Por Grupo Navega.-
Hola a todos.
Ya estamos a poco más de 1.000 millas de Cabo de Hornos, poco a poco vamos cruzando el Pacífico. Esta vez nos ha tocado un Pacífico duro, más que por el viento por las olas, que nos han causado daños importantes y esto nos ha dejado atrás con respecto a los dos líderes. Todos estamos bien, que es lo más importante.
En unas horas esperamos la llegada de unas calmas que no son más que el inicio de una pequeña depresión que probablemente nos traiga los vientos más fuertes que hayamos podido tener en toda la etapa. Tendremos que conseguir pasar esta noche con mucha prudencia ya que algún daño más podría ser un gran impedimento para poder llegar rápido a Cabo de Hornos.
Pudimos trasluchar justo antes de que anocheciese y hemos vuelto a tener unas condiciones en que el barco salía disparado en las olas, chocando violentamente contra la siguiente, por lo que hemos tenido que seguir cuidando el barco sacrificando algo de velocidad.
No hacemos más que pensar que ahora estamos en un momento delicado de la etapa y de la regata. Podemos perder mucho si no tenemos las cosas claras y si no asumimos la pérdida de algunos puntos respecto a “Groupama”, algo que nos da mucha rabia porque habíamos preparado esta etapa durante mucho tiempo. Pero las cosas vienen como vienen y ahora tenemos que pelear el tercer puesto en esta etapa que sería un resultado bueno de cara al final de la regata.
La temperatura se está poniendo fresquita, el agua está a ocho grados así que todos los chicos están pasando frío. El pasamontañas es una maravilla para estas condiciones y como siempre la discusión son los guantes, que si de neopreno, que si no. Por ahora no hemos encontrado algo que sea una maravilla ya que hay unos secos, pero después de cambiártelos unas cuantas veces, al final se mojan y no funcionan. No hay manera de secar nada a bordo así que prenda que se moja, prenda perdida que se va a la mochila al apartado de ropa inutilizable. Tampoco nos hemos quitado los arneses desde la salida de la etapa donde empezamos con viento fuerte de ceñida y tuvimos que ir todos atados.
No dejamos de pensar en cómo hacer esa parada lo más rápido posible. Nuestra idea es, con más material del que tenemos a bordo, poner un buen refuerzo en la proa que nos haga olvidarnos del posible problema que podríamos tener si chocásemos violentamente con una ola y así podríamos navegar tranquilos hasta el final de la etapa. Una vez en Brasil, los chicos del equipo de tierra ya repararían adecuadamente el barco para que esté listo para la siguiente etapa.
Va a hacer poco más de un año que Xabi y yo estábamos en el “MAPFRE”, cruzando Cabo de Hornos. Esta vez somos 11 en el barco y casi todos lo han cruzado ya.
Con éste va a ser mi cuarto paso por Hornos, la tercera vez en cuatro años. Buen ritmo para algo tan extremo, pero nada comparado con Cape que va para su octava, el más laureado en este aspecto del “Telefónica”. En segundo lugar del podio creo que está Neal con seis y tercero Xabi con cinco.
Cruzar el Cabo siempre produce una gran satisfacción. Al margen de cómo haya ido la regata, el hecho de cruzarlo significa el haber conseguido hacer una travesía marinera y un gran reto personal para todos, por las condiciones duras, por el frío y por el riesgo que implica navegar en estas latitudes. Cruzarlo y pensar que vas para arriba es siempre una gran satisfacción.
Espero que podamos pasar esta borrasca sin muchas complicaciones y que en un par de días y medio podamos llegar al 57º Sur para pasar por el Cabo.
Un abrazo a todos desde el “Telefónica”.
53ºS 97ºW
Iker