Intervención íntegra de Cayo Lara en su pregunta a la ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante la sesión de control al Gobierno
Señora ministra, ¿cuántos puestos de trabajo va a destruir la reforma laboral en 2012?
Discrepamos, señora ministra. Discrepamos y tal vez alguna culpa tiene lo que ha pasado en Andalucía que ha puesto el cartel de ‘No se fía’. Digo esto y lo quiero ilustrar, señora presidenta, con su permiso. (Saca un cartel) Quiero ilustrar unas declaraciones del señor Rajoy, quien dijo que no había que abaratar el despido. El señor Montoro dijo que el problema económico no se resuelve abaratando el despido. La pregunta es: ¿por qué lo han hecho? La señora De Cospedal dijo que iban a crear 300.000 empleos. El señor De Guindos dijo que iban a destruir 630.000 empleos. ¿No es esto mentir a la sociedad? Ni una sola medida hasta ahora para crear empleo en nuestro país.
Los empresarios están acelerando los despidos a marchas forzadas. Unilever es el último ejemplo que tenemos, en Aranjuez. Además reducen los salarios a los trabajadores. Se está despidiendo con tres o cuatro veces menos indemnización que anteriormente; se regalan miles de millones de euros a la CEOE y se los quitan a los trabajadores; se despide a los trabajadores por tener antigüedad, no ya por reivindicar mejores derechos, antigüedad y derechos; se les quiere sustituir salarios dignos por salarios y contratos basura; la cadena perpetua del paro es lo que les queda a los mayores.
No tienen derecho, señora ministra, a crear tanto sufrimiento a tanta gente en nuestro país. Nadie está hoy seguro en el empleo con su reforma laboral. Además, reducir los salarios es reducir el consumo, es debilitar la producción, es reducir las ventas, es aumentar la crisis y el paro -ustedes lo saben- y es reducir los ingresos al Estado, que va contra el control del déficit.
Mañana, señora ministra, hay una huelga general, una huelga muy justa. En legítima defensa invito a sus señorías a parar un día. Dijo Pablo Iglesias, y lo dijo por los compañeros socialistas, que a veces las huelgas hay que hacerlas por dignidad. A usted, señora ministra, le pido que retire la reforma laboral, que negocie con los sindicatos, que empiece una reforma empresarial, y le invito a la huelga para que les mire a los ojos a los trabajadores y le cuenten su verdad, la verdad del sufrimiento.