de mensajes de Cruz Roja o la búsqueda de adultos o niños. En el campamento de tránsito de Nkamira, se registraron los datos de más de 40 niños separados de sus familias. Tan pronto como sea posible, se emprenderá la búsqueda de sus familiares.
Desde el inicio de los combates, más de 14.000 refugiados, principalmente mujeres y niños, llegaron al oeste de Uganda. Estas dos últimas semanas, el CICR y la Cruz Roja de Uganda han ayudado a más de 600 personas del centro de Nyakabande y del nuevo centro de acogida para los refugiados de Rwamwanja restablecer el contacto con sus familiares, a través de un servicio telefónico instalado el pasado mes de febrero. También se registraron los datos de 30 niños no acompañados durante el mismo período.
Desde comienzos del año, en las zonas afectadas por la violencia en la República Democrática del Congo, el CICR ha:
- facilitado la evacuación de 127 heridos de guerra y la atención de 156 nuevos heridos en cinco hospitales; el CICR presta con regularidad apoyo a tres hospitales de Kivu Norte y Kivu Sur, que efectuaron más de 3.200 consultas de cirugía, medicina y obstetricia y ginecología, realizaron cerca de 570 intervenciones quirúrgicas y admitieron a más de 2.000 pacientes en medicina interna; durante el mismo período, los otros centros de salud, que también reciben apoyo, en las dos provincias de Kivu, realizaron más de 23.000 consultas curativas;
- brindado su apoyo a más de 42 "casas de escucha" que dan acogida a las víctimas de la violencia, sobre todo violencia sexual, y les ofrecen una ayuda psicosocial;
- organizado cursos de formación en primeros auxilios y de sensibilización sobre el derecho internacional humanitario para los portadores de armas en Kivu Norte;
- facilitado el acceso a los servicios de rehabilitación física para más de 125 heridos de guerra civiles y militares, y ha fabricado y/o distribuido 51 prótesis, 6 órtesis, 100 pares de muletas inglesas y 2 triciclos;
- registrado, en colaboración con voluntarios de la Cruz Roja de la República Democrática del Congo, los datos de 116 nuevos niños no acompañados y 86 niños que han sido asociados con fuerzas armadas o grupos armados, de los cuales 63 y 74, respectivamente, se reunieron con sus familias en las dos provincias de Kivu; en esa ocasión, el CICR entregó a cada niño y a su familia un paquete con ropa, ropa de cama, mosquiteros y víveres;
- puesto a disposición para unas 60 personas que huían de la violencia en Iregabaroni una cocina comunitaria durante 10 días en Lwizi, y ha prestado asistencia a más de 3.260 personas, como parte de sus actividades de asistencia en favor de las personas desplazadas y las comunidades de acogida en Kivu Sur; el CICR también ha distribuido paquetes de artículos esenciales para el hogar a más de 6.400 personas que han regresado a las localidades situadas entre Byombi y Chabene (territorio de Shabunda) y a más de 7.900 personas en Ramba (territorio de Kalehe).
FOTO: © CICR / D. Akkari. Kivu Sur. Dos hermanos que han perdido a su familia en un ataque contra su pueblo se refugian en un centro de acogida temporario.