Por Biblioasturias.-Suburbia Ediciones huele a nuevo, pero lejos de gatear, ya anda corriendo por las librerías asturianas con buen trote. Comenzó su viaje en 2007 a manos de Silvia Cosío. “Después de darle muchas vueltas a la idea decidí trabajar exclusivamente en asturiano, forma parte de mi compromiso con la llingua“ explica la editora y alma de esta editorial gijonesa. Suburbia nació con el espíritu de revindicar la literatura en lengua asturiana. Y así no sólo lo exhiben sus títulos, sino también su página web y su blog, que además de presentar las novedades de la editorial, tienen la intención de convertirse en un espacio de creación literaria y artística, así como de intercambio de ideas entre sus visitantes. “Buscamos ante todo la calidad, por encima de que los autores sean más o menos conocidos, creo que si se echa un vistazo al catálogo, hay una cierta predilección por autores poco conocidos y hacia una literatura “urbana”, con todas las comillas que se le puedan poner a esa expresión” explica la editora sobre sus criterios a la hora de seleccionar las obras que publicará Suburbia. “Hay una parte de gusto personal, otra de instinto, que puede estar más o menos equivocado, de enamoramiento hacia una obra…”.
Cosío cuenta en su catálogo con un nutrido grupo de escritores en asturiano, entre los que se encuentran autores de largo recorrido, ya conocidos en nuestro panorama literario, como Pablo Antón Marín Estrada, Xandru Fernández, Miguel Rojo, Xulio Arbesú, Marta Mori, Ramón Lluis Bande, Dolfo Camilo Díaz o Pablo Rodríguez Medina, junto con otros más nuevos, como Pablo X. Suárez, Nicolás Bardio, Xurde Fernández, Carlos Suari o Iris Díaz Trancho, vanguardia de una nueva generación de autores que encajan muy bien con la línea editorial de Suburbia.
La editorial se articula en cinco colecciones: ‘Mecánica popular’ (narrativa), ‘Males tierres’ (poesía), ‘Páxina en blanco’ (ensayo), ‘Camín de Bree’ (literatura infantil)’ y ‘Quemando cromo’ (literatura de género). Ésta última es una apuesta personal de la propia Cosío, porque ve necesario que se desarrolle la literatura de género (histórica, ciencia ficción…) en asturiano. En total, esta editorial tiene ya en la calle una cuarentena de libros. Entre sus novedades se encuentran títulos como Despidida, el último poemario de Pablo Antón Marin Estrada; Cuando ensamen les abeyes, novela de aventuras y política-ficción de Nicolás Bardio o Onde la palabra pousa, una completa selección de textos en asturleonés, realizada y prologada por María Cueto y Xulio Viejo.
Suburbia también ha editado varias antologías con la intención de demostrar y confirmar la buena forma y calidad de la literatura en asturiano, como es el caso de Vía de serviciu. Muestra de nueva narrativa, una recopilación de 14 relatos que pretende ser una muestra de la narrativa de la tercera generación del ‘Surdimientu’, en la que participan autores como Quique Faes, Texón o Naciu Varillas. También nos encontramos con Asturies cuenta… (y naide nun escucha), un libro compuesto por 15 relatos de diferentes escritores donde cada uno de ellos da una visión de Asturias, y que se estructura en tres partes (pasado, presente y futuro). Éste, precisamente, es el título más vendido de Suburbia, junto con Manzajú de Ruma Barbero, Les siete novies del rei de Xulio Arbesú, Entierros de xente famoso de Xandru Fernández, El combate melancólicu de Ignaciu Llope, La espera de Xurde Fernández, Mio ma, la pirata de Iris Díaz Trancho y Perreríes de Pablo Rodríguez Medina.
El formato de edición de Suburbia se hace en rústica americana, y el criterio de selección de las portadas es una labor que realizan a medias Silvia Cosío y el fotógrafo Jandro Llaneza. “Le paso la obra a Jandro y a partir de su lectura hace un par de fotos y luego escogemos la que mejor se ajusta al libro. Otras veces veo que alguna foto de su catálogo va perfecta y simplemente la usamos” explica la editora. Excepto en el caso de Yoni y yo y El sistema débeme una chocolatina, ambas de Pablo X. Suárez y más por razones de relación personal entre el autor y el fotógrafo y porque en ambas portadas aparece el autor, los escritores no participan en el diseño de la edición. “Suelo enseñar las portadas a los autores y ellos son los que deciden qué se pone en las solapas, pero el diseño queda en manos de Suburbia”.
De momento, esta editorial asturiana se decanta por la edición en papel, aunque en un futuro no descarta adaptarse al formato digital.
Los lectores en asturiano no son un público amplio, pero sí son un público fijo. “Lo que está claro es que al que le guste la literatura en Asturias ya no discrimina entre el asturiano y el castellano” comenta Silvia Cosío. La editora afirma que el asturiano no estará bien promocionado hasta que se reconozca la oficialidad, se dignifique y se imparta en las escuelas. “Llegar a convertir el asturiano en Asturias en lo que es el catalán en Cataluña”, explica Cosío.