Por MSF.-El agua y la comida escasean en Biltine, una ciudad del este de Chad, y a algunas familias solo les quedan dos semanas de reservas de alimentos. Las tasas de desnutrición infantil van en aumento en este país de la franja africana del Sahel, mientras otras zonas sufren el azote del sarampión y una mortífera epidemia de meningitis.
Incluso en un buen año, muchas personas luchan en Chad para conseguir suficiente comida durante el periodo de escasez entre cosechas, que se extiende de abril a septiembre, y miles de niños contraen desnutrición. Pero nadie espera que 2012 sea un buen año. Las pocas lluvias de 2011 han causado un aumento imparable de los alimentos. Según el Ministerio de Agricultura chadiano, los precios son casi un 25% más altos que durante el mismo periodo del año pasado. En Chad, como en otros países del Sahel, basta una pluviosidad media inferior a lo normal o unos precios de los alimentos superiores a la media para que parte de su territorio quede sumido en una profunda crisis nutricional.
Escasea el agua y la comida
En la ciudad de Biltine, al este de Chad, algunas personas ya casi han agotado sus reservas de alimentos. “Muchas familias solo tienen reservas para medio mes y han tenido que reducir el número de comidas diarias”, explica el Dr. Kodjo Edoh, coordinador general de MSF en Chad. “La variedad de alimentos también es menor”, añade.
En la zona de Biltine no solo escasean los alimentos, sino también el agua. “Algunas personas tienen que caminar más de siete horas para ir a buscar agua”, afirma el Dr. Edoh. “Es algo muy preocupante, ya que la escasez de agua está directamente relacionada con la desnutrición infantil”.
En febrero, un equipo de MSF detectó que el 25% de niños menores de 5 años en Biltine padecía desnutrición aguda. Como respuesta, la organización puso en marcha un programa nutricional de emergencia en abril, en el que solo durante la primera semana ya se admitieron 67 niños para tratamiento, ocho de los cuales estaban tan desnutridos que están recibiendo atención hospitalaria intensiva. El programa estará operativo los próximos nueve meses.
“Nuestra prioridad es reducir la tasa de mortalidad de uno de cada cuatro niños menores de 5 años con desnutrición aguda, proporcionándoles atención médica y alimentos terapéuticos”, añade el coordinador de MSF, que espera que el Programa Mundial de Alimentos empiece las distribuciones generales de alimentos a la población de Biltine lo antes posible. “La necesidad de estas distribuciones es real y apremiante. Tenemos que impedir que el 75% restante de los niños también contraiga desnutrición”.
Brotes de sarampión y meningitis
En gran parte de Chad, el acceso a la atención sanitaria es muy limitado, lo que aumenta la vulnerabilidad de la población tanto a la desnutrición como a brotes de enfermedades infecciosas. En la subprefectura de Am Timam, en el sureste del país, donde MSF trabaja desde hace tiempo, la tasa de desnutrición también se ha disparado y se está viendo agravada por un brote de sarampión. “Entre enero y marzo de este año, hemos tratado a 1.600 niños desnutridos, casi el doble que el año pasado. Si a esto se le une el sarampión, la situación puede ser muy seria, ya que esta enfermedad contribuye a la desnutrición infantil”, explica el Dr. Edoh.
Por otra parte, se ha reportado un aumento de casos de meningitis en 12 distritos de Chad, con brotes declarados en siete de ellos, incluida la zona de Am Timan. Hasta finales de abril se han registrado 3.190 casos de meningitis y 145 fallecimientos por esta enfermedad en el país. MSF ha organizado campañas de vacunación en las zonas de Oum Hadier, Moissala, Massakory y Lere, beneficiando a unas 640.000 personas de edades comprendidas entre 1 y 30 años. La organización también proporciona suministros médicos y tratamiento a las personas afectadas.
Nadie espera que 2012 sea un buen año para Chad, pero los equipos de MSF están haciendo todo lo que pueden para impedir que sea todavía peor.
FOTO: Programa nutricional en el distrito de Yao, Chad. Abril 2012. © Andrea Bussotti/MSF