En el desarrollo de este proyecto se investigará la adición de los antifúngicos mediante tres vías diferentes: su inclusión en el propio material plástico, bien por incorporación directa en la matriz polimérica o bien como recubrimiento sobre dicho el material de envasado, y mediante aplicación como recubrimiento comestible sobre el propio alimento.
Tanto los envases activos como los recubrimientos comestibles aplicados sobre la superficie del producto permiten una migración controlada en el tiempo de ciertos aditivos que puedan ser beneficiosos para el alimento.
Además, según el material utilizado para su fabricación, posibilitan regular la transferencia de gases al producto, tales como oxígeno, y permiten controlar también la humedad. Todos estos factores pueden contribuir a una mejora en la conservación de los alimentos seleccionados por la disminución del crecimiento fúngico.
De este modo, se prolongará la vida útil y la calidad de estos productos, además de crear nuevas vías de negocio de alto contenido tecnológico, alto valor añadido y la promoción de la innovación en el sector alimentario y plástico.
Junto a Tecnalia participan el Instituto Tecnológico del Plástico (AIMPLAS) y el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), así como las empresas Novapan, Industrias Lácteas Asturianas y General de Manipulados Plásticos.