Un equipo internacional de científicos, con participación española, ha descubierto que la enzima LSD1 controla el equilibro entre la renovación y la diferenciación de las células madre embrionarias humanas. El hallazgo abre nuevas posibilidades en la medicina regenerativa.
“Es como un guardián que vigila que las células madre embrionarias no se diferencien en otras células o tejidos, pero que a la vez las mantiene preparadas para diferenciarse hasta que llega el momento adecuado”, explica Antonio Adamo, autor principal del estudio e investigador del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB).
El científico define así a LSD1, una enzima modificadora de histonas (proteínas celulares reguladoras de la organización del material genético). El estudio, publicado hoy en Nature Cell Biology, revela que esta enzima controla el balance entre la auto-renovación y la diferenciación de las células madre embrionarias humanas.
Según los científicos, este conocimiento resulta fundamental para el desarrollo de nuevas estrategias que permitan obtener tipos celulares útiles para la medicina regenerativa.
Control de la expresión
La enzima LSD1 conserva los genes de diferenciación dentro de los límites y evite que su expresión se dispare de forma inadecuada. Este proceso se consigue con un balance de marcas epigenéticas, en el que LSD1 tiene un papel preponderante. Las marcas ajustan la actividad de los genes y son claves para determinar la identidad celular.
El próximo paso será estudiar la función de esta enzima durante la diferenciación en diferentes tejidos. Los científicos sospechan que pueda tener también un papel importante en la diferenciación de las células madre embrionarias humanas.