Madrid.-El Consejo de Ministros ha aprobado un Acuerdo por el que se dispone la remisión a las Cortes Generales del Acuerdo para el establecimiento del Centro Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, Acuerdo cuya firma autorizó el Consejo de Ministros el pasado 7 de octubre de 2011.
Se trata de una iniciativa cuyo impulsor ha sido el Reino de Arabia Saudí, interlocutor obligado en un área geográfica de interés estratégico para España y notable socio económico y empresarial.
Las Autoridades saudíes han buscado activamente la participación de España, atendiendo al sólido compromiso de ésta con el multilateralismo y con la promoción del diálogo y del entendimiento mutuo entre culturas y religiones, un campo de creciente interés internacional. En este contexto, la creación del Centro no constituiría la primera colaboración entre ambos países en esta materia, ya que el Monarca saudí ya reconoció la importancia del compromiso español solicitando que España albergase la Conferencia Mundial sobre el Diálogo que se celebró en Madrid los días 16 a 18 de julio de 2008.
Por otra parte, se trataría, además, de una iniciativa complementaria de otras impulsadas en su momento por España, como la Alianza de Civilizaciones, hoy ubicada en la esfera de las Naciones Unidas, y tiene, por tanto, encaje con los ejes fundamentales de la política exterior española.
Sede en Viena
El Acuerdo también ha sido firmado por la República de Austria, miembro de la Unión Europea y decidido defensor del multilateralismo, que acogerá en Viena la sede del Centro.
El Centro internacional Rey Abdullah Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural se establece como una organización internacional, dotada de personalidad jurídica internacional propia, con capacidad para contratar, adquirir bienes e intervenir en procedimientos legales.
El fin fundamental del Centro es el fomento del diálogo entre religiones y culturas como instrumento útil en la prevención y solución de conflictos. El Centro deberá mejorar el dialogo interreligioso e intercultural; promover un mejor entendimiento mutuo respecto de la conservación y carácter sagrado de los santos lugares y abordar los retos contemporáneos específicos a los que se enfrenta la sociedad: defensa de la dignidad humana, conservación del medio ambiente, educación ética y religiosa y lucha contra la pobreza. Para ello podrá realizar actividades mencionadas en este precepto, tales como cooperar con las entidades e iniciativas religiosas, interculturales y cívicas apropiadas con objetivos similares, así como con Estados y organizaciones internacionales o convocar conferencias, talleres, debates y otras reuniones.