Día Internacional del Pueblo Gitano

Día Internacional del Pueblo Gitano

En el Principado de Asturias viven aproximadamente 10.000 gitanos y gitanas. Su situación social es muy diversa, y en los últimos años se está produciendo un fuerte proceso de trasformación que posibilita una mejora de sus condiciones de vida y una apertura a la plena incorporación social.

 

Fundación Secretariado Gitano.-Este domingo 8 de abril se conmemora, un año más, el Día Internacional del Pueblo Gitano. Una fecha[1] cada vez más celebrada en todo el mundo tanto por las propias comunidades gitanas de los más diversos países, como por numerosas instituciones a través de actos públicos solemnes (recepciones o izado de la bandera gitana en Ayuntamientos y otros organismos, etc.) y comunicados de apoyo y reconocimiento institucional.

Una día para la celebración y también para recordar a todos, gobiernos, administraciones, medios de comunicación, sociedad civil y en general a toda la ciudadanía, que el pueblo gitano aún aspira a ser reconocido y tratado en igualdad de condiciones y a alcanzar las mismas oportunidades –y necesidades– que disfrutan –o padecen– el resto de sus compatriotas en cualquier país en el que vivan. Que hay muchas personas de origen gitano que quieren dejar de ser rechazadas, discriminadas, vistas con recelo y a veces maltratadas.

En España, y en el conjunto de la Unión Europea, esta primavera de 2012 tiene además una dimensión especial –que cabría calificar de histórica– al arrancar un proceso que toma como horizonte el 2020 y que pretende asentar las bases de la inclusión de la población gitana en Europa sobre unos Principios Comunes para los 27. Se trata de las ‘Estrategias Nacionales para la Inclusión Social de la Población Gitana’ presentadas ya por todos los países de la UE.

 

Desde la Fundación Secretariado Gitano, queremos subrayar la importancia de este hecho. Las Estrategias son la respuesta política a la situación de más de 10 millones de ciudadanos en toda Europa, que siguen siendo los más pobres, los más excluidos, los más rechazados, los más discriminados y quienes aún sufren a menudo ataques racistas, expulsiones y conculcación de derechos básicos que cualquier ciudadano europeo tiene reconocidos. Estas Estrategias Nacionales pueden ser, si los gobiernos las desarrollan, la oportunidad para dar pasos significativos en la mejora de las condiciones de vida y en la inclusión social de la población gitana en la próxima década.

La Estrategia española, aprobada en Consejo de Ministros el pasado 2 de marzo, y en la que la FSG y otras organizaciones hemos sido activos participantes, es a nuestro juicio una buena propuesta que plantea a la sociedad española y a los poderes públicos objetivos ambiciosos en materia de empleo, de reducción del abandono escolar o de erradicación del chabolismo, por señalar algunos desafíos. Valoramos especialmente que incorpore objetivos concretos e indicadores de progreso a medio y largo plazo, y que recoja otros aspectos esenciales para la inclusión de la población gitana que van más allá de las propias exigencias de la Comisión Europea, como son los relativos a la promoción cultural, la protección frente a la discriminación o las medidas de reconocimiento institucional.

 

El contexto de grave crisis económica en el que nos encontramos golpea con dureza a las personas más vulnerables, con menor cualificación y con menos recursos y, de manera muy especial, a gran parte de la población gitana. Una clara muestra de ello es el nuevo estudio comparado Población gitana española, empleo e inclusión social 2011 que la Fundación Secretariado Gitano presentará en las próximas semanas. Entre otros datos, este Estudio señala que en los últimos años el desempleo en la población gitana ha crecido en casi 23 puntos[2], alcanzado una tasa cercana al 40%, mientras que el desempleo en la población española en general lo ha hecho en 10 puntos. En lo referente a la educación, se constatan algunos avances, pero también cifras altamente preocupantes como que la tasa de analfabetismo entre la población gitana es aún 4 veces superior que entre el conjunto de la población española.

Esta grave situación requiere ser atajada con decisión a través de una toma de conciencia por parte de todos (son problemas que competen no solo a los gitanos, ni solo a los políticos, sino al conjunto de la sociedad) a través de medidas prioritarias para la inclusión social de las personas gitanas más desfavorecidas, con programas específicos de formación e inserción laboral, y de apoyo y refuerzo educativo, especialmente en los niveles de Primaria y Secundaria Obligatoria.

 

En este año 2012 la Fundación Secretariado Gitano cumple sus 30 años de existencia. Una larga trayectoria que hemos identificado con el lema Trabajando juntos por una sociedad más justa para todos. Han sido tres décadas de compromiso con la promoción de la comunidad gitana española y de colaboración leal y exigente con los poderes públicos para involucrarles en el impulso de políticas y medidas de inclusión social.

30 años de cambios y logros de la comunidad gitana española a los que la FSG ha contribuido en alguna medida con el impulso de programas transformadores como el Acceder, que ha facilitado a miles de gitanos y gitanas su acceso a un contrato de trabajo; o el Promociona, a través de cual jóvenes estudiantes encuentran apoyo para finalizar sus estudios en la ESO o acceder a la universidad; u otras intervenciones que han incidido en la mejora de la salud de familias gitanas, la erradicación del chabolismo y su acceso a una vivienda digna o la defensa de sus derechos como ciudadanos en igualdad de condiciones.

En este 8 de abril de 2012 queremos celebrar que, de la mano de las Estrategias Nacionales, se abre un nuevo periodo de desafíos para la comunidad gitana y para la sociedad española. Nos marcamos 2020 como meta para lograr avances tangibles en la incorporación social de los gitanos y gitanas españoles, realizando progresos reales en el ámbito de la salud, del acceso al empleo, de la mejora en los niveles de educación, la erradicación de las situaciones de infravivienda o el combate contra la discriminación.

Una sociedad no crece de una manera saludable, cohesionada y justa si va dejando en el camino a grupos de sus ciudadanos con menos derechos, menos oportunidades. Manteniendo, en definitiva, una realidad donde hay ciudadanos de primera clase y de segunda o tercera. Todos somos ciudadanos, todos formamos parte de esta sociedad, todos queremos participar y contribuir a la convivencia, el desarrollo y el bienestar.


FOTO: Ministerio de Igualdad

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