Miles de mujeres siguen muriendo por falta de atención médica en el parto

Miles de mujeres siguen muriendo por falta de atención médica en el parto

Con motivo del Día Internacional de la Mujer, MSF presenta el informe ‘Reducir la mortalidad materna en situaciones de crisis’. En base a su experiencia en 12 países, la organización destaca que la atención obstétrica de urgencia puede salvar muchas vidas en situaciones de crisis humanitaria.

 

Según la Organización Mundial de la Salud, cada día mueren unas 1.000 mujeres durante el parto o por complicaciones asociadas al embarazo. En el Día Internacional de la Mujer, la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) recuerda que muchas de estas muertes son evitables y que mediante la provisión de atención obstétrica de urgencia, con el personal y el equipamiento adecuados, se pueden salvar muchas vidas y lograr un impacto directo en la reducción de la mortalidad materna.

A través del informe ‘Reducir la mortalidad materna en situaciones de crisis’, la organización médico-humanitaria examina la difícil situación que afrontan las mujeres embarazadas en 12 de los países donde trabaja y da la voz de alarma para que en lugares como Pakistán, Somalia, Sudán del Sur o Haití se preste una mayor atención a la asistencia obstétrica de urgencia, particularmente cuando surgen complicaciones médicas.

 

El momento más crítico para las vidas de las madres y de los bebés tiene lugar en los momentos anteriores al parto, durante el mismo o en los instantes inmediatamente posteriores, y es a lo largo de esas horas cuando se producen la mayoría de las muertes asociadas a la gestación.

“Sabemos que un 15% de todos los embarazos presentan complicaciones que pueden acabar con la muerte de la madre”, afirma Olivia Hill, referente de Salud Sexual y Reproductiva de MSF. “Estas mujeres necesitan acceso a atención obstétrica urgente de calidad, tanto si viven en Madrid o Barcelona, como en Puerto Príncipe o Mogadiscio. Es una realidad a la que hay que enfrentarse por igual, ya sea en un hospital moderno de cualquier ciudad española, o en hospitales de zonas de conflicto, campos de refugiados o lugares que hayan sufrido el más devastador de los terremotos”.

 

Perder la vida en el momento de darla

Es en estos contextos de crisis humanitaria aguda o crónica donde el problema se acentúa. A la vulnerabilidad implícita en la gestación y el parto se suman el conflicto, la falta de suministros médicos o de personal cualificado, el derrumbe de las estructuras de salud o la dificultad para acceder a ellas. Como consecuencia, el número de mujeres embarazadas que pierden la vida se dispara.  

Como organización médica presente en grandes crisis humanitarias, MSF lleva 40 años luchando para tener un impacto inmediato y sustancial en la reducción de la mortalidad materna en estas situaciones. “Hemos invertido mucho trabajo y esfuerzo en el desarrollo de capacidades técnicas y logísticas que nos sirvan para poder aportar atención obstétrica vital y gratuita en los lugares donde trabajamos. Sin embargo, en MSF somos conscientes de que esta es una tragedia que no cesa y a la que se debería de prestar mucha más atención por parte de otras organizaciones y organismos internacionales. Seguimos viendo morir a demasiadas mujeres durante el parto, a pesar de saber que la atención obstétrica de calidad reduce enormemente el número de fallecimientos”, añade Hill. “No debemos olvidar que una muerte materna es una muerte evitable”.

MSF proporciona atención obstétrica en unos 30 países. En 2010, el personal de la organización asistió más de 150.000 partos en sus programas.

 

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