- El control aéreo de Asturias debe permanecer en Asturias, porque las condiciones meteorológicas y orográficas de la región hacen que sea necesario controlar localmente las aproximaciones si se quiere mantener la seguridad
- El Principado insta a la puesta en marcha del radar de superficie instalado hace años y que debería haber entrado en servicio en 2011 y reclama el aprovechamiento del segundo parking ya realizado como aparcamiento para largas estancias
Madrid.- El Gobierno del Principado de Asturias considera un disparate la propuesta de traslado a Madrid del control aéreo realizado desde la torre del aeropuerto de Asturias, por lo que ni siquiera toma en consideración tal posibilidad.
La seguridad en las aproximaciones es consecuencia del control realizado a nivel local, dado que las condiciones meteorológicas y orográficas de la región hacen imposible ejercer el mismo tipo de control desde la distancia. Si el control se llevase desde Madrid, se perderían infinidad de datos de todo tipo de aeronaves, grandes y pequeñas, lo que redundaría en grave riesgo para la navegación aérea y provocaría un número de incidentes que ninguna autoridad responsable puede tolerar.
Es un disparate, por tanto, vaciar la torre de control de Asturias para potenciar el centro de control de Madrid porque, además, ni siquiera las autoridades implicadas (AENA y Aviación Civil) están de acuerdo en que la privatización sea una solución efectiva.
Ni siquiera aunque la concentración de técnicos en los centros de control españoles representase un ahorro de costes debería permitirse esta solución, dado que afectaría gravemente a la seguridad de los aeropuertos y, en concreto, al aeropuerto de Asturias.
Por todo lo anterior, el Gobierno del Principado considera normal que el Ministerio de Fomento deseche las propuestas disparatadas de sus antecesores y reafirme que el control del espacio aéreo asturiano siga llevándose a cabo desde el Aeropuerto de Asturias, así como todas aquellas medidas que vayan en defensa de la seguridad. El Principado instará a la puesta en marcha del radar de superficie instalado hace años y que debería haber entrado en servicio en 2011. Igualmente, reclama el aprovechamiento del segundo parking ya realizado como aparcamiento para largas estancias.
