Día internacional sobre el peligro de las minas: ¡acabar con las armas que siguen matando!

Día internacional sobre el peligro de las minas: ¡acabar con las armas que siguen matando!

Ginebra (CICR) – Con motivo del Día internacional de información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, que se celebra el 4 de abril, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) hace una vez más un llamamiento para que se intensifiquen las actividades con objeto de poner fin al sufrimiento causado por las armas que siguen matando y destruyendo vidas mucho después de terminados los combates.

“La comunidad internacional no debe cejar en su lucha mientras las minas, las municiones en racimo y los restos explosivos de guerra sigan cobrándose vidas y mutilando”, declaró Yves Daccord, director general del CICR. “Es indispensable redoblar los esfuerzos para lograr la remoción de minas terrestres, municiones en racimo y otras formas de municiones abandonadas y sin estallar, y debe cesar también el uso de minas terrestres antipersonal y de municiones en racimo”.

El director general del CICR lamentó que las minas y otros artefactos explosivos sin estallar no sólo son un legado de las guerras pasadas, sino que también suponen una amenaza en los conflictos recientes. En Libia, por ejemplo, los restos explosivos de guerra impiden que las personas regresen a sus hogares y enlentecen la reconstrucción posbélica. Si bien el conflicto duró menos de un año, la remoción de estas armas llevará mucho tiempo.

El sufrimiento causado por las minas terrestres y otras municiones sin estallar podría reducirse considerablemente si todos los Estados suscribieran y aplicaran cabalmente los tratados de derecho internacional humanitario, cuyo objetivo es resolver los problemas que plantean estas armas. Dichos instrumentos son: la Convención sobre la prohibición de minas antipersonal, la Convención sobre Municiones en Racimo y el Protocolo sobre Restos

 

Explosivos de Guerra.

 

"Si bien el marco jurídico existente es en sí mismo un logro importante, es esencial desplegar más esfuerzos para aplicarlo si se desean alcanzar los objetivos humanitarios", dijo el señor Daccord. En particular, es imprescindible aumentar el apoyo a las personas que han sido afectadas por las minas y otros artefactos de guerra letales. Estas personas requieren de por vida el acceso a servicios de atención médica, de rehabilitación física y psicológicos, así como una asistencia para recuperar su lugar en la sociedad.

"Los Estados deben intensificar sus esfuerzos para destruir las reservas de minas y municiones en racimo y aumentar el ritmo de la remoción de estas armas", aseguró. "En muchos lugares, es necesario mejorar el sistema de recopilación de datos sobre las víctimas y aún falta aprobar una legislación nacional de aplicación para hacer cumplir las obligaciones estipuladas en los tratados".

Este año se conmemorará el decimoquinto aniversario de la Convención sobre  la prohibición de minas antipersonal de 1997. En total, 159 Estados son parte en la Convención, de los cuales por lo menos 35 tienen todavía obligaciones de remoción de minas. El Protocolo sobre Restos Explosivos de Guerra de 2003 cuenta con 76 Estados Partes, mientras que un total de 70 Estados son parte en la Convención sobre Municiones en Racimo y otros 41 Estados la han firmado.

 

FOTO: Archivo mde.es. Blindado atacado en Afganistán.

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