Oviedo.Ignacio Sánchez.- El octavo presidente del Principado tomó hoy solemne posesión de su cargo en el Palacio de la Junta General, flaqueado por los expresidentes, para los que Javier Fernández tuvo palabras de reconocimiento, así como de recuerdo para los dos ya fallecidos--, el presidente del Parlamento asturiano, el ya expresidente Francisco Álvarez Cascos, la ministra de Fomento, Ana Pastor, el secretario general del PSOE, Rubalcaba, y los líderes de la oposición, Mercedes Fernández y Jesús Iglesias, así como del Ejecutivo saliente.
Fernández, que tuvo una intervención mesurada en el tono, incluso coloquial y cercana en algunos apartados referidos a sus sentimientos personales ante la responsabilidad que hoy asumía plenamente, tuvo también palabras para la ministra ana Pastor en las que reivindicó el Estado de las Autonomías "desde una Comunidad en la que las identidades español y asturiana no se restan, se suman" y en la que "lo que nos falte por recorrer en el camino federal queremos que sea en la dirección de más multilateralidad, más colaboración y más lealtad".
Añadió el presidente que su Gobierno no "sacrificará el interés de los asturianos al enfrentamiento inútil", porque "entre la insumisión y la entrega hay espacio suficiente para que se manifieste el acuerdo, la discrepancia y hasta la rebeldía razonable" aunque "siempre con el horizonte de que la cooperación es el mejor camino"
Claridad, siempre
Javier Fernández finalizó su intervención, en la que hubo ocasión para citar a Ortega, Madariaga, Valentín Andrés y, cómo no, Jovellanos, afirmado que "para un polìtico fotofóbico, comprenderán que ya llevo mucho tiempo expuesto a los focos", pero antes de terminar "quiero aclarar que ese pudor se concilia perfectamente con el añor a la luz plena, a la claridad en las decisiones y en el manejo de los fondos y los asuntos públicos".
Tras asistir a la toma de posesión de Javier Fernández como presidente del Principado, Rubalcaba indicó que “he ido a muchas tomas de posesión en mi vida, y he visto pocos discursos tan buenos” como el que había escuchado de boca de Fernández, una alocución que calificó de “emotiva, personal, honnrada”, y centrada en el empleo. Rubalcaba indicó que Fernández encabezará un gobierno estable, “porque los diputados han entendido que Asturias necesita la estabilidad como el comer” para afrontar la crisis. La crisis, concluyó Rubalcaba, se resuelve “con grandeza y humildad”. Rubalcaba también tuvo palabras de elogio hacia el discurso de la ministra de Fomento, Ana Pastor, que representó al Gobierno en el acto.
Finalizado el turno de intervenciones, el presidente procedió al tradicional saludo en los pasillos de la Cámara, en los que predominaban caras conocidas o anónimas de las distintas familias socialistas, con líderes veteranos como José Ángel Fernández Villa y abundancia de ex altos cargos de las administraciones asturianas, también una nutrida representación de IU, menos abundancia de rostros del Partido Popular y representaciones del empresariado, la iglesia asturiana, encabezada por el Arzobispo, los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, el Delegado del Gobierno, De Lorenzo, el alcalde de Oviedo, Agustín Iglesias Caunedo y, naturalmente, una nube de informadores.
(noticia en elaboración)