La organización ecologista denuncia que la Unión Europea financie el saqueo de las aguas de África occidental
Desde hace varias semanas, el buque de Greenpeace Arctic Sunrise se encuentra en aguas de África occidental para denunciar las actividades de sobrepesca de la flota europea cuyos derechos de pesca son financiados en un 90% por los contribuyentes europeos.
“Este arrastrero gigante es solo un ejemplo de cómo opera la gran flota industrial europea en las aguas de Mauritania ocasionando graves impactos sobre los stocks pesqueros y en la soberanía alimentaria de las comunidades locales”, ha declarado Tom Grijsen, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace Holanda, abordo del Arctic Sunrise. “ Además, muestra claramente el fracaso de la actual Política Pesquera Común (1) y cómo millones de euros procedentes de los subsidios europeos van directamente a preparar estos grandes arrastreros para que puedan pescar a un ritmo muy superior al que puede aguantar el ecosistema”.
El buque Maartje Theadora es parte la flota de la PFA, un grupo de compañías con 34 buques con bandera de Holanda, Alemania, Francia, Reino Unido y Lituania, y que ha recibido millones de euros en subsidios de la Unión Europea y de los propios Gobiernos europeos. Se estima que se pagaron 142,7 millones de euros de los impuestos europeos para garantizar los derechos de pesca de los barcos de la PFA, tanto en aguas de Mauritania como en las de Marruecos entre 2006 y 2012. Esta asociación, además, ha recibido 21 millones de euros para aumentar y modernizar sus operaciones pesqueras entre 1994 y 2007.
La capacidad de pesca de estos superarrastreros es enorme, con redes de más de 600 metros de largo y que pueden capturar hasta 250 toneladas de pescado cada día, mientras que los pescadores locales ven como sus capturas van disminuyendo. Esta flota industrial europea, con su capacidad de realizar estas capturas masivas, tiene un fuerte impacto negativo en la situación de los stocks pesqueros de África Occidental, sobreexplotados, y pone en peligro la forma de ganarse la vida de las comunidades locales.
“Acabar con la financiación de este saqueo de África occidental es vital, se deben eliminar todas las ayudas directas e indirectas que apoyen estas prácticas destructivas e insostenibles”, ha declarado Paloma Colmenarejo, responsable de la campaña de Océanos de Greenpeace.
Greenpeace demanda para la reforma de la Política Pesquera Común (PPC) una reducción de la sobrecapacidad pesquera, la lucha contra la sobrepesca, permitir que los stocks pesqueros se recuperen a niveles de rendimiento máximo sostenible para 2015 y el futuro de las pesquerías a través de la pesca sostenible. Los gobiernos europeos deben asumir su responsabilidad y aprobar una PPC que afronte la sobrecapacidad de su flota, incluidos estos buques factoría que operan en aguas de países en desarrollo.