GINEBRA, (ACNUR) – Desde 2004, la agencia de la ONU para los refugiados ha venido ejecutando el programa de Medidas de Generación de Confianza, que permite el establecimiento de un contacto directo entre familias separadas del Sahara Occidental y facilita su reencuentro.
El programa prevé vuelos semanales gracias a los cuales los refugiados saharauis que viven en los campamentos de Tinduf, en una zona árida y ventosa en el oeste de Argelia, se pueden reunir por un breve período con sus familiares que viven en el territorio del Sahara Occidental. En lo que ha llegado a ser una de las situaciones de refugiados más prolongadas del mundo, los saharauis comenzaron a llegar al oeste de Argelia en 1976, poco después de que España se retirase del Sahara Occidental y estallaran las luchas por su control.
Para asegurarse de que muchas más personas puedan beneficiarse de los vuelos de reunión familiar, ACNUR a principios de este mes comenzó a utilizar un avión más grande, un Boeing 737, entre Tinduf y algunas ciudades en el Sáhara Occidental. Georges-Patrick Menze, en calidad de jefe ejecutivo del programa de Medidas de Generación de Confianza, habló al editor web de ACNUR Leo Dobbs sobre las visitas familiares. Se ofrecen extractos de la entrevista:
Cuéntanos sobre el Programa de Medidas de Generación de Confianza
El programa es implementado por ACNUR para facilitar el intercambio de visitas entre familias saharauis separadas - aquellos en los campamentos de refugiados en Argelia y sus familiares en el territorio de Sahara Occidental. El principal objetivo del programa es darles la oportunidad de reencontrarse y aliviar el sufrimiento causado por la separación familiar.
El programa se inició en 2004, después de ser adoptado un plan de acción entre el Frente Polisario [que representa a muchos refugiados saharauis] y el Reino de Marruecos. Argelia es el país de acogida para los refugiados saharauis.
El objetivo del programa es mitigar el efecto de dicha separación prolongada en familias que no se han visto durante mucho, mucho tiempo. Además de esto, está dirigido también a romper el aislamiento y crear un ambiente adecuado para contribuir a la búsqueda de soluciones.
¿Cuáles son estas medidas para el estímulo de la confianza?
Hemos llevado a cabo una serie de actividades desde el año 2004. En primer lugar están las visitas de reunión familiar. Contamos también con un servicio telefónico gratuito para que los refugiados en los campamentos de Tinduf puedan llamar y estar en contacto con sus familiares en el territorio. Además, hemos impartido un seminario sobre la cultura Hassaniyah, que tuvo lugar por primera vez el año pasado en [la isla portuguesa de] Madeira. Saharauis de ambos lados participaron y discutieron sobre la cultura Hassaniyah, las tradiciones y el patrimonio de los saharauis. Fue muy provechoso.
En una reunión celebrada recientemente sobre el programa de Medidas de Generación de Confianza [en Ginebra entre ACNUR y los representantes del Frente Polisario, Argelia y Marruecos], los participantes estuvieron de acuerdo para discutir la introducción de nuevas actividades, especialmente el uso de nuevas tecnologías como Internet.
Cuéntanos más acerca de las visitas familiares
Por el momento, estamos llevando a cabo tales visitas familiares por vía aérea. Las familias son seleccionadas para viajar desde los campamentos de refugiados cercanos a Tinduf al territorio de Sahara Occidental y viceversa.
El avión recoge a las familias en las ciudades del Sahara Occidental de Laayoune, Smara, Dakhla, Awserd y Boujdour. Los campamentos de Tinduf tienen nombres similares. Las visitas familiares normalmente comienzan el miércoles. Se traslada a los refugiados desde su campamento al aeropuerto de Tinduf, en donde toman un vuelo con destino a las ciudades en el territorio. Los del campamento de El Aaiún, van a la ciudad de El Aaiún y un acuerdo similar existe para los que marchan en sentido contrario. Las familias permanecen unidas durante cinco días. En el campamento tanto las familias locales como los viajeros reciben una subvención de ACNUR.
Los aviones Antonov que hemos utilizado son fletados de la MINURSO [Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental]. El número promedio de personas transportadas por vuelo es de 30 [a frente de las más de 180 de un Boeing 737]. Se estima que unos 13.000 de los 43.000 refugiados registrados en Tinduf han sido beneficiados hasta ahora.
¿Cree usted que los saharauis aprecian el programa CBM?
Sí, lo estiman, es muy popular entre la población de ambos lados. Tienen altas expectativas de este programa y es muy conmovedor ver reunidas a las familias. Ves a la gente con lágrimas, porque no se han visto durante un largo periodo de tiempo y pensaron que nunca lo harían. El año pasado, un hombre de 45 años de edad viajó a Tinduf para ver a su madre y a otros miembros de su familia, que habían estado viviendo allí durante décadas. Llegó, pasó unas horas y a continuación murió la madre. Fue una despedida. Usted encontrará muchas historias como ésta. Así que es un programa con un valor sustancial para los saharauis. Se les ofrece algo importante a personas que no saben si van a salir de los campamentos.
¿Es probable algún cambio importante inmediato?
Estamos en una situación de statu quo. Así ha sido durante varios años… La mayoría de los refugiados que conozco tienden a decir que son olvidados.
FOTO: © ACNUR/ F.Faust