Basso y Graziano da Silva ofrecieron hoy una conferencia de prensa en el Palacio San Martín con motivo del cierre de la XXXII Conferencia Regional de la FAO, que se realizó desde el lunes en la Ciudad de Buenos Aires.

El secretario de Agricultura, quién se desempeñó como presidente de la Conferencia Regional, manifestó que “la volatilidad de precios en los alimentos es un factor que complica la seguridad alimentaria”, y afirmó que “el principal problema es el acceso a esos alimentos por parte de la población”.

En tanto, Graziano da Silva aseguró que “la agricultura será una solución para erradicar el hambre". "Como primera prioridad, los países de la región nos comprometimos a trabajar conjuntamente, poniendo una fecha para eso, que es el año 2025”, aseguró y remarcó que “hoy se necesita un compromiso del más alto nivel, no sólo por parte de los gobiernos, sino de la sociedad en su conjunto”.

El titular de la FAO informó que los países establecieron determinadas prioridades para trabajar durante los próximos dos años, en vistas a la próxima reunión que se realizará en Chile en 2014.

“Nos comprometimos a poner en marcha programas de seguridad alimentaria y a establecer medidas que mitiguen los efectos del cambio climático, que afecta a muchas zonas con huracanes, sequías e inundaciones”, dijo.

Subrayó además la importancia de la agricultura familiar, y expresó que ésta “no es un problema sino la solución para el hambre, por eso debe ser desarrollada respetando los valores y la cultura que ella implica”.

Graziano da Silva precisó que otros ejes estratégicos de trabajo conjunto serán la sanidad y seguridad alimentaria, la integración regional, la cooperación sur-sur y el aumento de la producción de alimentos.

Basso dijo que otro punto importante del debate fue la regulación sobre la tenencia de la tierra. “Advertimos una inquietud de diferentes países por impulsar legislaciones que preserven la soberanía sobre este recurso estratégico, como lo hizo Argentina”, señaló.

La Conferencia Regional de la FAO se celebra cada dos años y representa el máximo órgano rector y foro de la Organización en la región. Las decisiones definidas en este ámbito fijarán los temas que guiarán el actuar de la FAO a nivel mundial.

En esta oportunidad, el evento contó la participación de 300 asistentes, entre los que se encontraban 18 ministros, 37 viceministros y 32 delegaciones. Los temas y prioridades que los países de América Latina y el Caribe establecieron para el desarrollo de la agricultura y la lucha contra el hambre en la región irán directamente al Consejo y a la Conferencia de la FAO, como parte de su agenda oficial.