La necesidad de combinar austeridad y crecimiento sin abandonar la senda de la consolidación fiscal fue uno de los temas recurrentes mencionados en el debate que tuvo lugar este martes en el pleno del Parlamento Europeo, con vistas a la Cumbre europea sobre crecimiento y creación de empleo de este miércoles en Bruselas. La mayoría de los oradores también abordaron la difícil situación de Grecia, analizando sus raíces y posibles vías de salida.
Nicolai Wammen, que participó en el debate en representación de la presidencia danesa del Consejo, quiso "dejar muy claro" que no existe dicotomía entre austeridad y crecimiento, ya que el segundo no puede darse sin estabilidad económica y fiscal, y además contribuiría a estabilizar las finanzas públicas. Por ello, aportó por una consolidación fiscal "inteligente" que deje espacio al crecimiento.
A su vez, el vicepresidente de la Comisión Europea, Olli Rehn, resaltó que "volvemos a estar en un punto de inflexión en la crisis de deuda", ya que ahora también los Estados están listos para pasar a la acción. El comisario europeo insistió en que no puede haber crecimiento sostenido sin deuda sostenible, ya que "cada euro gastado en financiar la deuda es un euro menos que se invierte". Para terminar, aseguró que la Comisión Europea quiere que Grecia siga en el euro, ya que "la alternativa es mucho peor".
Grupos políticos
Durante el turno de intervenciones de los grupos políticos, la popular holandesa Corien Wortmann-Kool advirtió que no se puede buscar el crecimiento a expensas de la consolidación fiscal sino que "debe asentarse sobre bases sólidas". "Tenemos que restaurar nuestra competitividad, nuestras exportaciones, abordar el desempleo juvenil y asegurar una mejor armonización de nuestras legislaciones".
En nombre del grupo de los Socialistas y Demócratas Europeos, el austriaco Hannes Swoboda declaró que le gustaría que "la misma solidaridad y unidad mostrada a Italia tras el ataque al colegio y el terremoto se viera en relación al empleo, una catástrofe causada por el hombre que se puede enderezar promoviendo la inversión".
Para Swoboda, los griegos deben decidir por sí mismos si quieren permanecer en el euro, aunque matizó que si se forma en Atenas un gobierno con mentalidad reformista, con el que la UE pueda negociar, se podrían discutir medidas para mejorar la situación social en el país.
Críticas
El presidente del grupo liberal europeo, el belga Guy Verhofstadt, quiso remarcar que "la crisis no trata de Grecia u otros países, es una crisis política", debida, a su juicio, a que "los líderes europeos no son capaces de tomar la decisiones adecuadas en el momento adecuado". Consideró asimismo que "lo que necesitamos es una unión económica y fiscal real".
La alemana del grupo de Los Verdes Rebecca Harms fue contundente al afirmar que "Grecia demuestra que el programa de austeridad impulsado por la UE y el FMI es un fracaso que ha situado al país en una espiral de decadencia que amenaza con atrapar a otros Estados miembros, e incluso a toda la UE". Desde su punto de vista, "Grecia debe permanecer en el euro", ya que "es la mejor solución para el país y el conjunto de la UE".
Martin Callanan, del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, declaró que "Europa necesita hacer menos, y mejor", mientras que el británico Nigel Farage, de Europa de la Libertad y la Democracia, opinó que "se suponía que el euro crearía crecimiento y empleo, pero los está destruyendo". Para Farage, "Grecia fuera del euro podría ser una inspiración para España, Portugal y otros países".
Sin embargo, la alemana del grupo de la Izquierda Unitaria Europea/Izquierda Verde Nórdica Gabriele Zimmer aseguró que "la economía griega sufre debido a las medidas de austeridad".
FOTO: Oradores intervinientes en el debate del Parlamento Europeo