La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, asistió esta mañana a “La Ventana de la Esperanza”, un homenaje a las víctimas del atentado terrorista de Omagh en Irlanda del Norte. El acto estaba enmarcado en el programa del “VIII Seminario sobre el futuro del País Vasco y Navarra”, organizado por el Observatorio Internacional de Víctimas del Terrorismo de la Universidad San Pablo, CEU. En el transcurso del acto se descubrió una cristalera en recuerdo de las víctimas, que permanecerá en el patio central de la citada Universidad. El atentado de Omagh, producido por un coche-bomba y reivindicado por el grupo terrorista IRA Auténtico –una escisión del IRA Provisional– tuvo lugar en agosto de 1998 y causó 31 muertos y 220 heridos. Entre los fallecidos había dos españoles; Rocío Abad Ramos, de 23 años y Fernando Blasco Baselga de 12, ambos estudiantes. Rocío era guía de un grupo de niños y murió cuando estalló la bomba e intentó protegerlos con su propio cuerpo. El pequeño Fernando era estudiante en intercambio y se dio la fatal casualidad de que su padre había sido víctima de un atentado de ETA en España. Su hermana resultó herida en el mismo atentado y tuvo que sufrir varias operaciones.
