Assange denuncia los medios corruptos

Assange denuncia los medios corruptos

Julian Paul Assange es el hombre detrás de WikiLeaks, el portal que ha hecho pública información que se creía reservada, sacando a la luz datos acerca del manejo en las relaciones internacionales de distintos países del mundo.

Assange, de 41 años, es un programador, periodista y activista de internet australiano, que hace un mes fue contactado por Orlando Pérez, director del diario público de Ecuador, El Telégrafo, a quien concedió una entrevista donde abordaron diversos temas, entre ellos, el poder que ejercen las grandes empresas de comunicación.

El fundador de WikiLeaks defendió el rol periodístico de la organización, restando importancia a los comentarios de quienes señalan que esta solo se basa en filtraciones de cables, más no en ejercer periodismo.

“En el caso de WikiLeaks, quienes atacan verbalmente a la organización son oficiales de los gobiernos o bien, sorpresivamente, medios rivales. ¿Por qué se sienten como rivales dichos medios y ven a WikiLeaks como una competencia? Porque hacemos periodismo y lo hacemos mejor que ellos”, dijo.

En ese contexto puntualizó que el periodismo no es hacer un garabato de opinión, sino encontrar, ubicar, seleccionar y presentar en un formato adecuado, con análisis completos, los hechos sobre el mundo y los hechos que pueden cambiar el mundo. “WikiLeaks hace todo eso”, enfatizó.

 

Al ser consultado sobre si en la actualidad los medios corporativos de comunicación, con las nuevas tecnologías, tienen capacidad de crear opinión de acuerdo a sus intereses o son un poder fáctico capaz, incluso, de someter a gobiernos, el fundador de WikiLeaks dijo que cuando los medios hacen su trabajo, estos le dicen a las personas cómo las corporaciones y los gobiernos se comportan, sin ocultar verdades incómodas.

No obstante, Assange afirmó que cuando un medio es corrupto, “abusa de su posición de influencia y oculta información a las personas, o usa a las personas como un ejército personal en una lucha por sus propios intereses que no revela al público”.

En ese sentido, afirmó que casi la totalidad de las organizaciones mediáticas grandes, están aquejadas por dicha distorsión, una corrupción institucional “porque una vez que un medio crece y tiene suficiente poder, atrae a grupos poderosos que son capaces de controlar a las personas, entonces hacen tratos bajo la mesa para proteger ciertos intereses y para atacar a ciertos grupos”, destacó. AÁT/ElCiudadano

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