- La Consejería de Educación y la Universidad de Oviedo presentan los resultados de la ‘Evaluación de la convivencia escolar en los centros educativos de Asturias’
- La disrupción en el aula y las agresiones físicas bromeando entre estudiantes son habituales tanto en el tercer ciclo de Primaria como en ESO
6-mar-2012 (Avilés).- La Consejera de Educación y Universidades, Ana Isabel Álvarez, y la Directora General de Ordenación Académica, Autonomía Organizativa e Innovación, Mª José Triguero, participaron esta mañana en la presentación de los resultados del estudio ‘Evaluación de la convivencia escolar en los centros educativos de Asturias’ llevado a cabo por responsables de la Consejería en colaboración con investigadores del departamento de Psicología de la Universidad de Oviedo.
Asistieron también a esta presentación el Jefe del Servicio de Inspección de la Consejería, Gerardo Fernández; el Director del Instituto de Ciencias de la Educación (ICE), Luis Álvarez; David Álvarez, profesor de la Universidad, encargado del estudio, y el Director del Centro del Profesorado y de Recursos de Avilés, Luis Antonio Segurola.
Uno de los objetivos principales de esta evaluación se centró en conocer de manera objetiva y sistemática la incidencia de la violencia escolar en los centros educativos asturianos. Además, con el análisis de los datos se pretende detectar la presencia de factores de riesgo referidos a la convivencia escolar y ofrecer recomendaciones de intervención para abordar los posibles puntos débiles que se puedan detectar.
“Esta es una herramienta que permitirá a los centros evaluar sus propios planes de convivencia e implementar aquellas actuaciones necesarias que los completen y mejoren. La solidez de las conclusiones y la calidad y cantidad de las muestras permiten que los resultados de este estudio puedan ser extrapolados a cualquier centro”, apuntó la Consejera.
“Gracias a proyectos de esta naturaleza, tanto los centros como las administraciones educativas, podemos diseñar las herramientas adecuadas para hacer frente a este fenómeno no deseado y combatirlo con intervenciones certeras y ajustadas a las diferentes realidades de cada centro educativo”, concluyó la Consejera quien destacó la importancia de la colaboración interinstitucional en este campo porque “es un trabajo para el futuro, no solo de los centros sino de todo el sistema educativo asturiano”.
Evaluación de la convivencia
En el estudio participaron alumnos de 27 centros de enseñanza obligatoria sostenidos con fondos públicos del Principado de Asturias. Las encuestas fueron cubiertas por un total de 3.322 estudiantes, 1.052 de tercer ciclo de Educación Primaria y 2.270 alumnos de Educación Secundaria Obligatoria.
En una segunda fase, también se realizó una evaluación sobre la convivencia escolar a 130 docentes de tercer ciclo de Primaria y 240 de ESO. Además se evaluó a 1.622 familias (637 de tercer ciclo de Primaria y 1.047 de ESO).
Entre las situaciones de violencia evaluadas se encuentran aquellos sucesos de violencia verbal del alumnado hacia compañeros o hacia el profesorado; la violencia física directa entre alumnos y la indirecta por parte del alumnado; la exclusión social; las conductas disruptivas en el aula; la violencia a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), y la violencia del profesorado hacia el alumnado.
Durante el acto, que se celebró en el CPR de Avilés, se puso de manifiesto que todos estos tipos de violencia evaluados aparecen en mayor o menor medida en los centros educativos asturianos y, por tanto, se llamó la atención sobre la obligación de las administraciones y centros educativos de prever como evitarlos o abordarlos.
Los análisis han revelado que los tipos de violencia más habituales tanto en tercer ciclo de Primaria como en ESO son la disrupción en el aula y las agresiones físicas bromeando entre estudiantes. La violencia verbal también ocupa un lugar destacado, en Primaria entre estudiantes y en Secundaria también de alumnado a profesorado (sobre todo violencia verbal indirecta: motes molestos o hablar mal de un profesor).
Asimismo, las encuestas ponen de manifiesto que la violencia a través del teléfono móvil o internet es uno de los tipos menos habituales en los centros educativos asturianos. Si ocurren, estas conductas son más frecuentes entre estudiantes que de alumno a profesor y el medio más utilizado para cometer estos actos son las redes sociales.
En relación a los comportamientos disruptivos en el aula, el Director del ICE anunció un próximo estudio, también de colaboración Consejería-Universidad, que pretende ayudar a los profesionales a detectar cuales son las causas de dichos comportamientos, para que estos puedan identificar los problemas que subyacen y prevenir e incluso atajar el problema en su origen. Este nuevo estudio se llevará a cabo en una treintena de centros educativos de Asturias y se valorará a alumnos de entre 6 y 16 años.
Se evaluarán aquellas habilidades de autocontrol, tanto físico como relacionado con el aprendizaje, para valorar el grado de planificación, motivación u organización del alumnado y poder apreciar las relaciones de estas habilidades con los comportamientos disruptivos en las aulas. “Este nuevo trabajo nos permitirá tener una radiografía de la situación en los centros educativos de Asturias y así poder detectar los puntos débiles del sistema en la atención a estas conductas y ayudar a los centros a valorar cómo están desarrollando y aplicando sus planes y actividades relacionadas con la convivencia”, explicó el Director del ICE.
Según el análisis, para los alumnos encuestados, el nivel de violencia escolar es, en general, superior en ESO que en el tercer ciclo de Primaria si bien en algunos tipos, como rumores o insultos entre estudiantes, no se aprecian diferencias y otros, como las peleas en el recinto escolar o la discriminación entre estudiantes por bajo rendimiento académico, son más habituales en Primaria. En este punto, en ESO es más probable que un alumno sea rechazado por sus buenos resultados académicos.
En cuanto a la evaluación realizada a profesores y familias, los primeros datos analizados apuntan a que tanto los docentes como los familiares perciben una buena relación entre el equipo docente de los centros. Lo mismo ocurre en la relación de los profesores, a través de los tutores, con las familias que es percibida de manera satisfactoria por ambas partes. Además, la mayoría de las familias confía en que los docentes disponen de la formación adecuada para poder resolver conflictos en las aulas.
Por último, en relación con la violencia de profesorado hacia alumnado, existe una creciente percepción por parte de los alumnos, a lo largo de toda su vida educativa, de que los profesores tienen preferencias por ciertos estudiantes y “manía” por otros. Las intimidaciones, ridiculizaciones e insultos de personal docente hacia los alumnos se encuentran entre los tipos de incidentes menos habituales en los centros de Asturias.
La evaluación también ha estimado el tipo de medidas que cada centro adopta para la prevención de la violencia escolar valorando, entre otras, el conocimiento de las normas de convivencia; la participación del alumnado en la elaboración y seguimiento de las normas; la aplicación de esta normativa por parte del profesorado, o la capacidad de resolución de los conflictos.
En este sentido, de los análisis realizados se desprende que en los centros educativos del Principado existen unas normas claras de convivencia en el aula y que tanto los alumnos como las familias las conocen aunque solo el alumnado de ESO dice conocer tanto las normas como las consecuencias de su incumplimiento. Cuanto mayor es el nivel educativo que cursa el alumno, peor es su opinión respecto a la aplicación justa de normas y sanciones por parte del profesorado y a medida que el estudiante avanza cursos, considera que los alumnos participan cada vez menos en la toma de decisiones que les afectan, así como en la elaboración y seguimiento de las normas y sanciones en el aula.