Por UJI.-El personal sanitario de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) está en contacto continuo con el sufrimiento y la muerte, lo que les produce una carga psicológica que hace que el porcentaje de depresión alcance un 20%, el de ansiedad un 7%, el riesgo de que padecer fatiga por compasión un 12% y el síndrome burnout un 3%. Así lo refleja un estudio de la Universidad Jaume I de Castellón.
Para la realización del estudio “Estado emocional de los profesionales sanitarios en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI’s): factores moduladores” los investigadores de la Universidad Jaume I de Castellón han evaluado a 117 profesionales sanitarios de la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Castellón, para analizar aspectos como la ansiedad y la depresión –los factores que más estrés les producen –, la fatiga compasiva o el síndorme burnout.
Los trabajadores han destacado que los elementos que mayor estrés les generan son la sobrecarga de trabajo o la falta de recursos humanos para cubrir las necesidades. Además, señalan otros factores relacionados con características especiales del trabajo en una UCI, tales como la necesidad de tomar decisiones de manera rápida, las consecuencias que se pueden derivar de estas decisiones, la presión temporal, la falta de descansos reglados o la desvalorización de la profesión.
"Sería interesante tratar de desarrollar estrategias de prevención e intervención"
“Estos factores son, a priori¸ difíciles de cambiar, pues no son personales sino que vienen impuestos por el contexto. Sin embargo, sería interesante tratar de desarrollar estrategias de prevención e intervención que, posiblemente, permitieran mejorar la percepción que se tiene sobre éstos y su afrontamiento. Por supuesto, estos datos también denuncian la falta de recursos con que cuentan nuestros profesionales”, resalta Rafael Ballester, coautor del estudio.
Una vez conocidos los factores que influyen en el malestar emocional del los profesionales, los investigadores creen que ésta intervención debería incluir, entre otros, aspectos como la psicoeducación, generar posibilidades de descarga emocional, fortalecer los vínculos interpersonales entre los miembros del grupo y el entrenamiento en técnicas psicológicas que les ayude a afrontar el impacto emocional que les genera su actividad diaria.
Estar quemado o con dificultades para expresar sentimientos
La investigación revela que alrededor de un 12% del personal de la UCI está en riesgo de padecer fatiga por compasión, es decir, que pueden llegar a tener dificultades para experimentar sus propios sentimientos, desesperanza, impotencia y rabia en respuesta al estrés que padecen por ver a sus pacientes pasando por situaciones médicas graves.
Por otra parte, un 3% presentan riesgo de padecer burnout o síndrome de estar quemado. Se trata, según explica la investigadora Sandra Gómez, “de la sensación de agotamiento, decepción y perdida de interés por la actividad laboral, que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones de servicios, como consecuencia del contacto diario con su trabajo”.
El estudio también considera la satisfacción que les aporta a los profesionales el hecho de ayudar a otros. Así, “los sanitarios de la UCI se encontrarían en un nivel medio de satisfacción con la compasión que ofrecen a los pacientes. En cuanto a las variables demográficas, son las mujeres las más satisfechas y el personal médico el menos satisfecho y el que más riesgo de fatiga por compasión presenta en comparación con el personal de enfermería”, asegura Gómez.
Imagen: SINC.