"No podemos perder talento. Las mujeres somos la mitad de la población y sería insensato que se desperdiciara la mitad del talento de una sociedad".  Así de rotunda ha sido Ana Botella, alcaldesa de Madrid, durante la presentación del informe La mujer directiva en España, realizado por el grupo Isotés, dentro del programa Women as leaders de Price Waterhouse Coopers. Botella constató la poca representación femenina en puestos de alta dirección de las empresas españolas, pese a constituir las mujeres más de la mitad de los licenciados universitarios y obtener mejores expedientes académicos. "Es evidente -dijo- que algo falla. No se trata de recrearnos en una queja, hay que encontrar soluciones a los problemas".

Precisamente con ese objetivo, nace el estudio presentado hoy: identificar las barreras que impiden el máximo aprovechamiento del talento femenino, para poder atajarlas y encontrar soluciones. Se basa en una encuesta realizada a más de 800 directivos, más el apoyo de otras 60 entrevistas personales con otros tantos profesionales del mismo nivel.

Radiografía del problema

El estudio hace una completa radiografía del problema en España, un país en el que el 60% de los licenciados son mujeres, y sólo el 45% del mercado laboral es femenino. Los porcentajes bajan cuando se avanza en la carrera de la alta dirección hasta el punto de que menos del 10% de los directores generales, consejeros delegados y presidentes de las compañías españolas son mujeres. "Ese dato muestra,  -subrayó Ana Botella-, que las mujeres están hoy en España tan preparadas como los hombres, acceden con similares dificultades al mercado de trabajo, consiguen en muchos casos llegar a ser mandos intermedios en las empresas, pero algo ocurre en este camino y ahí se paran".

La respuesta a ese "algo" está, para la alcaldesa, en que "la preparación, la valía, y el rendimiento no son aún las únicas claves para progresar".

Botella apostó por trabajar para  fomentar un cambio de mentalidad en la sociedad en lugar de inclinarse por el establecimiento de un sistema de cuotas, que implica "un riesgo muy alto". Cambio de mentalidad y trabajar para que la meritocracia y la igualdad de oportunidades se conviertan en las normas que rijan el mundo profesional. "Entonces no hará falta ningún tipo de intervención". Una empresa que renuncia al 50% del talento está, para la alcaldesa, "cometiendo un error estratégico