El libre comercio, "oportunidad única" para las nuevas democracias

El libre comercio, "oportunidad única" para las nuevas democracias

Parlamento Europeo.-Los países de la Primavera Árabe pusieron fin a los regímenes autoritarios que los regían hace ya un año, pero el proceso democrático continúa. También se enfrentan su transformación en sistemas de libre comercio, y la Unión Europea se ha comprometido a ayudarlos. El eurodiputado liberal Niccolò Rinaldi presenta en un informe la estrategia para consolidar la democracia y promover la estabilidad económica de estos países, que será debatido y votado por el pleno del PE este miércoles.

 

Señor Rinaldi, ¿cómo puede el libre comercio contribuir a consolidar la democracia y a promover la estabilidad de los países que fueron escenario de la Primavera Árabe?


Tradicionalmente, el comercio en estos países ha estado en manos de grandes empresas, y la riqueza que se ha generado se ha repartido entre pocas personas. Tenemos que utilizar el libre mercado como forma de democratización de la economía, que beneficie, además, a las PYMEs. Tenemos que aprovechar este potencial y crear mejores condiciones de mercado para que más personas puedan de establecer relaciones comerciales con la Unión Europea.

 

Para la Unión Europea, lo que está sucediendo en los países de la Primavera Árabe es de gran importancia, es un reto que permitirá valorar si la Unión es capaz de aplicar en estos países de las nuevas disposiciones comerciales del Tratado de Lisboa sobre creación de empleo, fomento de la inversión y desarrollo de las PYME.

 

Tenemos todos los mecanismos necesarios a nuestra disposición, por lo que el éxito depende de nosotros. El libre comercio es una oportunidad única para fortalecer el proceso democrático. El impacto actual del comercio europeo con los países del sur del Mediterráneo es limitado, si se compara con su potencial.


¿Cómo garantizar oportunidades comerciales sin ser cómplices de violaciones de derechos humanos? ¿Es suficiente fortalecer la normativa sobre derechos humanos en los acuerdos de libre comercio?


Las cláusulas sobre los derechos humanos siempre han estado ahí, el problema es que nunca se han aplicado, al menos no de forma total. Hemos tenido relaciones comerciales con Egipto, gobernado por Mubarak, y con Túnez, de Ben Ali, las cláusulas de derechos humanos estaban allí, y no se respetaron.

 

Sin duda, seguirán existiendo las cláusulas de derechos humanos en nuestros acuerdos comerciales. Con todo, el nuevo reto al que nos enfrentamos es el de diseñar un mercado comunitario al que pueda acceder la gente de a pie. De esta forma  se podrá liberalizar realmente la economía: habrá más actores que participen en el mercado, no sólo las grandes empresas.

 

Este sería un valor añadido al desarrollo de los derechos humanos, ya que permitiría difundir el espíritu empresarial entre todas las capas sociales de los países que vivieron la Primavera Árabe.


Hay Estados miembros en los que se ve con preocupación las ayudas agrícolas a países del sur del Mediterráneo, como son  las reducciones arancelarias. ¿Puede existir un equilibrio entre el desarrollo de la agricultura de la UE y el de las nuevas democracias? 


Lo cierto es que es difícil para los agricultores europeos competir con los precios que ofrecen las grandes empresas del sur del Mediterráneo. Con todo, los pequeños agricultores de esta zona deben poder tener relaciones comerciales con la Unión Europea. Esto es mucho menos amenazador para los agricultores europeos, porque estamos hablando de empresas pequeñas.


Nuestras relaciones comerciales con los países del sur del Mediterráneo se han centrado en la agricultura, y los agricultores europeos han sufrido las consecuencias, no es justo. Tenemos que diversificar nuestra relación comercial mediante el desarrollo de las PYME, para se amplíe la variedad de productos. Esto aliviaría la carga de los agricultores europeos.

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