GINEBRA, Suiza, (ACNUR) – El Alto Comisionado de las Naciones Unidas, António Guterres, ha nombrado esta semana a Panos Moumtzis, ex jefe de Relaciones con Donantes de ACNUR, como el nuevo Coordinador de Refugiados para los refugiados sirios en un momento en el que el número de personas que huyen de Siria hacia países vecinos aumenta cada día.
En marzo se cumple un año desde que comenzaron los disturbios en Siria y según los datos oficiales de los países vecinos y las cifras de registro de ACNUR unas 30.000 personas han huido hacia los países limítrofes mientras que, a su vez, hay un número significativo de sirios desplazados dentro del país. Los equipos de ACNUR en Jordania, Líbano y Turquía han estado trabajando durante el último año para apoyar a los gobiernos y las ONG, proporcionando cobijo, asistencia y protección a los refugiados.
En los últimos seis meses se ha experimentado un considerable aumento de la violencia, especialmente en las provincias de Homs, Deir al-Zor, Hama, Idlib y Damasco. Pese a la complicada situación, la política y el compromiso de Siria de acoger y apoyar a 110.000 refugiados registrados por ACNUR, iraquíes en su mayoría, continúa en vigor.
Hasta la fecha, Jordania, Líbano y Turquía han mantenido una política de fronteras abiertas para los sirios que huyen de la violencia. Los países y comunidades de acogida están ofreciendo la mayor parte de la asistencia a estos refugiados.
Líbano
ACNUR y la Comisión Superior de Socorro de Líbano (High Relief Comission -HRC por sus siglas en inglés) han registrado conjuntamente a 7.088 sirios en el norte de Líbano y el proceso continúa en Trípoli, donde han buscado refugio varios miles de personas más. Estas personas han llegado principalmente de Homs y Talkalakh y están viviendo con la comunidad local en Wadi Khaled, Tall Bire y Trípoli.
Además, ACNUR y sus socios locales calculan que hay unas 4.000 personas en el valle de Bekaa, viviendo en Aarsal, Fakha y Mashariie el Qaa. ACNUR está verificando estas cifras y distribuyendo alimentos y otros materiales de ayuda humanitaria. En otras zonas de Líbano hay unos 1.000 refugiados sirios que están recibiendo asistencia por parte de ACNUR y sus socios.
En el norte de Líbano, la Comisión Superior de Socorro, ACNUR y otros socios están distribuyendo regularmente alimentos, utensilios de cocina y productos básicos de higiene a los refugiados registrados y a las familias que lo necesitan. El servicio primario de salud se ofrece a través de clínicas públicas y privadas en las que ACNUR está cubriendo la mayor parte de los costes. Aquellas personas que llegan con problemas graves de salud y los heridos, son derivados a alguno de los cinco hospitales de la zona norte, cuyos gastos corren a cargo del gobierno. Unos 268 heridos han sido tratados en varios hospitales del norte de Líbano desde que comenzó el flujo de refugiados.
Los niños refugiados están acudiendo a escuelas locales y ACNUR junto con sus socios están cubriendo los costes de los materiales educativos y las clases de apoyo, que también se ofrecen a niños libaneses que lo necesitan. Hasta hoy 525 niños sirios se han matriculado en la escuela. En colaboración con sus contrapartes,
En Bekaa, ACNUR y otras agencias de la ONU, están ofreciendo asistencia a los desplazados junto a ONG locales e internacionales. Esta asistencia incluye la entrega de combustible, alimentos, mantas, colchones y paquetes higiénicos. Los equipos de ACNUR en el terreno están trabajando actualmente con las autoridades para evaluar las necesidades de las personas bajo el amparo del ACNUR y estudiar la capacidad para ofrecer cobijo en la región.
ACNUR está en permanente contacto con los refugiados y las autoridades libanesas para dar seguimiento a todos los problemas de protección.
FOTO ACNUR
Jordania
En Jordania, más de 5.000 sirios han sido registrados por ACNUR desde marzo de 2011 y otros 2.000 están a la espera de ser registrados. Igualmente, la mayoría de ellos están viviendo con familias de acogida desde Irbid y Ramtha, en el norte, hasta Maan, mucho más al sur.
ACNUR está ofreciendo asistencia a los refugiados urbanos, en forma de materiales de ayuda humanitaria y ayudas económicas, y apoya al gobierno para la renovación y puesta en marcha de unas instalaciones de tránsito en el punto fronterizo de Ramtha. Por este centro han pasado 1.000 sirios y actualmente alberga a más de 380 personas en condiciones precarias.
Al igual que en Líbano, en Jordania las ONG locales, concretamente la Organización Caritativa Hashemita de Jordania (Jordan Hashemite Charity Organization –JHAS- por sus siglas en inglés) están jugando un papel importante a la hora de responder de forma directa a las necesidades de los refugiados y de derivar los casos más vulnerables al ACNUR para su registro y para recibir apoyo de los servicios comunitarios. El acceso al servicio sanitario es una preocupación clave para los sirios; ACNUR, el equipo de Naciones Unidas en el país y el gobierno están trabajando conjuntamente para cubrir estos servicios. JHAS está distribuyendo vales de comida y materiales esenciales como estufas, mantas y colchones. Esta ONG también tiene una clínica móvil que va regularmente a Ramtha y Mafraq, donde el gobierno está también cubriendo el coste del tratamiento médico.
Turquía
En Turquía, donde los campos son gestionados por el gobierno, casi 23.000 personas han recibido protección en siete campos en la provincia de Hatay desde abril de 2011. Algunas de estas personas han regresado a Siria y hoy el total de refugiados allí es de algo más de 13.000 personas. El gobierno de Turquía tiene previsto trasladar a la mayoría a la provincia de Kilis, donde se han montado unas estructuras más estables para alojarles. ACNUR tiene una presencia permanente en Hatay para apoyar los esfuerzos del gobierno y prevé instalar también una oficina en Kilis cuando la población del campo se traslade allí.
El gobierno turco está proporcionando la mayor parte de la asistencia a los refugiados. La salud primaria se ofrece en los campos y cualquiera que necesite tratamiento médico más serio es trasladado al hospital de Antakya. Los servicios médicos son gratuitos, incluidas las recetas y la atención oftalmológica y dental.
Se han establecido 68 clases en los campos con profesores de habla árabe. Cada campo tiene además representantes comunitarios. La documentación y el registro siguen en marcha y ACNUR ha ofrecido asistencia a las autoridades para mejorar la calidad y el contenido del proceso de registro de datos.
Dentro de Siria, los refugiados iraquíes están acusando ya el incremento significativo del precio de los productos básicos debido a la inflación y la devaluación de la moneda siria, que ahora está al 50% con respecto a marzo del año pasado. ACNUR sigue apoyando a más de 11.000 familias de refugiados muy pobres a través de su programa de asistencia económica, que facilita unos 180 dólares al mes. A partir de marzo, la oficina también ayudará a atender las necesidades alimentarias de unos 97.000 refugiados mediante un programa de asistencia en efectivo. Junto con la Media Luna Roja Siria y otros socios nacionales e internacionales, se ofrecerán otros servicios básicos para ayudar a la población refugiada a hacer frente a sus crecientes dificultades socio-económicas.
ACNUR ha observado que tanto los refugiados iraquíes como los desplazados sirios, se han marchado de las zonas en conflicto, principalmente hacia pueblos a las afueras de las principales ciudades y a zonas rurales de Damasco y de la gobernación de Damasco, consideradas más seguras