La “Caja de las Letras” se abrió por primera vez al mundo del teatro: la actriz y directora escénica Nuria Espert depositó un legado personal en la antigua cámara acorazada de la sede del Instituto Cervantes cuyo contenido se desvelará dentro de 24 años. Asistieron al homenaje, además de la directora del Cervantes Carmen Caffarel, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el conseller de Cultura de la Generalitat de Cataluña, Ferran Mascarell; y Alicia Moreno Espert, concejal de las Artes del Ayuntamiento de Madrid e hija de la actriz.
El legado es “una cosa muy sensible y entrañable para mí, que tiene un significado más espiritual que profesional”, explicó la intérprete de teatro, cine y televisión. La incógnita de qué objeto es se sabrá cuando se abra la caja de seguridad número 1.550 en una fecha muy concreta: el 11 de junio de 2035, día en el que se cumplirán exactamente cien años de su nacimiento en Hospitalet de Llobregat (Barcelona).
Nuria Espert aprovechó el acto de homenaje, al que asistieron numerosos medios de comunicación, para elogiar “el auge creativo que vive el teatro y la asistencia masiva a las funciones”. El público “busca en el teatro cercanía, vida y verdad, por eso es tan único, y por eso en estos tiempos de crisis los teatros se abarrotan y la gente se pelea por las entradas.” Todo ello, dijo, hace que aumenten la originalidad, el riesgo y el número de obras en cartel.
La directora del Instituto, Carmen Caffarel, manifestó su admiración por una mujer llena de valentía, capaz de interpretar muy distintos registros y que cuenta en su haber con los mejores premios, entre ellos el Valle-Inclán de Teatro en 2010 como mejor actriz por su papel en “La casa de Bernarda Alba”. Es ante todo, dijo Caffarel, una “mujer de teatro”, y así consta en el certificado acreditativo de la cesión del legado de quien es una de las más destacadas representantes de la escena española desde hace medio siglo.
Por su parte, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, dijo que cada vez que se deposita un legado en la “Caja de las Letras” es un día importante. Y si, como hoy, si se trata de las Artes Escénicas y la protagonista es una mujer creadora, entonces tenemos una ocasión magnífica para felicitarnos todos.
A las 19 horas Nuria Espert celebró el coloquio “El arte de hacer teatro” con el crítico y escritor Marcos Ordóñez, con quien la actriz escribió su autobiografía “De aire y fuego: Memorias” (ed. Santillana, 2002).
Espert, que fue patrona del Instituto Cervantes en los primeros años de andadura de la institución (entre 1992 y 1995), cuenta en su haber con otros galardones además del Valle-Inclán, como el Premio de la Unión de Actores “Toda una vida” en 2006; el Premio Nacional de Teatro en 1985 (junto con Fernando Fernán Gómez) y la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 1983.
Quien llevó por el mundo espectáculos como “Yerma”, “Doña Rosita la soltera”o “Divinas palabras” hace el número 17 de las personalidades de la cultura en español que ceden un legado a la “Caja de las Letras”. Es la primera actriz que lo hace, si bien otro compañero de profesión, el actor Manuel Alexandre, participó en 2009 en esta iniciativa del Instituto Cervantes para albergar retazos de la cultura de España e Hispanoamérica cedidos por diversas personalidades.
En este lugar también han depositado legados destacados escritores (Francisco Ayala, Antonio Gamoneda, Ana María Matute, Juan Gelman, Juan Marsé, José Emilio Pacheco, José Manuel Caballero Bonald y Carlos Edmundo de Ory) y otros grandes nombres de la cultura como Antoni Tàpies, Alicia Alonso, Luis García Berlanga, Margarita Salas, Cristóbal Halffter y Carmen Balcells.