Parlamento Europeo.-La inmigración no debe ser utilizada como motivo para restablecer controles en las fronteras interiores del espacio Schengen. La comisión de Libertades del PE apoyó el 25 de abril un informe que dice que los controles fronterizos interiores sólo deben utilizarse en última instancia. El documento redactado por la eurodiputada liberal rumana Renate Weber también pide a los países que consulten con la Comisión antes de tomar cualquier decisión. En esta entrevista, Weber explica su posición.
Señora Weber, ¿cómo valora el resultado de la votación de la comisión parlamentaria de Libertades Civiles?
Es un informe muy importante que ahora debe negociase con el Consejo, pero estoy muy satisfecha. El hecho de que se haya aprobado significa que todos valoramos la libre circulación dentro del espacio Schengen y queremos conservarla.
La votación de la comisión parlamentaria de Libertades Civiles ha dejado muy claro que no queremos que otras circunstancias extraordinarias limiten la libre circulación, más allá de las que ya existen. Por ejemplo, esta comisión no está de acuerdo con el hecho de considerar los movimientos migratorios como una amenaza a la seguridad nacional y que ello permita la reintroducción de controles fronterizos.
La mayoría de mis compañeros están también de acuerdo con la necesidad de fomentar un acercamiento conjunto cuando se vuelva a debatir sobre los controles fronterizos.
¿Le preocupa que los Estados miembros reestablezcan unilateralmente los controles fronterizos internos, sin respetar, por tanto, el mercado único y la libertad de movimientos de los ciudadanos de la UE?
No es sólo lo que un Estado miembro haga, sino también cómo afecta esta decisión a los demás países. Por esta razón, los debates conjuntos son necesarios. Estamos juntos en esto y tenemos que trabajar de la mano y consultar antes de tomar decisiones.
Si podemos convencer al Consejo y continuar con nuestra decisión, cada Estado miembro estaría obligado a debatir con la Comisión Europea y los demás países antes de tomar cualquier decisión. Conjuntamente se valoraría si esta es la decisión es la más adecuada.
La única excepción es, por supuesto, cuando ocurren sucesos imprevisibles como una amenaza terrorista. En tal circunstancia el Estado miembro tiene diez días para reintroducir controles fronterizos, pero después de este tiempo tiene que seguir con la libre circulación.
¿Qué tipo de amenaza justificaría el restablecimiento temporal de las fronteras interiores?
Hemos mencionado en el informe que tiene que tratarse de una amenaza grave e inminente. No queremos que un Estado miembro tome una decisión tan radical si no se trata de un problema serio.
La reintroducción de los controles fronterizos es el último recurso. Normalmente, los Estados miembros deben ser capaces de gestionar todas estas situaciones con mecanismos democráticos normales.
