Una bala en el cerebro de un santo, un sexo palpitante, un suicidio precoz.
Cruda es la realidad.
CRUDO son sus narradores. Y ahora tienen “CICATRICES” para demostrarlo.
Con numerosas batallas sobre escenarios de toda Asturias, una simple maqueta en mano (y sus instrumentos de fiero sonido), han convertido a numerosos fieles a esta nueva religión del rock: CRUDO. Pues bien, ahora vuelven a la carga con el que es su primer disco: grabado y mezclado en Estudios de NDKE de la Fundación de Música Moderna de Avilés por los veloces y sabios dedos de Rubén Álvarez entre los meses de octubre de 2011 y febrero del 2012, y producido por Rubén Álvarez y CRUDO. El sello, El Subko Producciones.
En “CICATRICES” se gesta una “crudomaquia” en la que las armas son sentimientos con vísceras de acero que se trituran ensordecedoramente entre cuerdas tensadas y maderas rugientes. La lucha se abre con la que también es primer single del disco, “Quiso escapar”. Pero aquí nadie huye, plantan cara con la fuerza de un estribillo poderosamente pegadizo y unas partes instrumentales explosivas. Cuando comienza “Recuerdos” puede uno creer que Dave Grohl ha colaborado en su intro, pero no es así (aún no). Un tema de rock contundente y actual con letra de nostalgia amorosa diluida en humos clandestinos. Tercera pista. Asco. Asco por lo que la sociedad nos obliga a ser se transforma en explosión sonora en “Leyendas urbanas”. Atronadora, veloz y con odio, como la vida del expatriado a la fuerza. Llega “Mirando hacia arriba”, el barniz de las guitarras se resquebraja por el calor y la batería se ruboriza por los azotes. Las metáforas sen(x)uales desatan tu fantasía armonizadas por un sonido visceralmente rotundo. La temperatura se mantiene para dar un toque de atención: “Despierta”. Un aparente descenso en la explosión musical nos hace meditar de lo que se habla: la vida se aletarga fácilmente, ¿has olvidado a alguien por el camino o tienes limpia la conciencia? Pero tampoco te abras demasiado, no vayas a dejar pasar a “El huésped”, ya que aparece con un ritmo de locura en este sexto y penúltimo tema. Persecución a velocidad límite esquivando acordes y a ese “personaje” que puede consumirte tendón a tendón. El final de la batalla se cierra con la única versión que hay en el disco, “Algún día rodará tu cabeza” de Barricada. Se mantiene la esencia pero se derrama algo de “crudo” sobre la misma para darle una energía renovada.
Así que...
Tú decides. La última palabra es tuya. Pero no escuchar lo nuevo de CRUDO es perder el rock perfecto para hacer vibrar tu lucha diaria con o contra el mundo. ¡¡DESPIERTA!!