Investigadores españoles han demostrado por primera vez que el receptor CB2 –que tiene una función moduladora en el sistema nervioso– está implicado en la regulación de conductas de tipo impulsivo.
“Este resultado pone en evidencia la relevancia que podría tener la manipulación del sistema endocannabinoide para modular el alto grado de impulsividad presente en multitud de trastornos psiquiátricos y neurológicos”, explica a SINC Jorge Manzanares Robles, científico del Instituto de Neurociencias de Alicante y director de este estudio.
La modulación del receptor CB2 redujo la conducta impulsiva de los ratones
El trabajo, realizado en ratones, sugiera la posibilidad de realizar futuros ensayos clínicos empleando fármacos que actúen de forma selectiva sobre CB2, evitando así los efectos psicoactivos derivados de la manipulación del receptor CB1 –cuyo papel en la impulsividad ya se había descrito previamente–.
Sin embargo, los autores de la investigación, publicada en el British Journal of Pharmacology, se muestran cautos aún. “Todavía es muy pronto para poder proponer una herramienta terapéutica fiable”, afirma Francisco Navarrete, primer autor del trabajo.
El estudio evaluó las acciones de dos fármacos cannabinoides que actúan estimulando o bloqueando CB2 en la cepa de ratón que mostró un alto grado de impulsividad. Después los científicos analizaron si estos fármacos eran capaces de modular la conducta impulsiva y las modificaciones cerebrales asociadas a este cambio de comportamiento.
Los autores concluyeron que la modulación de la actividad del receptor CB2 consiguió reducir la conducta de tipo impulsivo de los ratones –dependiendo de la pauta de administración de cada fármaco–, y que los niveles de expresión génica de CB2 tendieron a normalizarse hacia los valores de la cepa poco impulsiva.
El sistema endocannabinoide
El sistema endocannabinoide está compuesto principalmente por dos receptores (CB1 y CB2), dos ligandos endógenos y dos enzimas de metabolización. Regula muchos aspectos del desarrollo embrionario y participa en multitud de mecanismos homeostáticos.
Aunque se pensaba que CB2 regulaba exclusivamente la respuesta inmune a nivel periférico, un estudio publicado en 2005 en la revista Science demostró que también se encontraba en el cerebro en condiciones normales. Desde entonces son muchos los autores que lo relacionan con la regulación de la conducta emocional y de las funciones cognitivas.
Por ejemplo, el mismo grupo español de investigadores ha hecho importantes aportaciones sobre la implicación de este receptor en la regulación de la ansiedad y la depresión. Además, otros estudios han demostrado cómo su alteración funcional está asociada a una mayor vulnerabilidad hacia conductas de tipo depresivo o de elevada ansiedad, así como con el consumo de determinadas drogas de abuso.
¿Virtud o defecto?
La impulsividad es un rasgo de la personalidad que se caracteriza por acciones que se llevan a cabo sin una previa reflexión o sin tener en cuenta las consecuencias derivadas de las mismas. “Se considera un comportamiento normal que permite al ser humano la adaptación a su entorno en determinadas circunstancias que requieren de una reacción inmediata”, subrayan los autores.
Sin embargo, este tipo de conducta puede provocar una respuesta desproporcionada y conducir a un estado patológico. Hay multitud de enfermedades psiquiátricas que se caracterizan por un elevado nivel de impulsividad, como los trastornos por abuso de sustancias, que suponen un problema de primer nivel en la sociedad.
FOTO: Parlamento Europeo