Luego de reunirse en San Salvador, como parte de un encuentro programado para relanzar los esfuerzos en pro del desarrollo del Golfo de Fonseca, cuyas aguas comparten las tres naciones, los jefes de Estado acordaron la declaración dividida en cuatro puntos.

En primer lugar, los mandatarios Porfirio Lobo (Honduras), Daniel Ortega (Nicaragua) y Mauricio Funes (El Salvador) reiteraron “su vocación integracionista, así como el decidido compromiso con el fortalecimiento de  la institucionalidad del Sistema de Integración Regional”.

Además, expresaron “su compromiso para continuar fortaleciendo la Estrategia de Seguridad Regional, que constituye un hito histórico formulado desde la realidad y necesidades de la región para enfrentar los problemas  en materia de  seguridad”. En este mismo contexto rechazaron “la despenalización de las drogas como alternativa de solución al problema del narcotráfico”.

En el tercer apartado los presidentes reiteraron “su firme convicción y apego a los principios de soberanía, independencia y no intervención  en el manejo de todos sus asuntos internos y externos, especialmente en los temas vinculados a su seguridad. En ese sentido, rechazan categóricamente cualquier afirmación que insinúe la injerencia de países externos a la región en cualquier decisión que se haya tomado sobre el tema”.

Finalmente, manifestaron “el decidido interés de  llevar a la Cumbre de Cartagena de Indias, a celebrarse del 14 al 16 de abril del corriente, una postura  conjunta de los países del SICA que permita sumar esfuerzos que posibiliten a Centroamérica, sobre la base del Principio de Responsabilidades compartidas, poner en marcha la Estrategia de Seguridad Regional”.

La declaración fue leída ente la prensa por Porfirio Lobo, en su calidad de presidente pro témpore del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), en compañía de los mandatarios Ortega y Funes.