Por Luis Javier del Valle Vega.-El sábado, los inquietos cofrades gijoneses, organizaron su II Gran Capítulo, y lo que es mucho más difícil, con más éxito y participación que el primero.
Desde que se constituyeron en Cofradía en 2010, los cofrades no pararon de acudir a grandes Capítulos, dando igual la distancia a qué quedase la localidad de la Cofradía anfitriona, daba igual que estuviese en territorio regional, nacional o extranjero, daba igual Principado de Asturias, España, Portugal o Francia, nada los pararon. Y como bien dice el refrán: “el que siembra, recoge” y a su Gran Capítulo acudimos ni más ni menos que 36 cofradías a su llamada, 9 más que en la edición de 2011, siendo casi 250 personas las que disfrutamos de sus actos en un primaveral día.
Cofrades anfitriones escoltando a Miguel Ángel Benito, cofrade de honor en la edición anterior.
Del Principado, no faltó ninguna a arroparles, Amigos de los Quesos del Principado de Asturias, Buena Mesa del Mar, Caballeros de la Orden del Sabadiego de Noreña, Vino de la tierra de Cangas, Amigos de los Nabos de la Foz de Morcin, Doña Gontrodo de Oviedo, Colesterol de Avilés, Queso Gamoneu de Cangas de Onis, Chosco de Tineo y Gastronomos de Yumay de Avilés. También acudieron la Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata de Pola de Laviana y la Asociación de criadores del gochu asturcelta.
Las cantabras de la Anchoa de Santoña, los Quesos de Cantabria, Zapico de Santander y la del Nacimiento del río Ebro en Reinosa. Las vascas de la Anchoa del Cantábrico, Alubia de Tolosa, Bacalao de Eibar, Sidra natural de Guipuzcoa de Hernani, Queimada de San Sebastían, Queso Idiazabal de Ordizia y la asociación de Slow Food de Alava. Las navarras del Espárrago de Navarra y de la Txistorra de Sakana. Las castellanas de los Pimientos del Fresno de León, Vino de la Ribera del Duero de Valladolid, Queso Manchego de Toledo. Los riojanos del Vino de la Rioja, los valencianos del Círculo de Enófilos de Utiel Requena, la madrileña de Radio Turismo Madrid y la Real liga naval española. De fuera de nuestras fronteras las francesas de la Chaine des Rotisseur y de Saint Romain y las portuguesas del Algarve y de Pinhal do Rei.
Nuestro Cofrade mayor, Dionisio Cifuentes, Armando Álvarez –uno de nuestros senadores- Iñaqui Canga y el que suscribe, fuimos los que acudimos en representación de la Cofradía de Amigos de los Quesos del Principado de Asturias.
Pequeños cambios en el programa con respecto al del 2011, centrando todos los actos en la misma ciudad, sin falta de andar desplazándose, bien en autobús o en turismo, contribuyeron a un Capítulo mucho más lucido.
A la recepción y desayuno en la misma sidrería que en la edición anterior, la Galana, sita en la Plaza Mayor, siguió el desfile cívico-festivo de todas las Cofradías por el casco urbano de la capital de la costa verde, para concluir en la plaza del Instituto, más conocida como del Parchis, dónde está ubicado el Centro cultural antiguo instituto Jovellanos, en cuyo salón de actos tuvo lugar el acto oficial.
Gontrodos, Anchoa del Cantábrico y Quesos en el desayuno.
La mesa presidencial estuvo compuesta por Rafael Felgueroso, primer teniente alcalde del Excmo Ayuntamiento de Gijón; Alberto Fernández, presidente de la Cofradía del Oriciu; Carlos Martín Cosme, presidente de FECOES, Juan José Alonso Uriarte, presidente de FECOGA y José Luis Martínez Martínez, presidente del Ateneo Jovellanos. Ejerciendo como maestro de ceremonias Alejandro Fernández, secretario de la Cofradía anfitriona.
Alejandro en una primera intervención mostró su agradecimiento a todas las Cofradías presentes, su satisfacción porqué el sueño que habían tenido cuando fundaron la Cofradía comienza a ser una realidad y comunico los próximos pasos que van a dar para potenciar al equinodermo que defienden, y que son:
n Convocar un concurso fotográfico sobre el oriciu, dado su cromatismo y la posibilidad de obtener fotografías subacuáticas son sin duda dos valores a relanzar.
n Colaborar con la Asociación de Hostelería y la Sociedad mixta de turismo de Gijón, para poder transformar las jornadas gastronómicas que se celebran anualmente, con la creación de un concurso, en el que se premie la innovación. La fiesta del oriciu en San Ciprian (Lugo), que ya va por su XXI edición, en el que estuvieron invitados el año pasado, en el que había 36 recetas diferentes, les abrió los ojos para intentar hacer lo mismo en Gijón, y
n Otro gran sueño, conseguir comer oricios en verano. La naturaleza tiene sus ciclos, y el verano es la época del desove, pero técnicamente creen que sí. El año pasado una experiencia realizada no fue positiva, pero este año cuentan con la colaboración de la Escuela de Hostelería de Gijón y cree que lo lograrán.
Como ven amplio horizonte, el que tienen por delante, desde luego si consiguen el tercer objetivo, será toda una bendición para los que tenemos como preferencia máxima en la lista de los mariscos al que ellos defienden. De momento, no me imagino en una terraza del Rinconín gijonés comiendo oricios y bebiendo sidra en agosto.
Posteriormente se hizo el nombramiento y se tomo juramento a tres nuevos cofrades de número: José Antonio Álvarez, José Ramón Bodega y Manuel Muñoz. Con ellos, ya son 17 los cofrades de número.
A José Luis Martínez, se le cedió la palabra para que glosara la figura del ilustre asturiano Gaspar Melchor de Jovellanos, que da nombre al edificio que albergaba el acto. Un muy bien documentado repaso a su vida y lo que significó y significa en la historia de España, del que es uno de sus padres de la misma, y posiblemente no conocido por todos los presentes.
A continuación se procedió al nombramiento de los cofrades de honor, que en esta ocasión han recaído en :
-- Centro Asturiano de Cantabria, al que se le reconoció el mérito que tiene el organizar anualmente unas jornadas dedicadas al oriciu en tierras cantabras, tierra dónde no es costumbre consumir el mismo, El llanisco Felipe Somohano, fue el encargado de recoger el reconocimiento y agradecer en su intervención el mismo.
-- Miguel Sierra, se le reconoce por su aportación gastronómica, él ya lleva creados cinco postres con el oriciu como ingrediente. Bien se lo merece el bueno de Miguel, con el que mantengo excelentes relaciones desde hace más de una década, desde que nos conocimos por motivos profesionales. El Principado, bien puede presumir de tener uno de los mejores espadas de la pastelería y confitería española, sus múltiples premios lo respaldan. Él, como bien se dijo es “la renovación dentro de la renovación” y no hay técnica ni pastelera ni culinaria que se le escape. Con su clásica sencillez Miguel agradeció el premio y dejo constancia que los que lleva obtenidos es sólo fruto de su trabajo diario.
-- Nuberu, el emblemático grupo musical asturiano, formado por Chus Pedro y Manolo Peñayos, tanto monta Chus como Manolo, cuyo reconocimiento viene motivado por ser representativos de la cultura asturiana, de la cultura de las cuencas mineras y defensa de lo nuestro. De ellos, santo y seña de la canción asturianista, poco se puede decir que no se haya dicho, conocidos desde tiempo atrás, han emprendido caminos profesionales por separado, pero seguro más bien pronto que tarde, volverán a unirse y hacernos felices a todos sus seguidores y conocidos. En sus intervenciones mostraron su afición a los oricios y Chus aprovecho para reivindicar a la lengua asturiana, Nuberu, Xuan Cabritu se fue de momento a Egipto, porque cantaba en una lengua que oficialmente no existe. Amigos Manolo y Chus, cualquier día también me voy con vosotros, este Principado, no tiene solución.
Chus Pedro y Manolo, entre Iñaqui y el que suscribe.
Posteriormente se entregó por primera vez el premio “Difusión del oriciu” que recayó en el Bar Tienda El Lavaderu, al considerar que es uno de los templos del oriciu y la sidra en Gijón.
Las intervenciones de los presidentes respectivos de las dos federaciones de Cofradías existentes en España, FECOGA y FECOES, del representante municipal y del presidente anfitrión, pusieron colofón al acto oficial. Los dos presidentes, que por cierto es la primera vez que veo juntos compartiendo Capítulo y mesa presidencial, pusieron en valor lo que representamos las Cofradías gastronómicas; Rafael disculpó a su alcaldesa, que se encontraba fuera de la ciudad, y comprometió el apoyo del Consistorio gijonés con la Cofradía, mientras que Alberto reivindicó el aprendizaje a los niños a comer y la conveniencia de rejuvenecer las Cofradías, concluyendo con el emplazamiento para el 9 de marzo de 2013, fecha que celebraran su III Gran Capítulo.
Concluido el acto, volvimos a desfilar, en este caso por el muro de la playa San Lorenzo, hacia el casco antiguo de la ciudad, hacia el barrio de Cimadevilla, la Gigia de los romanos, allí dónde nació la ciudad y que en sus entrañas guarda la idiosincrasia playa como ningún otro barrio.
Gontrodos, Quesos y Gamoneu, escoltando a un galardonado Miguel Sierra.
En la plaza del periodista Arturo Arias, con el edificio de la antigua fábrica de tabacos de fondo, hicimos la foto de familia, numerosa en este caso, y posteriormente disfrutamos de la sidra y de un pequeño tente en pie, servido por el bar tienda El Lavaderu, sita en la misma plaza, y que acababa de ser distinguida.
El cercano y espectacular centro de talasoterapia, en el cercano muelle de Poniente, fue nuestro y último destino. En la terraza de su restaurante Las Carolinas, con vistas al muelle deportivo y a Cimadevilla, disfrutamos de una recepción espicha, con los oricios como protagonistas, a los que rinden pleitesía los cofrades gijonenses. De ellos dimos buena cuenta, unos al natural y otros cocidos al horno, así como en canapés de paté de oricios y otros, a los que acompañaron calamares fritos y gambas a la gabardina.
Con pesar, abandonamos la terraza para bajar al comedor, sito en el piso de abajo, en el que celebramos la comida oficial, que consistió en unes “Fabes con almejes y salsa de oricios” y una “Crema de arroz con leche”. Presentándose a la hora del café, un bombón de oricios, elaborado por la confitería gijonesa Imperial, sita en la calle Magnus Blisksard, todo un descubrimiento.
Un recuerdo de un vaso de sidra, grabado con el logo y el nombre de la Cofradía, nos fue entregado a cada asistente y bien entrada la tarde fuimos abandonando el recinto, para reponer fuerzas y seguir por la noche con una espicha informal, que tuvieron a bien organizar, fuera de programa, para agasajar a sus muchos acompañantes que hicimos noche en la villa, en la sidrería La Volanta, muy cerca de su domicilio social.
Con los cofrades de la Anchoa de Cantabria, en la espicha.
Sin duda un Gran Capítulo, con una participación numerosa, como en pocos y en el que uno de los emblemas de nuestra gastronomía fue degustado por primera vez por muchos de los asistentes, seguro que no los habrá dejado indiferentes. Gijón, se puede sentir orgullosa de tener una Cofradía como esta.
MÁS INFORMACIÓN.
Vídeo del II Gran Capítulo.
“La variedad es la madre de la diversión”. Disraeli, Benjamin (1804-81) político inglés.