Por Fernando Bazán.noticiasdesiria.blogsopt.-Prominentes miembros del Consejo Nacional Sirio (CNS) han mostrado sus discrepancias públicamente sobre cuestiones fundamentales tales como si la lucha contra Al-Assad debe ser pacífica o se debe recurrir a las armas; además los activistas dentro de Siria acusan, a menudo, que el CNS está compuesto en su mayoría por los exiliados sirios en Europa y otros lugares por lo que están fuera de contacto con la lucha en el terreno.
Kamal Al-Labwani, uno de los renunciantes, acusó a la dirección del CNS de controlar el funcionamiento del partido, dejando a un lado la mayoría de sus 270 miembros y señaló que el CNS es una ilusión ya que el gobierno autocrático al interior del grupo no deja espacio para el diálogo. Al-Labwani, trabajó durante años contra el régimen de la familia Al-Assad, antes de ser encarcelado en 2005, y se unió al CNS poco después de ser lanzado en noviembre de 2011.
Haytham Al-Maleh, es el otro disidente que se alejó del CNS, no dijo por qué había tomado esa decisión pero en el pasado acusó al grupo de estar fuera de contacto y no consultar al resto de la oposición sobre las medidas a tomar. Haitham Al-Maleh, es un destacado activista de DDHH de 80 años y fue liberado de la cárcel como parte de una amnistía para miles de prisioneros, anunciada por el presidente sirio Bashar Al-Assad al comienzo de las manifestaciones en marzo de 2011;sus cuatro décadas de trabajo en la defensa de los DDHH en Siria le valieron una serie de reconocimientos como el Mejor Activista de DDHH de 2002 por el Programa Árabe de Activistas de Derechos Humanos en El Cairo y la Medalla de Guezen en 2006, pero a pesar de los reconocimientos internacionales Al-Maleh ha sufrido varias detenciones desde 1951 y más recientemente compareció ante un tribunal militar por haber publicado una revista que terminó con la revocación de su licencia de abogado y la prohibición de viajar al exterior.
Al-Labwani planeaba emitir una declaración breve sobre las posibles renuncias y denunciar las luchas por el poder dentro del CNS, aunque se negó a dar detalles; otro miembro del CNS dijo que 80 miembros de los 270 que conforman el CNS planeaban renunciar debido al creciente malestar con la junta directiva que transmite al resto de los miembros que está haciendo. Algunos activistas y los rebeldes dicen que no está claro lo que ha sucedido con el dinero prometido por algunas potencias árabes y occidentales dentro del CNS, por lo que no sorprendería que se pueda formar un nuevo grupo de oposición que se centraría en armar a los rebeldes y agrupar a los disidentes dentro del CNS.
El portavoz de Kofi Annan, Ahmad Fawzi, señaló que se ha recibido una respuesta del presidente sirio, Bashar Al-Assad, a las propuestas de mediación para acabar con la violencia en el país, pero que Annan está buscando respuestas a las preguntas pendientes. Annan, quien se reunió Al-Assad en Damasco el fin de semana, se refirió a las medidas que debían tomarse incluyendo el cese de los combates, el acceso humanitario y el inicio de un diálogo político con la oposición siria; Fawzi remarcó que dada la grave y trágica situación sobre el terreno el tiempo es esencial.
Esta demora en las escasas concesiones que el régimen sirio ha realizado a Annan le ha permitido desviar la atención de otros aspectos importantes de la situación siria. Amnistía Internacional en un nuevo informe señala que los sirios que han sido detenidos durante el levantamiento contra el gobierno han sido sometidos a "tortura sistemática" por las fuerzas del régimen lo que constituye un crimen de lesa humanidad; Amnistía Internacional sugirió que la situación en Siria debe ser remitida a la Corte Penal Internacional para el posible enjuiciamiento de los funcionarios del régimen.
El informe señala que, si bien la gran mayoría de las supuestas violaciones a los DDHH han sido cometidos por las fuerzas de seguridad, ha habido algunos informes sobre abusos cometidos por miembros de grupos armados de oposición, entre ellos el secuestro y asesinato de algunas personas o sus familiares que al parecer eran abiertamente adherentes al gobierno o eran miembros de las bandas armadas conocidas como “shabiha”. Amnistía Internacional está investigando estos informes, aunque ya expresó la condena sin reservas graves los abusos cometidos por grupos armados, incluidos los ataques indiscriminados dirigidos contras civiles, los ataques desproporcionados, torturas y otros malos tratos, la toma de rehenes y el asesinato de los presos.
En medio de las denuncias de violaciones a los DDHH, las fuerzas estatales lanzaron un asalto a la sureña ciudad de Daraa para intensificar los esfuerzos destinados a aplastar las manifestaciones en la cuna de los levantamientos iniciados hace un año atrás; la oposición dijo que las tropas del gobierno habían rastrillado edificios en Daraa con fuego antiaéreo para someter a la oposición junto al envío de 130 vehículos blindados a la zona. El ejército sirio parece haber multiplicado sus ataques contra los bastiones de la oposición esta semana, barriendo a los rebeldes de la ciudad noroccidental de Idlib repitiendo lo sucedido en Homs; el régimen ha encarado el proceso de aniquilación de los focos insurgentes de cara a iniciar un pseudo plan de reformas políticas que legalice su situación actual.
Este avance ha sido bien recibido por Rusia. El Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, dijo que su país aspira a defender, no el régimen de Al-Assad, sino al derecho de los sirios a elegir su propio líder y a la estabilidad en el Medio Oriente. En el actual contexto, las elecciones van a consagrar a Bashar Al-Assad en el poder y ello servirá para que Rusia, China y el resto de los aliados de Damasco tengan un mayor argumento de donde asirse para refutar cualquier intervención o pedido internacional de renuncia del presidente sirio
