Por Carmen Peláez/AM.-Un viejo Wolkswagen Passat recorre infatigable las calles de Navia. Sobre él, apenas sujeto con unos pulpos, un altavoz desgrana los detalles de la cita mientras se tambalea sobre el cartón que impide sólo por los pelos que ralle el techo del coche.

Francisco Álvarez Cascos, líder de Foro y actual presidente regional se acerca a la comarca occidental, una vez mas, en su gira incansable por toda la región. Es ir a verle o disfrutar del Sporting- Sevilla. O ordeñar las vacas, que éstas no esperan. O cualquier cosa mejor para un sábado a las 7 de la tarde.

Pero no se le dá mal el pulso. A la hora convenida cerca de 200 personas ocupan todas las sillas disponibles en el Espacio Cultural 'El Liceo'. Compartiendo paredes con una exposición sobre mujeres, feminismo y república sus partidarias completan los últimos detalles del acto sin apearse de unos tacones nunca inferiores a 7 centímetros, parece una norma.

Es cierto que la tele engorda. Nada mas aparecer Cascos, lo primero que uno piensa es que está mas delgado que en las fotos. Verle sonreir también ayuda. Entre sonrisas llega a la primera fila luciendo el atuendo típico de político en fin de semana, en su caso un chaleco azul claro que va bien con el color del logo que llena el escenario. Su esposa, María Porto, ha hecho un quiebro muy eficaz nada mas traspasar la puerta y deja el pasillo central a la figura política para ocupar su lugar con discreción.

El público está frio. Parece que estos hombres de gesto adusto y manos duras de trabajo quieren soluciones mas que palabras pero cuando la calidad de los intervinientes va in crescendo se les nota la soltura y logran los primeros aplausos. "Equipo, unión, hormigas....".  No hay mensaje subliminal, está claro que buscan apoyos. Y los consiguen cuando prometen "dar lo mejor de nosotros mismos" porque nadie pregunta por qué no lo han hecho entonces en los últimos meses.

Los mítines no han cambiado mucho en las últimas décadas. La parroquia ronda los 50, son casi todos hombres, y apenas llegan a media docena los chavales presentes. Música al inicio, discursos... demasiado 1.0 para la gente joven. Hay otra campaña para ellos y no pasa por aquí.

Pero los mayores se enardecen con el líder y corean ya sus chascarrillos sobre la oposición, "tan aficionados a la mentira... que sólo dicen la verdad en las esquelas" y sobre la encuesta del CIS, "Si la otra vez nos dieron 6 y sacamos 16, ahora que nos dan 12, podemos llegar a los 32, por una simple regla de tres". Y se hace la risa general.

En la puerta de enfrente, un Gaspar Llamazares de mas de un metro empapela conpletamente un local comercial e insta a los que entran: "Rebélate". En el café Martínez, epicentro de la vida social de la villa, las miradas y los comentarios convergen en el partido: el Sporting va ganando.