La Primera Mandataria se expresó así al concluir el discurso pronunciado en el Palacio de la Moneda, en Santiago de Chile, durante la cena que le ofreció su par de ese país, Sebastián Piñera, en su primera actividad oficial en la visita de poco más de 24 horas a ese país.

Cristina Kirchner llegó a la capital chilena a las 17.25 y pasadas las 21 se trasladó a la sede del gobierno de ese país para participar de la cena junto a la comitiva integrada por el canciller,  Héctor Timerman, y  los ministros de Educación, Alberto Sileoni; de Planificación, Julio de Vido, y de Seguridad, Nilda Garré, y el secretario de Medios y vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, además del gobernador de Jujuy, José Luis Gioja.

La velada fue abierta por el presidente anfitrión, quien hizo votos por la profundización de las relaciones bilaterales y ratificó su firme respaldo a los reclamos argentinos de soberanía sobre las islas Malvinas.

A su turno, la Presidenta agradeció ese apoyo y ratificó que esa causa global no sólo apunta a recuperar su territorio sino también a “defender nuestros recursos”.

“Malvinas no puede verse sólo como una integridad territorial, sino también como la defensa de nuestros recursos ictícolas,  petroleros, resguardando el medioambiente”, dijo, “ya que –agregó- se está haciendo una explotación sin ningún tipo de control por parte de los países que podrían sufrir la depredación y sus consecuencias”.

Destacó además la forma en que ambos países  y  las demás naciones latinoamericanas “nos acostumbramos a solucionar entre nosotros los conflictos”.

Aseguró que “esta hermandad entre Argentina y Chile es inconmovible e inalterable, porque en el único momento en que pudo haber ruido de armas, no fue en democracia en ninguno de los dos países”.

Subrayó entonces que “el primer valor a preservar en nuestros países debe ser la voluntad popular, la democracia, la garantía de que en democracia, aún gobernando fuerzas políticas que aparentemente tienen orientaciones ideológicas diferentes, siempre vamos a encontrar soluciones a todas nuestras diferencias”.

Asimismo mencionó los beneficios de ambos países para la integración que permitirá la salida de productos de los dos hacia Asia y hacia el Africa.

  Señaló el trabajo que se está realizando para mejorar la conectividad en los más variados campos, incluido el energético, y la necesidad de “hacer caer barreras burocráticas”.

“Mañana será un día de trabajo, y cualquier problema que surja solamente será un problema que será abordado y solucionado, como hemos hecho en democracia”, afirmó Cristina Kirchner.

“La unidad y la integración está más allá de los propios gobernantes” de ambos países, sostuvo, porque “la amistad y el entendimiento con Chile va más allá de cualquier gobierno: es para nosotros una cuestión de estado”.