Intervención de Francisco Álvarez-Cascos en el pabellón de El Coto-Viesques, en Gijón, en el acto electoral celebrado este lunes ante más de 2.500 personas.
Muchísimas gracias por esta exhibición de confianza renovada que nos demostráis llenando este pabellón del El Coto-Viesques, y que sirve de testimonio irrefutable de la autenticidad de vuestro compromiso con FORO, y del compromiso de FORO con los verdaderos fundamentos de una campaña electoral democrática, que propicia el acercamiento y la proximidad entre los electores y los candidatos, entre los representados y quienes aspiramos a representaros. Por eso, como testimonio de gratitud, os quiero hacer una confesión a todos vosotros, para que se la comuniquéis a los profetas de las mentiras, porque sois quienes más os lo merecéis por vuestra lealtad y vuestro apoyo a nuestra joven formación política: Francisco Álvarez-Cascos va a seguir comprometido con su tierra, sintiéndola y queriéndola, sin apego a sillones ni privilegios de los que nunca disfrutó, sean los que sean los resultados de las elecciones del próximo domingo, que no tengo la menor duda de que van a suponer una nueva victoria de la nueva política de cambio frente a la vieja política de la continuidad, del FORO de la rebeldía cívica frente al PPSOE de la resignación.
Entregado a la defensa de los intereses de Asturias
Y seguiré al frente de FORO, como os digo, el tiempo que vosotros los militantes me concedáis, entregado a la defensa de los intereses de Asturias, a la realidad inquietante de Asturias, y con la emoción de la gratitud porque me permitan gobernar a mi país tantas personas y tan diversas, fundamentalmente asturianos que se han arrancado la máscara de la pereza y de la resignación, y que han trastocado las tinieblas de los chanchullos por la ilusionante luz de la esperanza. Aquí estoy y seguiré estando, amigas y amigos, con la vocación inmóvil y fecunda de un roble de nuestros bosques, y sin excusa alguna para imitar a quienes vienen a Asturias de excursión política, y para llegar hasta aquí hasta necesitan un GPS para no perderse, o un coro de palmeros interesados para subirles la moral cuando la sociedad, perpleja y con vergüenza ajena, les da la espalda como el sábado en el Calatrava, donde alguno subió a la tribuna por la escalera de atrás para que el tiro de las cámaras de la tele no recogiera los vacíos que gritaban ¡fracaso! y ¡decepción!.
Soy Presidente de Asturias desde hace ocho meses, un período corto aun si lo analizamos en el contexto de la breve historia de nuestra democracia. Pero sin duda el período más largo y más profundo en que un gobierno del Principado de Asturias, responsabilidad en este caso de FORO, no ha suscitado sospecha alguna de resignación, de continuidad, de compadreo, de fraude, de malversación, de caciquismo, de privilegios, de manipulación propagandística o de interesado manejo de los muy escasos dineros públicos. Hemos gobernado en esta primera parte de la legislatura a pecho descubierto y con las manos limpias. No hemos venido con el hacha en la mano, pero tampoco con las linternas apagadas.
Prueba de esa rotunda actitud de la apuesta por la transparencia, y del cuerdo análisis de las dramáticas cajas vacías (y no sólo vacías: también falsas, y arriesgadamente insolventes), es que en esta campaña, desde el gobierno de FORO, nos atrevemos a salir a la calle dando la cara con naturalidad, sin nada que ocultar, y aún con muchas cosas que contar para que sepamos en qué país sobrevivimos y con quiénes nos hemos estado jugando los cuartos los asturianos. Prueba de que la puesta en práctica de un nuevo estilo de gobernar ha sido una realidad innegable en este primer período, la tenemos en la feroz reacción de quienes hasta ahora manejaban las cartas del poder como una partida de póker en el club privado de sus intereses bastardos, de sus chanchullos amorales, de su apego a la poltrona y de su obstinada convicción de que el “statu quo” que les había llovido del cielo era algo que merecían por ser miembros de una extraña casta o de una secta aberrante y enquistada.
En estos primeros meses, con luz y taquígrafos, sin que nos temblase el pulso y sin concesión alguna a sutiles o burdas operaciones de chantaje, el gobierno del Principado ha demostrado que no es prisionero de nadie, y que ha sabido responder a las maniobras de obstrucción y boicot haciendo lo que en una democracia mejor se debe hacer: llamando a los ciudadanos a que nos juzguen nuevamente, someternos al bendito dictado de las urnas, y todo ello en un contexto de hacer política en defensa de los intereses colectivos de los asturianos. Hemos puesto los cimientos del edificio aunque los escopeteros que se sentían destronados de su ínsula feudal no acataron, desde el primer momento, la voluntad soberana del pueblo asturiano: algo que anunciaron, y consumaron, poniendo al frente de la Junta General del Principado a un representante de la fuerza política que había sufrido, en mayo pasado, una derrota histórica. Afortunadamente, el sistema democrático lleva en su propia naturaleza los antídotos contra esas perversiones, y el próximo domingo daremos un paso más en la misma dirección en que lo hicimos en aquel domingo 22 de mayo de 2011, una fecha de feliz recuerdo, como lo será, para la historia de Asturias y de FORO, el próximo domingo, el día 25 de marzo de 2012.
Alternativa política asturiana
Hace diez meses, aquí en Gijón, en la que podríamos llamar la primera vuelta de las elecciones autonómicas del pasado año, me dirigí a todos vosotros para ofrecer una alternativa asturiana a la política encadenada tramposamente en un pacto entre el PP y el PSOE para repartirse el poder que, quizás, algunos consideraron una suposición demasiado exagerada. Hoy nadie puede, con la luz de los datos ante sus ojos, negar esta evidencia. La necesidad de esta segunda vuelta electoral que hemos convocado viene impuesta por la obstaculización de la acción de gobierno, la paralización presupuestaria regional, y la voluntad de impedir cualquier programa de cambio del PPSOE, esa alianza tramposa de los dos partidos responsables del desmantelamiento asturiano y de la decadencia regional, que pretenden de nuevo condenar a Asturias a otros tres años de continuidad para que todo siga igual para unos pocos, mientras continúa empeorando la situación económica y social para la inmensa mayoría de los asturianos.
Si desde el primer día en FORO no quisimos resignarnos a la decadencia instalándonos en la cómoda pasividad de las poltronas para ver pasar las hojas del calendario, hoy os confieso que me siento aún más motivado y con más fuerzas que entonces a llamar a los asturianos a ponernos en pie, a rebelarnos contra el conformismo, la marginación y el olvido, y a levantar Asturias para encaminarla por la senda del bienestar y del progreso, porque la vuelta al inmovilismo del PP y del PSOE, del PSOE y del PP, ni me gusta ni creo que ofrezca razones para garantizar un milímetro de esperanza a los asturianos, por mucho que cuente con el inmoral apoyo de La Nueva España, el periódico de la desinformación y cuya miseria ética no tiene límites ni parangón conocidos.
Precisamente esta tarde despedimos en Oviedo a un gran periodista gráfico asturiano, Pepe Vélez, amigo de todos, testigo de los últimos 50 años de la historia de Asturias. Al ver el tratamiento que le dispensa hoy La Nueva España, me viene a la memoria que Pepe no se jubiló en el periódico en el que trabajó treinta años porque fue otra víctima de su editor, Vaquero, que lo despidió alegando que Vélez había publicado en la Hoja del Lunes, el periódico de la Asociación de la Prensa ovetense del que Vélez era director en funciones, las listas del último remplazo de reclutas del “Rubín”. Vaquero consideró la noticia de su propiedad exclusiva, y con las mismas mandó a la calle a Pepe Vélez, en vísperas de su jubilación, acusado de cumplir con su obligación como periodista. Hoy Vaquero no tiene rubor alguno en tapar su mala conciencia con las páginas necrológicas que le dedica. Así se hace periodismo en La Nueva España, en perjuicio de los valores y los principios de una sociedad libre e independiente. ¡Descanse en paz José Vélez!
A Javier Fernández
Le quiero dedicar cuatro palabras desde Gijón al candidato socialista Javier Fernández, que en esta campaña se comporta como una reedición de la falta de entusiasmo que ya exhibió en la campaña anterior. Para animarle, para sacarlo de su nirvana, le han organizado sus compañeros una vuelta a Asturias en siete días, versión socialista de la inolvidable “Vuelta al mundo en 80 días” de Julio Verne. La expedición socialista me trae al recuerdo lo leído sobre los viajeros románticos del siglo XIX, Jorgito el inglés y compañía, que recorrían el país con el pretexto de vender biblias, pero con el objeto de vivir emociones, para ellos pintorescas y atractivas, en una tierra irredenta. Javier Fernández, aunque no es cantautor, ha reproducido “Un país en la mochila” de Labordeta en nuestra Asturias, encarnando la sentencia de Jovellanos de que “hay muchas gentes que son siempre forasteras en su propio país, porque nunca se aplicaron a conocerle”. Estoy seguro de que hace casi un siglo, el Rey Alfonso XIII en su viaje a la comarca olvidada y durísima de Las Hurdes, acompañado por el doctor Marañón, no recibió mayores sorpresas ni más agudos impactos emocionales que los que enriquecen, desde hace unos días, el bagaje del candidato socialista a quien las cosas que va viendo cada día y que va anotando a cada hora le quitan el sueño por la noche cuando prepara la siguiente etapa en la placidez de su “dacha” -como llaman los de izquierdas a las casas dedicadas al merecido reposo del guerrero- que el socialista mierense habita felizmente en Gijón, mirando al mar, en la tradición soviética de recluirse en fortalezas y villas para alejarse del pueblo. Es un dato más que explica esa “tourné” de urgencia que Javier Fernández ha realizado por los 78 municipios de Asturias, estrechando manos, comprando caramelos, saludando a desconocidos, y sorprendiéndose, como un turista japonés recién llegado, de la belleza del paisaje de este paraíso.
Javier Fernández lleva más de un año dedicándome, directamente o por boca de ganso, a mí y a mi familia algunas descalificaciones insidiosas que nunca hasta el momento he pagado con la misma moneda. Si yo me dedicara como él, durante los años de gobierno del PSOE, a sestear políticamente en la “dacha”, algún “sucialista” compañero suyo me habría acusado falsamente, con la complicidad de La Nueva España, de haber favorecido laboralmente a la familia en el paradisíaco entorno de Somió, y pedirían una hipócrita reunión de la mesa de la Junta General del Principado para investigarlo, como acaban de hacer tras lanzar un falso infundio contra nuestro compañero y amigo Pelayo Roces. Le recomiendo a Javier Fernández que renuncie al “sucialismo” y que se dedique a fondo a lavar la imagen del socialismo asturiano con algo más que el detergente de las frases piadosas sobre las cestas de regalo que llegaron a su propio despacho. Porque resulta que esas decenas de regalos repartidos a diestro y siniestro en la FSA no eran inocentes porque fueron pagados con el dinero de los colegios públicos de los niños, escamoteado a todos los asturianos por las empresas implicadas en el supuesto cohecho del caso Riopedre que hoy sigue investigando la justicia.
Solo desde la amnesia más absoluta se podría confiar en un candidato socialista que lleva más de diez años de secretario general de la FSA-PSOE, tiempo en el cual sus gobiernos asturiano y nacional nos han conducido a la mayor decadencia y al peor desmantelamiento sufrida por ninguna Comunidad Autónoma española en estos años, y al escándalo de corrupción más grave de España en estos momentos. La principal garantía que ofrece el PSOE en esta campaña electoral es haber conducido a Asturias a la peor decadencia conocida, porque así lo reflejan los datos del Instituto Nacional de Estadística, resumidos en:
- El récord histórico de paro que alcanza a 99.353 personas.
- El 2º peor crecimiento de España en la década.
- La Comunidad Autónoma con la tasa de actividad más baja de España, 51,72 %.
- La única Comunidad Autónoma con la población estancada en los últimos diez años.
- La Comunidad Autónoma peor comunicada con el resto de España, por autovía y por ferrocarril.
El desmantelamiento regional socialista
¿Quién admite seriamente que Javier Fernández puede hacer mañana, al frente del Principado, lo contrario de lo que no quiso, no supo o no pudo hacer ayer? ¿Desde cuándo el fracaso rotundo en el pasado es garantía del futuro éxito?
En clave asturiana y gijonesa, hay muchos ejemplos que sirven para acreditar el desmantelamiento regional que los socialistas nos han dejado como herencia. Recordemos el metrotrén que pusimos en marcha hace ocho años para dotar a Asturias de un ferrocarril metropolitano, y de un sistema ferroviario de cercanías vertebrador de área central. Con el metrotrén, Gijón y Oviedo quedaban integradas de modo ejemplar, con estaciones centrales próximas a la mismísima c/ Uría de Oviedo y a la c/ Corrida de Gijón, amén de otras nuevas como Llamaquique, La Corredoria, Begoña, Pablo Iglesias y La Guía. ¿Qué hicieron los socialistas? Además de desviar y de parar el túnel pasante del Metrotrén, han roto la centralidad ferroviaria gijonesa alejando de la c/ Álvarez Garaya la estación central, han destrozado el acceso principal por carretera a Gijón, han alejado ferroviariamente el centro de Oviedo y de Gijón, han quebrado la sociedad gestora y nos han legado un caos de infraestructuras difícilmente superable en tiempos de escasez de recursos. Los socialistas, una vez más, son la garantía de desmantelamientos, de retrasos y de pérdidas de oportunidades de modernización en Gijón y en Asturias. Como gestores, son unos acreditados enemigos del progreso y unos expertos en paralizar los avances sociales, cualidades que explican sin más demostración las raíces de nuestra decadencia local y regional.
¿Qué ha dicho en esta campaña electoral la candidata del PP, Mercedes Fernández, sobre sus compromisos con el Metrotrén?. De momento, prefiere los paseos al lado de los famosos de su partido y nada de nada de los compromisos de los que habla su eslogan. Mercedes Fernández más bien se está contagiando de su tocayo Javier Fernández y acude con demasiada frecuencia a la comparación personal, poniéndose siempre a sí misma como ejemplo de valores. La inmodestia no suele ser una virtud, pero la exageración es siempre un defecto. Y poner como modelo de militancia ejemplar el caso de quien se dio de baja durante ocho años del partido para acceder a un cargo con sueldo me parece peor que la inmodestia y que la exageración juntas, y tal vez por eso decidió libremente volver a afiliarse al PP para ser diputada en Madrid, porque los ejemplos como el suyo de amor al partido y de fidelidad a unas siglas no nos gustan en FORO.
Y en términos políticos, cuando escucho a alguien presentarse como candidata de un partido comprometido por Asturias, me vienen a la cabeza inmediatamente algunas preguntas:
¿Comprometidos con Asturias?
- Pero si el gobierno del PP quiere eliminar los Fondos Mineros que son un compromiso de solidaridad territorial, mientras sí se comprometen a mantener el PER en Andalucía
- Pero si el gobierno del PP retrasa las Autovías, la Variante de Pajares o el Metrotrén de Gijón hasta el 2024, condenando a Asturias al aislamiento.
- Pero si acaban de paralizar las obras del Parador de Corias.
- Pero si el gobierno del PP no considera prioritaria la atención y las ayudas europeas a la ganadería del Cantábrico que entraría en fase de desaparición.
- Pero si nuestros astilleros no cuentan con ayudas para competir en Europa y no pueden cerrar contratos para construir nuevos buques.
- Pero si nuestras grandes empresas metalúrgicas están penalizadas con relación a los costes energéticos de sus competidores en otros países y tienen que reducir producciones y plantillas
¿Qué clase de compromisos ofrece el gobierno de Rajoy a Asturias? ¿Acaso empeorar la discriminación con que trataron a Asturias los gobiernos socialistas de Zapatero, el protector de Javier Fernández? El propio Rajoy contestó personalmente a estas preguntas el sábado en Oviedo, sin una sola referencia a los problemas de nuestra decadencia. Ni un solo compromiso con Asturias. No me extraña que sus únicas preocupaciones se centraran en lo que se dilapidó en Asturias en estos últimos siete meses. Si lo más valioso de un colectivo es el capital humano que lo forma, habrá que reconocer que Rajoy y los suyos han dilapidado todo el capital humano del PP con el que construyeron sus listas en mayo del año pasado, y de cuyos componentes Rajoy ya no tiene ni el detalle del agradecimiento por los servicios prestados. ¿Será que Rajoy es olvidadizo, que es ingrato o que es las dos cosas a la vez? Sea lo que sea, en estos tres meses de gobierno, Rajoy está tan concentrado en Europa que se ha olvidado de la solidaridad nacional entre las regiones españolas, y se está convirtiendo en una amenaza para que su gobierno pueda ayudar a Asturias a salir de la decadencia.
Argumentos falaces
Por eso no podemos aplaudir todas sus decisiones y los asturianos tenemos que medir especialmente bien nuestro voto el próximo domingo, porque uno de los argumentos más falaces e interesados que se está deslizando en esta campaña electoral es el de las ventajas que conlleva que el signo político del partido que gobierne Asturias coincida con el de la formación que rige los destinos nacionales. Permitidme recordar que, para los psicoanalistas, tal argumento nace de un complejo de sucursalismo y de acatamiento, o de un faldero vasallaje no sé si consciente o subconsciente. Intentar vender esa mercancía y razonar de esa manera es dejarse llevar por la pereza mental y por un pensamiento acrítico y cateto que desarrolla la tesis de que la responsabilidad del gobierno de la nación con respecto al Gobierno autonómico de Asturias es una cuestión de amiguismo o de “coleguismo”.
Decía el inolvidable Rafael Fernández, primer presidente del Principado (y sus palabras están en las hemerotecas) que cuando llegó al gobierno asturiano, en los tiempos en que en Madrid gobernaba la UCD de Adolfo Suárez, le era muy fácil entenderse, y que en todo momento tenía abiertas las puertas de La Moncloa, lo que no significaba, claro está, ni que todos sus planteamientos fuesen asumidos ni que todas sus demandas fuesen satisfechas. Pero, cuando llegó a la presidencia Felipe González, sobre quien Rafael Fernández, por edad, por biografía y por experiencia, tenía un gran ascendente, le era más difícil entenderse, y hasta tenía dificultades para que le encontrasen un hueco en la agenda presidencial. Estamos hablando de Adolfo Suárez, de Felipe González y de Rafael Fernández, no de Mariano Rajoy ni de Mercedes Fernández.
Como algunos ya demostramos, lo importante para Asturias no es que aquí tengamos un gobierno sucursalista que diga amén y aplauda al de Madrid, sino que en el gobierno de Madrid haya asturianos que se partan la cara y se jueguen el puesto por su tierra para defender nuestros intereses. Desgraciadamente, en el gobierno de Rajoy en Madrid no hay ni un solo asturiano que dé la cara ni que pinte nada. No me dedico al cotilleo ni soy indiscreto con la memoria de algunas situaciones, pero sólo os digo que yo sí sé el grado de conocimiento y de valoración que tiene Mariano Rajoy sobre Mercedes Fernández y sus compañeros asturianos, los de mayo y los de ahora, y no augura nada bueno para Asturias, como ya hemos podido comprobar en estos tres primeros meses de decisiones gravemente perjudiciales para los intereses asturianos.
Por lo demás, y volviendo al asunto, para saber los benéficos, milagrosos y maravillosos efectos que produce esa coincidencia ideológica, no hay más que abrir los ojos y fijarse en el caso que le hizo el señor Zapatero al señor Areces en los últimos ocho años. Gracias a esa predilección fabulosa y a esa complicidad infinita, Asturias ha llegado a la situación más difícil y agónica de su historia democrática. Con amigos así, no hacen falta enemigos. En fin que a los asturianos ilusos que esperen algo bueno de la coincidencia de un gobierno del PP en Asturias con un gobierno del PP en Madrid les recuerdo, como decía Pío Cabanillas, “cuerpo a tierra, que vienen los nuestros”. Avisados estamos.
Programa electoral ante notario
Esta mañana celebramos el último de los ocho actos convocados para presentar públicamente nuestro completo programa electoral que antes habíamos depositado ante notario. Es nuestro libro de cabecera como candidatos para definir nuestra voluntad decidida de cambio. El próximo domingo los asturianos somos protagonistas insustituibles para elegir entre la continuidad de la política PPSOE y de la política de cambio de FORO. También lo somos para encargar la dirección de los asuntos del Principado a un gobierno servil y sumiso con Madrid, o un gobierno leal, respetuoso y exigente que anteponga los intereses de Asturias. Pero también podemos contribuir a consolidar en Gijón un gran proyecto de modernización y de progreso. Si FORO es una empresa colectiva en la que todos somos necesarios, hay personas especialmente significativas por su liderazgo, y al referirme a ellas en Gijón hay unos obligados nombres propios, Carmen Moriyón y los miembros del equipo que con talento y con trabajo ha sabido formar. La alcaldesa Carmen Moriyón es la gran prueba de cómo una ejemplar ciudadana, una excelente profesional ya implicada en muchas iniciativas de la sociedad civil, da con naturalidad el paso al ejercicio de la política, ampliando el espectro de su capacidad y de su actitud de servicio a los gijoneses y a los asturianos. El relevo en la alcaldía de Gijón, tras haber sido durante tres décadas el feudo socialista más preciado, era un reto difícil. Pero Carmen Moriyón demostró que sabe crecerse en las dificultades, que tiene intuición para perfilar una forma nueva de hacer política en la ciudad más poblada de Asturias, y que tiene un especial instinto para adentrarse en las necesidades de la población, en las esperanzas y las fatigas, y hasta en los matices psicológicos de una ciudadanía rica en tradiciones, y atenta y acogedora para los diversos movimientos culturales y sociales. Carmen Moriyón, su equipo y los electores que les han dado su confianza son el baluarte gijonés de FORO, forman parte de los activos más preciados de nuestra formación, y el resultado del domingo será también un gran elemento de apoyo a su brillante gestión que nos enorgullece a todos sus compañeros asturianos.
Permitidme para concluir un recuerdo, en este día 19 de marzo de 2012, fiesta de san José, a la conmemoración del bicentenario de la Constitución de Cádiz, aquel documento magnífico elaborado en un país que se rebelaba heroicamente contra Bonaparte y en la capital gaditana, que vivía su aislamiento azotada por una epidemia de fiebre amarilla. En aquel contexto dramático, unos españoles de la Metrópoli y de Ultramar nos dejaron escrito que “el amor a la patria es una de las principales obligaciones de todos los españoles, y asimismo el ser justos y benéficos” y que “el objeto del Gobierno es la felicidad de la nación, puesto que el fin de toda sociedad política no es otro que el bienestar de los individuos que la componen”. En FORO asumimos hoy como actualísimos estos postulados centenarios de aquella Constitución pionera que introducía conceptos tan alentadores como la obligación de amar a la patria, de ser justos y benéficos, de procurar la felicidad de la nación desde el Gobierno y de la libertad de imprenta.
Queridos amigos y amigas: cuando faltan apenas cinco días para las urnas, os pido el mayor esfuerzo para que hagáis llegar a vuestro entorno familiar y social el mensaje de esfuerzo, de ilusión, de decencia y de coraje, que es el mensaje de FORO para sacar a Asturias de la decadencia y encaminarla por la senda del progreso y del bienestar. Un mensaje que desmienta las encuestas manipuladas y que rompa el techo de las que quizá sean más objetivas. Y todo ello porque, venciendo el drama del paro y abriendo nuevos horizontes a la Asturias pisoteada por la mala gestión socialista de la crisis, lograremos, entre todos, unos ciudadanos más felices en la Asturias de nuestros amores.
Que nadie falle el domingo. Tenemos la obligación de ganar. Hemos venido aquí para ganar. Tenemos por delante la tarea de la felicidad para este gran país llamado Asturias.
Gracias, queridos amigos y amigas.