Interpelación del senador de FORO Isidro Martínez Oblanca al Ministro de Hacienda y Administraciones Públicas
Señor Presidente, señor Ministro:
El viernes 11 de mayo, cumpliendo estrictamente plazos e instrucciones, el Consejo de Gobierno del Principado de Asturias remitió su Plan Económico Financiero 2012-2014 al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas para su examen por el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Al día siguiente, mediodía del sábado 12 de mayo, apenas unas horas después de depositarse en Madrid el Plan de Asturias, el Ministerio difundió una nota a través de su Gabinete de prensa en la que se informaba del encargo a la Abogacía del Estado y a la Intervención General para que se estudiase la aplicación en Asturias de la Ley Orgánica de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera ante la -cito textualmente- “imposibilidad” de que esta Comunidad cumpliese los objetivos de estabilidad.
La amenazadora nota del Ministerio atribuyó literalmente a la situación política de Asturias y a la existencia de un gobierno en funciones, la falta de garantías para adoptar medidas en pos del cumplimiento del objetivo de estabilidad.
Esta nota es, repito, del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas. Por su tenor, podría ser perfectamente del Gobierno intervencionista y prepotente de la confiscadora Cristina Kirchner, pero no hay que irse tan lejos, ni cruzar el charco: es del ministro Cristóbal Montoro.
Pongo la diana en la Compañía Repsol... ¡la intervengo! Pongo la diana en la Comunidad de Asturias... ¡la intervengo! De Cristina Kirchner a Cristóbal Montoro. De amenaza a amenaza. De intervención a intervención.
El modus operandi es idéntico. Análogo. Se inicia desde el Gobierno una campaña de hostigamiento, de insinuaciones, de falsedades; se siembran y se hacen caer todas las sospechas posibles sobre el objetivo y, finalmente, se incumple la Ley.
Este cuerpo del delito con membrete de su Departamento de Hacienda, Amenazas, Intervenciones y Administraciones Públicas es, señor ministro, un disparate, un despropósito y un atropello. Causa asombro, mírese por donde se mire. Jamás se había llegado a semejante falta de respeto y de desatino, a tamaña agresión y a tan tremebundo intento de intimidación hacia una Comunidad Autónoma.
El aviso conminatorio del Ministerio fue complementado al día siguiente, domingo, por el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy y por usted mismo que, estentóreamente, lo remachó proclamando la exigencia de que Asturias resolviese sus “cuitas internas” en relación con el proceso de investidura del nuevo Gobierno autonómico y el desarrollo del Plan Económico Financiero.
Para cuitas internas y externas las de su Gobierno, señor Montoro, que sale a varias al día y en todos los terrenos, en los propios y hasta en los ajenos.
Lejos de despejar dudas y corregir el desatino sobre Asturias, usted se sumó entusiasta a la estridencia y a los infundados planteamientos urdidos desde el Gobierno y divulgados desde el Gabinete de Prensa de su Ministerio.
Gobernar es también una cuestión de modales y hacerlo de esta manera denota muy malos modales. Los mismos malos modales que el pasado mes de Abril consagraron los métodos de Cristina Kirchner tras el proceso que desembocó en la intervención de Repsol-YPF en Argentina. Exactamente los mismos, pero aquí en versión del Gobierno Rajoy, edición puesta al día.
En ningún momento se cuestionó alguno de los parámetros del Plan Económico Financiero presentado por el Principado. En ningún momento se ofreció dato alguno que justificara el afán del Ministerio para movilizar a la Abogacía del Estado y a la Intervención General.
Aquí se tiró de nota amenazante, intimidatoria y premeditada. Una nota pre-elaborada porque en cuestión de horas es imposible que el Ministerio pudiera hacer una evaluación seria y rigurosa del Plan Económico Financiero de Asturias.
Señorías:
Poco más de dos semanas después de publicarse en el Boletín Oficial del Estado la Ley Orgánica 2/2012, de 27 de Abril, de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, el Gobierno que la promovió ha hecho trizas una parte sustancial de su contenido.
El preámbulo de la Ley destaca como novedad la inclusión, respecto a anteriores instrumentos legislativos, del principio de lealtad institucional “como principio rector para armonizar y facilitar la colaboración y cooperación entre las distintas administraciones en materia presupuestaria”. Casi con la tinta fresca de su publicación en el BOE, se ha destrozado el espíritu y la letra de la Ley y se ha infligido un daño irreparable a la Comunidad Autónoma del Principado de Asturias y a los asturianos con un ataque arbitrario, humillante y muy lesivo. El descrédito provocado no conoce límites nacionales o internacionales porque difundir desde el Ministerio la falsa información tiene efectos devastadores sobre el rating y añade encarecimiento de la financiación a corto y a largo plazo. El perjuicio a Asturias es brutal.
El Capítulo Segundo de la citada Ley, relativo a los Principios Generales, ha quedado convertido en papilla por el Gobierno. Basta repasar el artículo 9, titulado “Principio de Lealtad Institucional”, en cualquiera de sus cinco apartados para certificar el disparate antidemocrático, ilegal, intervencionista y kirchneriano que lleva el membrete del Ministerio.
Señor Montoro, con semejante proceder, consistente en difundir notas amenazadoras en las que se falsean los datos o se insinúan incumplimientos, sin ninguna base, ¿donde está el respeto en el ejercicio legítimo de las competencias atribuidas al Estado? ¿Donde está la ponderación? ¿Cuando ha prestado el Gobierno la cooperación?¿Cuándo, en todo este infausto episodio, la asistencia activa al Principado de Asturias?
Señor Montoro, por aquello de buscarle algún atenuante, ¿en su Ministerio se han leído esta Ley?
El Consejo de Gobierno del Principado de Asturias ha presentado unas cuentas como consecuencia de la política de ajuste económico que asumió por iniciativa propia tras su toma de posesión en Julio de 2011. Un ajuste que se continuó tras la prórroga presupuestaria impuesta tras el veto a la Ley impulsado por el PP y apoyado de forma entusiasta por el PSOE. La consecuencia de este doble ajuste en el Principado es que Asturias es la única Comunidad Autónoma -repito, la única- que presenta superávit presupuestario. No hay, por tanto, ni un solo elemento de preocupación sobre las cuentas del Principado y sobre el control del gasto que está llevando a cabo. No puede existir duda alguna porque, además de cumplir con los objetivos, control, ajuste y límite del déficit, Asturias ha podido afrontar de forma prioritaria el mantenimiento de los gastos sociales en Educación y Sanidad frente a otras atenciones no esenciales.
Usted ha decidido que para recortar el déficit hay que recortar en Sanidad y en Educación, pero en FORO somos partidarios de recortar en servicios no esenciales, por ejemplo en el ámbito de la televisión. Explíquenos porque es mejor para los ciudadanos menguarla Sanidad y la Educación que las televisiones públicas. Explíquelo, por favor. En FORO no vamos a aceptar esto.
El Plan Económico Financiero del Principado no tiene nada que ocultar, ni tiene ningún problema y por eso, ante las amenazas de comisionar interventores generales y ante esta estratagema vertida por el Gobierno a través de su Ministerio, el presidente del Gobierno de Asturias se dirigió inmediatamente al Vicepresidente europeo y Comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, señor Olli Rehn, para que tenga un conocimiento preciso y exacto del Plan Económico Financiero que presentó y desmentir con datos certeros, rigurosos y serios la amenaza divulgada desde el Ministerio.
Aun así, con un Plan asturiano intachable, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, lo consideró hace cinco días como “no idóneo” y se atribuyó la decisión de rechazarlo a una cuestión coyuntural como “paso anticipado en función de la circunstancia política”. Aquí está el quid del asunto.
¿Qué se camufla tras esta estratagema dolosa, desleal, lesiva y dañina hacia Asturias y los asturianos? ¿Qué se esconde tras este ataque al Estado de Derecho? Pues se esconde el intervencionismo del Gobierno, pero no el intervencionismo sobre las cuentas públicas autonómicas asturianas. No, no, no. Aquí se camufla el intervencionismo político sobre el proceso de elección del nuevo Gobierno autonómico tras los resultados del 25 de Marzo. El intrusismo, la injerencia y la interferencia política para impedir que FORO renovase la presidencia del Principado un año después de conseguir una histórica mayoría parlamentaria en la Junta General del Principado.
Señor Montoro, el intrusismo y la interferencia ha dado su resultado. Su Gobierno ha obtenido una “enorme victoria pírrica”.
Precisamente esta misma mañana dio comienzo en la Junta General del Principado el debate de investidura del nuevo Gobierno. Y desde Madrid se ha hecho lo imposible y lo nunca visto para sabotear las posibilidades de que FORO obtuviese nuevamente la presidencia. Ese era el objetivo y esa era la esencia de esta inaceptable amenaza de intervención cometida sobre Asturias por el Ministerio de Hacienda. La amenaza dio sus frutos y, en cuestión de horas, gobernará en Asturias el Partido Socialista. ¡Qué exitazo, señor Montoro!
Además y como complemento de su estrategia, ha conseguido que Izquierda Unida tenga representación en esta Cámara... y ya se sabe lo que piensa Izquierda Unida de su política económica, de sus presupuestos y del Gobierno en general. Bueno, pues ahora también se lo van a contar y votar aquí. ¡Qué triunfo, señor Montoro!
Si de verdad le hubiesen preocupado las cuentas de Asturias, el ministro Montoro no hubiese respaldado -como sí lo hizo- el rechazo a la Ley de Presupuestos del año 2012 que impulsó el Partido Popular y que contó con la ayuda cómplice del Partido Socialista. Un veto que, en términos económicos, ha supuesto la prórroga de los presupuestos que han arrastrado a la región a tener el segundo peor crecimiento en la última década entre todas las Comunidades españolas, a ser la Autonomía con la tasa de actividad más baja de España, 51,72 %, a los injustificables sobrecostes mil millonarios que han arruinado nuestra competitividad, a las fastuosas inauguraciones de cartón piedra, a los ruinosos chiringuitos, a la corrupción, al paulatino desmantelamiento y cierre de empresas e industrias de larguísima trayectoria, a las cifras de paro más altas de nuestra historia y a la marcha fuera de Asturias de miles de jóvenes calificados como “leyendas urbanas” porque se llegó a afirmar que era imaginario que se fuesen más allá del Pajares. Somos, como expresión de decadencia, la única Comunidad Autónoma con la población estancada y envejecida en los últimos diez años.
¿Se imagina usted que hubiese prosperado cualquiera de los vetos presentados a la Ley de Presupuestos presentada por su Gobierno y que está tramitándose actualmente en las Cortes Generales? Equivaldría a prorrogar automáticamente el último de los presupuestos del Gobierno Zapatero, el de los cinco millones de parados, el de la herencia, el de los engaños por los que ustedes claman constantemente desde esta tribuna parlamentaria.
Pues eso es lo que ha pasado en Asturias con su inefable concurso, señor Ministro. Y eso es lo que ha arrastrado a que en Asturias sigan hoy vigentes los calamitosos presupuestos de 2011, es decir los presupuestos socialistas y comunistas, como gusta conceptuar la nueva líder regional de su partido. Un partido que hace un año los rechazó por impresentables, pero en Enero se los impuso a FORO y a los asturianos.
Ello no significa -pese al tremendo lastre de tener que gestionar unos presupuestos con semejante carga- que no se estén corrigiendo en Asturias los desequilibrios presupuestarios o que no se estén aplicando acertadamente los instrumentos autonómicos para corregirlos. De hecho, Asturias ni es la Comunidad que más déficit presentó en 2011, ni tiene el nivel de endeudamiento de otras regiones, ni su gobierno se ha sumado a las Comunidades que ya han anunciado públicamente que no van a cumplir el objetivo del déficit.
Contrariamente al análisis del Consejo de Política Fiscal y Financiero que usted preside y que el pasado jueves lo tuvo todo, exclusivamente, de Político, el actual Consejo de Gobierno del Principado de Asturias ha hecho bien las cosas. Sin embargo -a la vista está- tiene en su ficha el ominoso crimen de haber conseguido gobernar en Asturias tras las elecciones de Mayo de 2011, precisamente enla fecha en la que en toda España, en todas las Comunidades Autónomas donde se celebraron elecciones, se produjo una gran marea de votos en favor de las candidaturas del Partido Popular.
Asturias fue la excepción en aquella gran marea azul reflejada aquí, en esta Cámara Alta, con la presencia de una gran mayoría de senadores populares (28 de ellos por designación autonómica) y, FORO, un partido recién creado, consiguió la mayoría parlamentaria y la oportunidad de gobernar.
Desde entonces, hoy hace justamente un año, el PP no ha asimilado la realidad del cambio político en Asturias. La secuela del malestar se ha puesto en evidencia a lo largo de siete meses con bloqueos parlamentarios sistemáticos de populares y socialistas e incluso después de la convocatoria de elecciones el 25 de Marzo, reiterándose ante la posibilidad aritmética de que FORO volviese a presidir el Principado con el apoyo parlamentario de los diputados del PP y del único diputado de UPyD, junto con los del propio FORO.
Y para cercenar esa posibilidad, el Gobierno de Rajoy a través de su Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, ha interferido en las negociaciones políticas de cara al proceso estatutario de investidura para elegir presidente autonómico. Lo ha hecho con una amenazante nota de prensa, inaceptable, incumplidora de la Ley y lo ha consumado con una decisión del Consejo de Política Fiscal y Financiera que pone en cuestión de forma falsa, arbitraria y manifiestamente injusta, carente de todo rigor, las medidas del Principado de Asturias para la contención del gasto y para garantizar los ingresos.
Reconvertir la Administración, el Gobierno, el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, el Consejo de Política Fiscal y Financiera y hasta los Gabinetes de Prensa en una herramienta al servicio no del Estado, sino de los intereses partidistas y partidarios, es un indicador de pésima salud democrática y un signo revelador de que al frente del Gobierno de España se ha instalado el descrédito.