UNESCO PRESS.-Presidente del Comité International de Bioética (CIB) desde junio de 2011, Stefano Semplici, profesor de ética social en la Universidad “Tor Vergata” de Roma (Italia), comenta la reciente polémica en torno a la publicación de estudios sobre el virus de la gripe H5N1 mutada en laboratorio
¿Qué piensa usted del acuerdo tras la reunión de expertos organizada por la OMS el pasado 18 de febrero, sobre la divulgación de dos estudios respecto a los virus creados en laboratorio, los H5N1?
Es un ejemplo típico de lo que podríamos llamar una “solución de compromiso bioético". Es evidente que tanto la difusión de información sobre los resultados de la investigación, como la prevención de riesgos para la salud pública, son responsabilidades esenciales no sólo de los gobiernos sino también de la comunidad científica.
O bien tratamos de acelerar el avance de la ciencia, aceptando al mismo tiempo mayores riesgos; o bien, decidimos no correr riesgos, impidiendo a los investigadores del mundo entero el acceso a información importante. Ante esta disyuntiva, es inevitable tomar una decisión.
En este preciso caso, el enigma parece ser verdaderamente insuperable porque la divulgación de la información puede ser útil para comprender mejor las propiedades de los virus, pero los participantes en la reunión convocada por la OMS conocían perfectamente que la información sobre los virus modificados en laboratorio, al ser más transmisibles entre mamíferos y mucho más mortales que los virus naturales, puede suponer nuevos riesgos para la seguridad humana.
Los expertos fueron invitados a una evaluación ponderada y prefirieron la total divulgación de estos estudios, expresando claramente que antes de la publicación se efectuara un examen de los aspectos esenciales en materia de seguridad biológica y de bioseguridad. Es esta la solución de compromiso que los expertos han encontrado entre la difusión de información y la prevención de riesgos.
Este caso plantea el problema de la concienciación del público respecto a nuevas cuestiones producidas por los avances en la ciencia ¿Es posible o necesario, publicarlo todo?
La enseñanza de las ciencias y la consciencia de las aplicaciones y del impacto potencial de los avances de la investigación científica son características esenciales de una sociedad democrática, simplemente porque estas aplicaciones y las consecuencias afectan y remodelan profundamente la vida de todos.
El verdadero respeto de la autonomía personal y de las políticas afines sólo puede asegurarse sobre la base de: información fiable y actualizada, de un debate público y de la voluntad de cambiar la mentalidad y las actitudes de cada uno frente a argumentos oportunos.
El problema no es saber si debemos decir todo o sólo una parte, sino consiste en cómo transmitir al público en general la información sobre la salud y en especial, sobre los problemas de salud mundiales.
Tanto los científicos como los profesionales de los medios de comunicación comparten la responsabilidad de evitar el sensacionalismo excesivo y el alarmismo que pueden provocar, conllevando incertidumbre, pánico o pérdidas económicas.
¿Cuáles son las principales áreas de trabajo del Comité Internacional de Bioética en 2012?
El Comité continuará trabajando sobre las implicaciones éticas de la medicina tradicional en el marco del principio del respeto a la diversidad cultural, así como también sobre la necesidad de considerar dicha medicina como independiente, es decir, como una medicina que debe ajustarse a las normas aceptadas de calidad. El objetivo es finalizar un informe sobre este tema durante la próxima reunión del CIB, que tendrá lugar en París, en la segunda mitad de 2012.
Al mismo tiempo, el Comité se centrará en el "Principio de no discriminación y no estigmatización" determinado en el artículo 11 de la Declaración Universal sobre Bioética y Derechos Humanos de 2005. La idea es servirnos de este principio como "paraguas conceptual" bajo el cual deberán ser tratados los nuevos riesgos que surgen en diferentes zonas sensibles de la biomedicina, tales como los bio-bancos, el tráfico de órganos, la neurociencia o la nanotecnología. Este enfoque transversal es la característica esencial del Comité en su calidad de “Foro mundial” para la bioética.
Entrevista realizada por Cathy Bruno-Capvert. FOTO: