Por Lourdes Timoteo/UAE.-La Fundación General de la Universidad (FGUA) ha logrado, por fin, dar luz al Instituto Quevedo del Humor, una iniciativa en la que están implicados las primeras firmas del humor gráfico español, entre otros.

La creación de este Instituto supone, sin duda, un paso más en la proyección del programa de humor gráfico en el ámbito académico y universitario.Antonio Fraguas, Forges, sirve de altavoz de esta iniciativa en esta entrevista.

-El Instituto Quevedo de Humor gráfico parece que ve la luz... El parto ha costado lo suyo ¿no?
- Ha costado en el esfuerzo que ha supuesto el trabajo esforzado del personal de la Fundación General de la Universidad, empezando por el presidente y acabando por el último becario. Nosotros, los profesionales del humor, lo hemos tenido muy fácil y nos hemos limitado a regalar nuestro tiempo, que tampoco es mucha cosa.

-Y, ahora que está constituido y es una realidad ¿cuál es el paso siguiente?
-Gracias al apoyo de la Universidad de Alcalá, que como diría el poeta "...nos envuelve maternalmente con su manto académico", y a la sabia experiencia de nuestro director académico, Tomás Gallego, y estamos llevando a cabo un programa de actuación inmediata que tiene por objeto 'encajar' al humor, en todas sus facetas, como una disciplina académica más.

-Está bien que una institución como la Universidad disponga de un instituto dedicado al humor en estos tiempos que corren...
-Una de las ventajas del Humor es que es una de las actividades humanas que no se detiene, porque siempre es del presente.

-Háblenos de los objetivos del instituto y cuáles serán las siguientes actividades...
- Ya lo hemos avanzado; pero resumiendo: el humor es mucho más importante de lo generalmente nos creemos.

-¿Un humorista gráfico nace o se hace?
- ¿La verdad? A mis casi 50 años de profesión, no tengo ni idea.

-Pintar la cruda realidad a veces es muy doloroso ¿no?
- Claro, si es cruda, sí.

-¿Qué espera de este proyecto en el futuro?
-Siempre lo mejor; el tiempo y el futuro nunca abandonan a los que sonríen.

-¿Podría despedirse con un mensaje optimista, por favor?
- En general os vemos a los jóvenes pelín tristes...no voy a empezar con batallitas de abuelo, pero, de verdad, de ésta se sale: nosotros, los mayores, ya tenemos experiencias de haberlo conseguido y en circunstancias mucho peores.