La Sociedad Cultural y Gastronómica La Pegarata, fue fundada en 1980, funcionando de manera privada y sin formalismos oficiales, hasta que en 1997 deciden hacerlo de forma oficial y darle un impulso a sus muchas actividades. Rescatan una tradición lavianesa, para coger de ella su peculiar nombre, La Pegarata, que es como se denominaba –y aún hoy día se sigue llamando- al bollu que los padrinos regalan a sus ahijados el domingo de ramos.

Sus actividades son múltiples, son culturales, gastronómicas y recreativas. Han organizado conferencias, catas, jornadas técnicas, se han hermanado con colectivos y localidades, realizado viajes, visitas culturales y gastronómicas, han reivindicado la figura de Armando Palacio Valdés y su obra, han editado libros, etc. Una amplia labor, en relativo poco tiempo, y con un añadido, son solamente trece sus miembros. Tienen su sede en la entrada de la Pola, en la carretera general, viniendo de Oviedo, en un coqueto bajo que han remodelado íntegramente sus miembros, y que es el epicentro de sus actividades. Con ellos mantengo relación desde prácticamente su fundación y puede dar fe de su buen hacer, en pos de la cultura y gastronomía asturiana en general y lavianesa en particular.

Este nuevo libro, es el cuarto editado, esta dedicado al Camino de Santiago, temática para nada relacionada con los anteriores, que llevaban por título:

n      La gastronomía del alto Nalón, en torno a la Pegarata y otras consideraciones….

n      Palacio Valdés y la gastronomía. Centenario de una novela: “La aldea perdida”.

n      Pasión por la caza, comentarios, reflexiones y recetas sobre la cinegética en el alto Nalón.

La presentación del mismo, contó con la presencia de todos los miembros de La Pegarata, representación de los municipios del medio y alto Nalón, con los alcaldes de Laviana y Caso presentes, autores de capítulos del libro, medios de comunicación y muchos amigos de la Sociedad. Era un día grande no sólo para La Pegarata, sino también para Laviana y el alto Nalón y a él acudimos invitados por el buen amigo Carlos Cuesta.

La mesa presidencia estuvo compuesta por el presidente de la Pegarata, Fernando María Rodríguez Pandiella, el alcalde de Laviana, Adrián Barbón y Rosa del Carmen Álvarez Campal, autora de un capítulo, en representación de los autores del libro. La periodista y miembro de número de la ASPET (Asociación asturiana de escritores y periodistas de turismo) Esther Canteli, ejerció de maestro de ceremonias.

Adrián Barbón en su intervención puso en valor a La Pegarata, de los que dijo que el Ayuntamiento que él preside se siente orgulloso de ellos; resaltó la unión que hacen de la cultura y la gastronomía, su labor de recuperación de la tradición, y que esta sirva  como base para impulsar el turismo. Concluyó con su voluntad de buscar entre todos lo que une para salir adelante.

Rosa del Carmen, disculpó la no presencia de Juan Ignacio Ruiz de la Peña, que era el encargado de representar a los autores, y explicó como se gestó la idea de hacer el libro y la rigurosidad de la propuesta. Los capítulos del libro no tienen continuidad, pero si la conexión común del Camino de Santiago, y tiene como gran objetivo a conseguir el abrir al lector la posibilidad de conocer la edad media en Laviana, que es una gran desconocida. Resalto el gran trabajo que tuvieron que realizar, dadas las pocas noticias directas del Camino, y a las múltiples fuentes a las que accedieron.

No dejo pasar la ocasión de poner el valor, lo que era el territorio de la antigua Flaviana, mayor que el actual municipio de Laviana y plantear dos cuestiones para el debate: el porqué de la consideración medieval de este Camino de peregrinación como secundario y la segunda, la existencia o no, de una calzada romana que sirviese de base a la posterior ruta jacobea.

A Fernando, como presidente, le toco los agradecimientos. A los autores por su involucración en el proyecto y el trabajo realizado, al Ayuntamiento de Laviana y a Cajastur por su patrocinio y al Cuarteto Torner que cerró el acto, por su colaboración. Mostró su pesar por no ser la edición de este libro no venal, como los tres anteriores, debido a que los costes de edición han sido importantes y el patrocinio recibido no fue suficiente, su precio simbólico será de 10 €.  Concluyó su intervención manifestando la intención de los miembros de la Sociedad de realizar el Camino desde Tarna a Oviedo, invitando a los que deseen a sumarse a ellos, y con el adelanto de que próximamente  los miembros del Cuarteto Torner serán nombrados socios de honor de la Sociedad que él preside.

Esther Canteli, por su parte, no sólo ejerció de maestro de ceremonias, sino que sintetizo cada intervención de forma magistral, propuso en su intervención final hacer de Flaviana un Xacobeo y sumo brillantez con su buen hacer a un emotivo acto, que concluyó con la intervención del Cuarteto Torner.

El Cuarteto, agrupación vocal que lleva el nombre del insigne musicólogo asturiano Eduardo Martínez Torner, al que de este modo rinden homenaje, fue fundado en 1983, y esta compuesto por Luis Estrada (primer tenor) Roberto González (segundo tenor), Arsenio Fernández (barítono) y Emilio García (bajo). Su gran objetivo ha sido y es contribuir a la recuperación de la canción tradicional asturiana, y han hecho desde su creación más de 1800 actuaciones y su discografía abarca más de 40 discos. Igualmente cuentan con numerosos premios y reconocimientos, a los que próximamente se sumará el que les realizara La Pegarata.

Ellos nos deleitaron con tres emblemáticas canciones asturianas: “Montañas de Asturias”, “Adiós a mi aldea” que es un homenaje a la emigración asturiana compuesta por Antolín de la Fuente, y “La espicha” compuesta por el lavianes Pepin Robles y que forma parte de la zarzuela que está elaborando, que llevará el nombre de “La aldea perdida”. Preciosas canciones, que en boca de estos auténticos maestros y en un local con buena sonorización, hicieron las delicias de todos nosotros.

Entre canción y canción, y como es habitual en el Cuarteto, Luis Estrada con su clásico buen humor, contó tres chistes que produjeron la carcajada colectiva y dio el toque informal al acto.

Concluido el acto, nos desplazamos al local social de La Pegarata, dónde los anfitriones nos agasajaron a sus invitados con un estupendo picoteo, dónde no faltaron los típicos bartolos de la localidad, excelentes pasteles de almendra en forma de barquito. Los miembros del Cuarteto amenizaron el mismo con sus bellas canciones y todos pudimos disfrutar del momento, conversar amigablemente y hablar sobre el libro recién editado, con los muchos conocidos que había en la reunión, no faltando el buen humor y las bromas, y es que estando el amigo Luis Estrada estas no pueden faltar.