- El soterramiento de 10 baterías compuestas por tres contenedores de reciclaje cada una, vidrio, papel/cartón y envases, tiene un presupuesto global 153.900€ más el IVA, cofinanciado al cincuenta por ciento por EMULSA y COGERSA.
- Gijón cuenta con 116 baterías de contenedores soterrados para el reciclaje de residuos
Gijón.- La Empresa Municipal de Servicios de Medioambiente Urbano de Gijón, (EMULSA), ha puesto en servicio esta semana ocho de las diez baterías soterradas de contenedores de reciclaje ubicadas en la acera de edificios del Paseo del Muro de San Lorenzo.
El plan integral supone el soterramiento en el principal paseo marítimo de Gijón de 30 contenedores de reciclaje, de las tres fracciones de residuos habituales, vidrio, papel/cartón y envases y se inició en la zona colindante con la Avda. de Castilla para avanzar paulatinamente hacia la zona de la Plaza Mayor donde han comenzado las obras de soterramiento de las dos últimas islas de contenedores, que entrarán en servicio en las próximas semanas.
El objetivo de esta iniciativa es realizar el plan de soterramientos de contenedores de reciclaje en zonas de influencia turística y hostelera con fines estéticos y para aumentar la capacidad de depósito en zonas de gran utilización ciudadana, mejorando una zona emblemática de la ciudad.
En los últimos meses EMULSA también ha soterrado contenedores en el Barrio de Moreda, en la Plaza de la Habana y Desfiladero de las Xanas, en la Calzada, en el parque de Miguel Servet y La Carbayera de Granda.
Gijón cuenta en la actualidad con 116 baterías de contenedores de reciclaje soterrados que incorporan varios "buzones" para el vertido selectivo de los residuos de vidrio, plásticos, papel, e incluso pilas y contribuyen al aumento del reciclado selectivo.
Las islas soterradas, que permiten a los gijoneses depositar el vidrio, el papel y los envases destinados al reciclaje tienen, entre sus principales características, el ser contenedores estancos y ubicados bajo tierra , liberan espacio y evitan el impacto visual de los contenedores de superficie, por lo que es una solución interesante para zonas con poco espacio y de difícil integración, especialmente en zonas turísticas, peatonales, comerciales o en cascos históricos donde las características del subsuelo y de las infraestructuras lo permiten.
Otras ventajas de estos contenedores soterrados es que disminuyen las frecuencia de vaciado, al incrementar su capacidad sobre la del contenedor de superficie; sufren menos actos vandálicos; evitan malos olores; su construcción hermética impide el contacto de los residuos con el subsuelo; aprovecha la flota de camiones de recogida existente; y el diseño de los buzones es muy accesible, incluso para niños y minusválidos. Sus características de diseño e integración ayudan a fomentar el reciclaje de los residuos.
