Un 32% tiene responsabilidades familiares: la mitad mantiene su hogar gracias a su trabajo
Por ethic.-¿Quién subestimó las capacidades de las personas con discapacidad? Centrémonos en el grupo de las que tienen responsabilidades familiares. Las cifras hablan solas: casi la mitad de ellas son el único sustento de la economía familiar, bien porque su cónyuge está en paro (87,3%) o bien porque no tienen pareja ni ninguna persona cercana en quien apoyarse (12,7%).
Así, nos encontramos con que un 48,6% de las personas con discapacidad, con responsabilidades familiares, no comparte éstas con nadie y son el único sostén de la economía doméstica. A la luz de estos resultados, queda patente que las personas con discapacidad son una fuerza laboral de incuestionable valor en tiempos de crisis.
“El próximo 15 de mayo se celebra el Día Internacional de la Familia, conmemoración que nos invita a reflexionar sobre las familias que más dificultades están atravesando en tiempos de crisis. No hay que olvidar que en el primer trimestre de 2012, los hogares con todos los miembros en paro han alcanzado la friolera de 1.728.400“, explica el director de la Fundación Adecco, Francisco Mesonero.
Esta entidad se ha querido detener en un grupo que habitualmente encuentra más dificultades tanto en su vida personal como en la laboral: las personas con discapacidad, y más en concreto, aquéllas que tienen responsabilidades familiares.
Para ello, se ha realizado una encuesta a 782 personas con discapacidad, de entre 18 y 60 años, de los cuales, un 32,2% cuenta con responsabilidades familiares. La mayoría de ellas son mujeres (57,4%), y la discapacidad más habitual es la física (70,3%), seguida de la sensorial (20,1%), la orgánica (5%) y la psíquica (4,6%). Asimismo, la mayoría tiene entre 36 y 45 años (72,3%), seguido de un 18,2% que tiene más de 45 años y un 9,5% que tiene entre 18 y 35 años.
¿Y cuáles son las responsabilidades familiares no compartidas más habituales? Para más de la mitad (66,4%) son los hijos, seguidos de los padres, con un 18,5%. Por otra parte, un 15,1% afirma que su pareja depende económicamente de él o ella.
Más preocupante es el hecho de que, a pesar de ser el único sustento económico, un 46% de las personas con discapacidad con responsabilidades familiares no compartidas, se encuentra en situación de desempleo y casi la mitad de ellas (47,8%) lleva más de un año sin trabajo, es decir, es de larga duración. Dentro de las personas sin trabajo, la mayoría (32,2%) no está cobrando el paro, frente a un 7,8% que sí recibe esta prestación.
Por suerte, un 54% de las personas con discapacidad con responsabilidades familiares no compartidas sí tiene empleo actualmente, casi todos ellos a jornada completa (71,3%), frente a un 28,7% que trabaja a tiempo parcial.
Dentro del grupo de los que tienen jornada completa, el 45% demanda más medidas de conciliación, frente al 55% que está satisfecho con las actuales, siendo el horario flexible (80%) y la jornada intensiva (70%) dos de las medidas más habituales.
Es de destacar el hecho de que un 27,9% de las personas con discapacidad y responsabilidades familiares, que trabajan, no ha comunicado su discapacidad a la empresa, bien porque no ha surgido (18%), o bien por temor o inseguridad (9,7%).